Más de 300 civiles mueren en enfrentamientos entre fuerzas del Gobierno sudanés y paramilitares al norte de Darfur
- Los combates han provocado el desplazamiento de hasta 400.000 desplazados de los campamentos de la región
- El alto comisionado de la ONU ha denunciado la "inacción internacional" para frenar los crímenes contra los civiles
Más de 300 civiles murieron el pasado fin de semana en violentos combates en torno a los campamentos de desplazados de Zamzam y Abu Shouk, así como en la ciudad de El Fasher, en Darfur del Norte, según cifras preliminares recogidas por la ONU a partir de fuentes locales.
Entre las víctimas se encuentran 10 trabajadores humanitarios de la ONG Relief International. Todos ellos fueron asesinados mientras operaban uno de los últimos centros de salud en funcionamiento dentro del campamento de Zamzam, según ha afirmado un portavoz del organismo.
Solo entre el miércoles y el viernes de la semana, se confirmaron al menos 148 muertos, aunque la cifra real sería "muy superior", ha advertido la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani. Ese balance no incluyen los ataques más recientes, perpetrados el domingo.
Con 50 millones de habitantes y más de 13 millones de personas desplazadas, Sudán vive una guerra sin cuartel entre el general Abdel Fattah al-Burhan, jefe del ejército, y su antiguo número dos, Mohamed Hamdane Daglo, líder del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR). El próximo martes, el conflicto cumplirá dos años.
Las FSR han intensificado sus ofensivas terrestres y aéreas para tomar El Fasher, última capital regional de Darfur aún fuera de su control. Los campamentos de desplazados de Zamzam y Abu Shouk han sido blanco directo de estos ataques, que también dejaron al menos 10 trabajadores humanitarios muertos, según un informe previo de Naciones Unidas.
El alto comisionado de la ONU, Volker Türk, ha denunciado la "inacción internacional" ante lo que ha calificado como ataques "a gran escala" que agravan la catástrofe humanitaria y elevan el riesgo de violencia étnica dirigida contra civiles percibidos como cercanos al ejército sudanés.
Miles de personas han sido desplazadas desde el inicio del conflicto armado. A este respecto, Türk ha recordado que las FSR están obligadas por el derecho internacional humanitario a proteger a la población civil y permitir corredores seguros de evacuación.
La RSF provoca hasta 400.000 desplazados
Entre 60.000 y 80.000 familias —unas 400.000 personas— han huido del campamento de desplazados de Zamzam, en Darfur del Norte, tras su captura por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido, según ha informado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.
La toma del campamento se produjo el domingo, después de cuatro días de ofensiva. Organizaciones de derechos humanos ya habían advertido del riesgo de atrocidades si las RSF lograban entrar en Zamzam, una zona asediada durante meses y vecina a El Fasher, el último bastión del ejército en Darfur.
El grupo paramilitar niega las acusaciones de crímenes contra los civiles y alega que el campamento era utilizado como base por fuerzas aliadas al ejército. En un video publicado por las RSF, el número dos del grupo, Abdelrahim Dagalo, ha prometido alimentos, agua y atención médica a un pequeño grupo de desplazados.
La ofensiva sobre Zamzam se aceleró tras la recuperación de Jartum por parte del ejército, lo que consolidó su control del centro del país. Las RSF también intensificaron sus ataques con drones, incluida una ofensiva este lunes contra la central eléctrica de Atbara, que dejó sin luz a Puerto Sudán, sede del Gobierno durante la guerra.
Alemania destina 125 millones de euros en ayuda humanitaria
Alemania ha anunciado una nueva partida de 125 millones de euros para apoyar la ayuda humanitaria en Sudán. La ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, ha calificado la situación como la mayor catástrofe humanitaria de nuestro tiempo".
Los fondos se destinarán tanto al suministro de alimentos y medicinas dentro de Sudán como a estabilizar a los países vecinos, cuyas capacidades para acoger refugiados están al límite, ha explicado Baerbock en un comunicado.
Baerbock también ha apuntado a la responsabilidad internacional: "Con el apoyo del extranjero, ambos bandos están provocando la muerte por hambre de decenas de miles de personas".
La nueva ayuda llega en vísperas de una conferencia internacional en Londres —organizada por Reino Unido, Francia, Alemania, la UE y la Unión Africana— que busca desbloquear el acceso humanitario y avanzar hacia una salida política al conflicto. Según Berlín, los Estados del Golfo tienen un papel clave en ambos frentes, en medio de acusaciones contra Emiratos Árabes Unidos por presunto apoyo a las FSR.