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Claves del acuerdo del Gobierno y el Vaticano sobre el Valle de Cuelgamuros: la cruz se queda y parte será museo

  • La enorme cruz que corona el Valle de Cuelgamuros no será finalmente derribada
  • La resignificación del lugar pasa por convertir parte del monumento en un museo

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El proyecto de resignificación del Valle de los Caídos, dotado con 30 millones de euros

El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el Vaticano para "resignificar" el Valle de Cuelgamuros es el último paso dado para hacer de este lugar, ubicado en plena sierra de Guadarrama, en el municipio madrileño de San Lorenzo de El Escorial, un espacio "para la Memoria Histórica".

Aunque este acuerdo se ha dado a conocer este miércoles, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se reunió en febrero en Roma con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, para pactar algunos puntos esenciales, que se suman a las exhumaciones que se están llevando a cabo.

Estos son las claves del acuerdo:

Los benedictinos se quedan

Desde 1958, una congregación de monjes benedictinos se encargan de los oficios eclesiásticos, ofician entierros, atienden a los peregrinos y visitantes y del mantenimiento de la Basílica y la Abadía de la Santa Cruz del Valle de Cuelgamuros. En la actualidad se ocupan también de la Escolanía y de la Hospedería de la Abadía.

Y es así, de acuerdo a un convenio que firmó el dictador Francisco Franco con los benedictinos, por el que se creaba la Fundación de la Santa Cruz, que supuso el establecimiento de una comunidad de esta congregación en lo que se denominó Valle de los Caídos.

Para ello, se trasladaron hasta allí una veintena de monjes procedentes el Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos). Y aunque ese convenio finalizó hace cinco años, actualmente siguen viviendo una veintena de frailes, a los que ahora se les permitirá continuar.

Se marcha el principal opositor a la ley de Memoria Democrática

Sin embargo, quien sí tendrá que marcharse del Valle de Cuelgamuros es el que fuera prior de la abadía benedictina, Santiago Cantera, que ha sido relevado de su cargo hace unos días por el abad de Solesmes (a la que pertenece la Abadía de la Santa Cruz), Geoffroy Kemlin. También salen del Valle otros dos monjes franquistas reconocidos.

El hasta ahora prior de la Basílica del Valle de Cuelgamuros, Santiago Cantera, en una imagen de archivo

El hasta ahora prior de la Basílica del Valle de Cuelgamuros, Santiago Cantera, en una imagen de archivo. EFE/Mariscal

Sobre su salida de Cuelgamuros, la Conferencia Episcopal Española ha explicado que su relevo "coincide con el final de su mandato", ya que se han agotado los tres trienios como prior administrador de la basílica. Cantera era uno de los principales opositores a la resignificación del antiguo Valle de los Caídos, e incluso trató de impedir la salida de Francisco Franco del valle en 2019.

Le ha sucedido otro fraile de Cuelgamuros, Alfredo Maroto, quien en su primera homilía como nuevo prior, este martes expresaba su deseo de que la basílica fuera "un verdadero monumento a la reconciliación, un lugar de culto y oración, y un Valle de paz".

Se mantiene el culto en la basílica

El acuerdo incluye "la no desacralización de la basílica, así como el respeto a todos los elementos religiosos situados fuera de la misma", según explica la Archidiócesis de Madrid en un comunicado.

Así, se permitirá que continúe el culto en parte de la basílica, por lo que se respetarán "los criterios litúrgicos y el fin para el que ha sido erigida la basílica, garantizando un acceso independiente", continúa diciendo la nota.

Qué es la resignificación

Y aunque se mantendrá el culto en la basílica, con la resignificación, una parte del templo de Valle de Cuelgamuros se convertirá en museo, mediante un concurso internacional de ideas para "contextualizar históricamente el monumento".

Interior de la Basílica del Valle de Cuelgamuros

Interior de la Basílica del Valle de Cuelgamuros. Gettyimages

"La idea es que finalmente termine siendo un museo que explique una parte de la historia que esperemos no se vuelva a repetir", ha explicado este jueves a La Hora de La 1 el abogado especializado en Memoria Histórica Eduardo Ranz.

La resignificación del Valle de Cuelgamuros pretende "convertirlo en un espacio de memoria"

La cruz no se derribará

Si algo destaca por encima de todo en el Valle de Cuelgamuros es la enorme cruz que corona el lugar y, aunque se llegó a plantear que se derribaría, finalmente la insignia, construida en hormigón armado y que es visible desde la carretera, se mantendrá.

Vista del Valle de Cuelgamuros desde el mirador de La Naranjera

Vista del Valle de Cuelgamuros desde el mirador de La Naranjera. EFE/Marta López Jareño

Con una altura de 150 metros, de los que 25 corresponden al basamento, y 46 metros de anchura en los brazos, está reconocida como la cruz más grande del cristianismo, según el Libro Guinness de los Récords.

30 millones de euros de presupuesto y referentes internacionales a seguir

Según la información que maneja el Gobierno y a la que ha tenido acceso RTVE, para la resignifación del Valle de Cuelgamuros el Ejecutivo planea una inversión de 30 millones de euros.

Proyecto de resignificación del Gobierno

Proyecto de resignificación del Gobierno RTVE

De esos 30, cuatro irán destinados para el concurso y redacción del proyecto, y para la rehabilitación y construcción del conjunto monumental se destinarán unos 26 millones de euros.

Además, el Gobierno quiere fijarse en otros referentes internacionales como el Monumento al Holocausto en Berlín; el Monumento por la Paz y la Justicia en Montgomery, Alabama; el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, en Bogotá; el Memorial a las víctimas de la violencia en Chapultepec, Ciudad de México; y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago de Chile.

Proyecto que contempla el Gobierno para la resignificación del Valle de Cuelgamuros

Proyecto que contempla el Gobierno para la resignificación del Valle de Cuelgamuros RTVE

Por qué se llama Valle de Cuelgamuros

Y aunque no forma parte del acuerdo, cabe recordar que lo que se conocía como Valle de los Caídos pasó a llamarse el Valle de Cuelgamuros en octubre de 2022, cuando se aprobó definitivamente la Ley de Memoria Democrática, que había sacado adelante el entonces Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Así, el valle volvió a su nombre original, por estar en el Monte de Cuelgamuros, desligándolo de las connotaciones del franquismo.

Y es que este espacio fue concebido inicialmente por el dictador Francisco Franco para celebrar su victoria militar y dar cobijo a los cuerpos de sus partidarios. En su construcción participaron presos políticos republicanos, y los trabajos duraron 19 años. Con el tiempo, se convirtió en una de las mayores fosas comunes en España, pues alberga más de 33.800 cadáveres, de los que más de 12.000 son de personas desconocidas.

El cambio de nominación de 2022 tenía como objetivo acabar con las connotaciones ligadas al franquismo, y lograr su resignificación con el fin de "dar a conocer, a través de planes y mecanismos de investigación y difusión, las circunstancias de su construcción, el periodo histórico en el que se inserta y su significado", así como también "fortalecer los valores constitucionales y democráticos".