Enlaces accesibilidad

De la "comodidad" en el Gobierno a la "cesión constitucional más grave" para el PP, el acuerdo PSOE-Junts sigue coleando

  • Podemos se vuelve a mostrar "radicalmente en contra" y ERC o PNV analizarán detenidamente la ley
  • Ambas formaciones han acordado recientemente ceder las competencias de inmigración a Cataluña
Junts asegura que el catalán será requisito para obtener un permiso de residencia en Cataluña
FÉLIX DONATE

El acuerdo entre PSOE y Junts para la cesión de competencias en materia de migración a Cataluña sigue dando que hablar. Casi dos días después de que se anunciase que las negociaciones habían llegado a buen puerto, los partidos siguen fijando posiciones.

En el Gobierno mantienen la defensa y la calma con un acuerdo "constitucional". Y es que la sensación de tranquilidad es la trasmitida por todos los miembros del Ejecutivo del ala socialista que se van pronunciando con cuenta gotas. Si el martes repetían la palabra "delegar", este miércoles la "comodidad" ha copado sus discursos.

La ministra que se encargó de la defensa del pacto minutos después de conocerse, Elma Saiz, ha asegurado este miércoles que el Ejecutivo está "absolutamente cómodo" con el acuerdo alcanzado con los de Carles Puigdemont.

Misma línea para el portavoz del PSOE en el Congreso. Patxi López también insiste en la comodidad del pacto, aunque hayan tenido que negociar durante más de un año para alcanzar un acuerdo. "Me siento cómodo con que cumplimos con los compromisos, como habíamos dicho desde el principio", ha defendido López, que por si no había quedado claro, ha querido resaltar la "comodidad" nuevamente. "Yo me siento cómodo con algo que dice la Constitución, que es la delegación de competencias en un momento determinado", ha añadido en un desayuno en Bilbao.

Saiz defiende que Cataluña gestione la inmigración y recuerda que la normativa que va a regir "es la que se aplica en el conjunto del país"

Zapatero defiende el pacto y cree que algunos prefieren ver Cataluña arder

Que el pacto en esta materia haya llegado con un partido de derechas y con políticas migratorias abiertamente contrarias al Gobierno, dicen que no les preocupa. Uno de los negociadores del acuerdo, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, niega que Junts tenga posicionamiento de "extrema derecha" en esta materia. "Niego esa posición, la exposición de motivos responde a un planteamiento democrático y progresista que condena la xenofobia y el racismo", ha defendido Zapatero al ser preguntado directamente por ello. Además, el expresidente ha defendido el pacto y ha asegurado que cree que "algunos prefieren ver Cataluña arder".

Y de la comodidad y tranquilidad a la exaltación en la otra pata del pacto. En Junts no esconden la satisfacción. "Es el mayor traspaso de poder que se ha hecho", ha celebrado la portavoz del partido independentista en una entrevista en La Hora de La 1 en la mañana de este miércoles, Miriam Nogueras. "Son funciones que ejercen los estados, por lo tanto, la satisfacción es máxima", ha presumido Nogueras. "Es una herramienta que tenemos que seguir utilizando para ganar y recuperar terreno", ha aventurado tras el buen resultado del último acuerdo.

Además, la diputada catalana ha asegurado que el pacto con el PSOE permitirá establecer como "requisito" conocer el catalán para poder obtener un permiso de residencia en Cataluña por parte de los extranjeros.

Las críticas del PP y Vox y la negativa de Podemos

Pero la comodidad y tranquilidad en el PSOE por un lado, y la alegría y euforia en Junts por el otro, chocan radicalmente con el "grave" acuerdo que ve el PP, que considera esta proposición de ley como "la cesión más grave en la historia constitucional".

"El Gobierno no lidera, nos está desprotegiendo internamente con el desmantelamiento de extranjería e inmigración del Estado", ha criticado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

"Se está comprometiendo la seguridad nacional. Todos sabemos que en los últimos años ha habido muchas cesiones, pero esta es la más grave en la historia constitucional", ha añadido Feijóo.

También ha hecho alusión a la seguridad nacional Vox, aunque han ido más allá en su discurso. El portavoz del partido ultraderechista en el Parlament de Cataluña, Ignacio Garriga, ha asegurado que "van a gestionar" la inmigración "los que han convertido Cataluña en la cuna del yihadismo europeo".

Mientras, el líder del partido, Santiago Abascal, en un vídeo delante del Tribunal Constitucional ha asegurado que "Sánchez sigue destruyendo los restos del Estado de derecho" y que "la cesión de las fronteras a los golpistas es la nueva traición".

Las críticas que mantiene el PP también las reitera Podemos, aunque por otros motivos. En la formación morada su posición está "radicalmente en contra" del acuerdo, pero porque "descentraliza el racismo".

Tras el no anunciado por la líder del partido Ione Belarra al poco de conocerse el acuerdo, este miércoles el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha asegurado en una entrevista en RNE que la ley "habla que la inmigración es un peligro, que pone en riesgo la sostenibilidad de Cataluña" y "que es una amenaza para la identidad y para la lengua catalana", por lo que votarán no. Sin su apoyo no podría salir adelante la ley.

El escepticismo y tranquilidad en ERC o PNV

Y entre la "comodidad" del PSOE y la "gravedad" del PP o la negativa de Podemos, también hay una escala de grises en las posiciones de los partidos. En el otro partido independentista en Cataluña, ERC, el portavoz en el congreso, Gabriel Rufián, es cauto antes de posicionarse a favor o en contra.

"Siempre es bueno que Cataluña tenga competencias nuevas", ha dicho Rufián este miércoles, pero pone pausa al ajetreo generado por el acuerdo. "Tenemos que leer la letra pequeña y escuchar los discursos de la derecha catalana independentista. No es una delegación de competencias a Junts, es a Cataluña y eso siempre es positivo". Aunque avisa a los de Puigdemont: "Catalán es quien viva y trabaja en Cataluña, independientemente de cómo sienta la bandera" y "ante la derecha siempre hay que estar alerta".

Con escepticismo también lo ha recibido el PNV. Los nacionalistas vascos quieren analizar con "mucho interés" el acuerdo y, según ha señalado la portavoz del Ejecutivo vasco, María Ubarretxena, ha asegurado que estudiarán la posibilidad de solicitar nuevas competencias en materia de inmigración, aunque no ha desvelado la posición final de su partido.