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Una paciente evita un trasplante tras recuperarse con un corazón artificial: "No hay que perder la esperanza"

  • La quimioterapia por un cáncer de mama le causó una insuficiencia cardiaca avanzada
  • Los médicos le instalaron un dispositivo de asistencia ventricular ante la imposibilidad de hacer un trasplante

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Cinco años con un corazón artificial: "Los tratamientos médicos van evolucionando, nunca hay que perder la esperanza"

Durante cinco años, un pequeño dispositivo metálico ha acompañado a Silvia: su corazón artificial. Se lo implantaron después de que la quimioterapia que recibía por un cáncer de mama le causara una insuficiencia cardíaca avanzada, que la dejó incluso en la UCI.

Estaba alternativa presentaba más posibilidades para la paciente, ya que el tratamiento contra el cáncer era incompatible con un trasplante. "Empecé a encontrarme un poco mal, muchas palpitaciones. Pensaban que era un poco de anemia quizá, pero ya el cardiólogo lo que vio es que el corazón se había dilatado y que estaba agotado", recuerda a TVE Silvia Cabrera, a la que se instaló este dispositivo de asistencia ventricular del lado izquierdo.

"Es un aparato que ayuda a trabajar al corazón. Tiene una parte interna que la lleva el paciente y una parte externa que son las baterías y el controlador", cuenta, por su parte, la cardióloga del Hospital de Sant Pau de Barcelona, Laura López.

El corazón comenzó a funcionar por sí solo

Una vez curada del cáncer sí que podía optar a un trasplante, pero, sorprendentemente, no fue necesario. Su corazón se estaba recuperando. Así que, por primera vez en España, los médicos consiguieron retirarle el dispositivo y que el órgano funcionara por sí solo.

"Había datos que indicaban que el corazón de Silvia estaba mejorando, recuperándose. Hicimos pruebas de esfuerzo, de imagen... y vimos que su corazón respondía bien", celebra la cardióloga.

Gracias a ello, Silvia ahora puede hacer vida normal, aunque no se olvida del equipo médico que la ha tratado desde el 2018 y le agradece "de corazón" su cuidado. "Los tratamientos médicos van evolucionando. Nunca hay que perder la esperanza", dice con optimismo.