Reforma de la Ley de Dependencia: mejorar la atención domiciliaria y eliminar la incompatibilidad de prestaciones
- El anteproyecto del ministro Bustinduy pretende revertir los recortes que llevó a cabo el último Gobierno del PP
- Gerentes de Servicios Sociales advierten que la reforma "será papel mojado" tras congelarse su financiación


El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el anteproyecto de ley impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 para reformar las leyes de dependencia y discapacidad. Los cambios pretenden establecer unos mínimos de calidad, intensidad y ratios en las prestaciones y servicios, con el fin de promover la igualdad de derechos, independientemente de la comunidad autónoma en la que se viva. Asimismo, la reforma eliminará algunos recortes que hizo el Gobierno del PP y que aún siguen vigentes en parte del país.
Entre las medidas que recoge el texto, que desde hace meses tiene preparado el ministerio de Pablo Bustinduy, están la de ampliar las prestaciones a cuidadores del entorno familiar y "relacional" (vecinos, amigos), agilizar los procedimientos y eliminar la incompatibilidad entre prestaciones que no permitía, por ejemplo, asistir a un centro de día y recibir ayuda a domicilio.
La reforma creará nuevos derechos y un catálogo de servicios tendentes a apuntalar el nuevo modelo de cuidados impulsado por el Gobierno y aprobado en junio de 2024. La estrategia estatal busca desinstitucionalizar al máximo los cuidados en la vejez y apuntalar la ayuda domiciliaria, aunque como sucedió con la ley de dependencia, requiere tal cantidad de financiación y recursos que su implantación es progresiva.
Principales cambios
Estos son los principales cambios que incorporará la reforma, según la información que ha desgranado en los últimos meses el Ministerio de Derechos Sociales:
Fin de las incompatibilidades
Cuando entre en vigor la reforma —su aprobación puede demorarse más de un año— se suprimirá el régimen de incompatibilidad de las prestaciones aprobado en 2013 y que sigue vigente en algunas autonomías. Se podrán combinar servicios como el centro de día, la ayuda a domicilio y la teleasistencia en toda España. Ahora mismo solo es posible en algunas comunidades autónomas.
Elección de servicios y lugar para recibirlos
Se crearán nuevos derechos tanto para las personas que necesitan cuidados como para los cuidadores. Se reconoce la libertad de elección de los servicios y el derecho a recibir cuidados en el lugar donde se quiera vivir. “Es un cambio cultural importante saber que cualquiera que sea mi situación, puedo decidir si quiero seguir viviendo en mi casa o tengo que ir a una institución”, explicó recientemente la directora general del Imserso, Mayte Sancho, quien reconoció, no obstante, que uno de los frenos a la ley de dependencia son las largas listas de espera. La falta de recursos provoca esperas medias de casi un año para empezar a recibir las ayudas.
Ampliación de cuidadores
Se ampliará la posibilidad de recibir prestaciones al entorno relacional, para las personas que no tienen familiares cercanos, pero sí vecinos o amigos que puedan ayudarles.
Fin del periodo de carencia
La ley marca que el derecho a recibir las prestaciones se generará desde la fecha de resolución del reconocimiento de que se necesita la ayuda o servicio o cuando hayan transcurrido seis meses desde la presentación de solicitud, sin que haya habido una resolución expresa. El Gobierno introdujo en 2012 un periodo de carencia máximo de dos años en las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar, con el fin de ahorrar recursos, que ahora se eliminará.
Derecho a teleasistencia
Se reconocerá la teleasistencia como un derecho subjetivo, con el fin de que ampliar su uso. Según el Observatorio de Dependencia, actualmente solo tienen acceso el 35,8% de los dependientes (datos de 2023).
Ayuda a domicilio
También será reconocida como una prestación colectiva, no solo individual, para que se pueda recibirse también en las viviendas colaborativas o los apartamentos con servicios compartidos de forma “más eficaz”, según la directora general del Imserso, Mayte Sancho.
Préstamo de productos
Se impulsará un servicio de préstamo de productos que facilitan la autonomía, como sillas de ruedas, andadores, audífonos, adaptación del hogar, etc.
Asistencia personal y sin sujeciones
Se regulará la asistencia personal no solo como prestación económica, también como servicio público o privado, concertado o acreditado. Asimismo, se impulsará que no se sujete con correas u otros sistemas a las personas dependientes.
Críticas a una ley "sin recursos"
Precisamente en lo que se refiere a la financiación de esta ley, la Asociación de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales ha criticado al Gobierno por "congelar" la financiación del sistema de Dependencia a la vez que propone un reforma de la ley "sin recursos para su efectividad". La entidad ha reprochado al Ejecutivo que en 2024 se haya "frenado" el incremento de financiación estatal y se proponga cambios en la norma "añadiendo nuevos derechos cuando todavía están muy lejos de garantizar los que reconoce la actual". En su opinión, esta reforma "será papel mojado".
Para avalar sus argumentos, la entidad ha recordado que 270.325 personas se encuentran en las listas de espera de una ley "que se sigue incumpliendo desde hace 18 años y cada 13 minutos fallece una persona en estas listas de espera". Según la entidad, 34.252 personas fallecieron en 2024 esperando la prestación y la media de tiempo para poder acceder a la ayuda es de 334 días y en algunas comunidades de más de dos años.
Asimismo, considera que la cuantía de las prestaciones económicas y la intensidad de los servicios son "a todas luces, insuficientes y en algunos casos ridículas —264 euros al mes de media para la prestación de cuidadoras no profesionales—".