El Ayuntamiento de Barcelona y Hàbitat3 comprarán la Casa Orsola y confirman que no habrá desahucios
- Collboni cree que hay que "cambiar las reglas del juego" y avanza que no se renovarán las licencias para vivienda turística en 2028
- Este edificio se ha convertido en un símbolo de la resistencia en Cataluña contra la especulación de la vivienda
El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad del Tercer Sector Hàbitat3 han llegado a un acuerdo para comprar, a través de una fórmula social colaborativa, la Casa Orsola de la capital catalana, convertida en símbolo de la lucha de los inquilinos contra la especulación en el ámbito de la vivienda. "Ningún inquilino tendrá que abandonar la casa", ha anunciado el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, en una comparecencia para dar los detalles de la decisión.
Collboni ha explicado ante los medios que los propietarios han accedido a vender el edificio por un precio de 9,2 millones de euros, un precio "que supone un 30% menos del valor de mercado" en la zona del Eixample de Barcelona. "Por lo tanto, se anularán todos los desahucios solicitados", ha remachado.
Se trata, según el alcalde, de una operación "innovadora, extraordinaria" y "pionera" que se ha llevado a cabo gracias a una "nueva fórmula" de compra "social colaborativa": la Administración comprará con una entidad del tercer sector una finca que será gestionada para vivienda social.
Ante el posible desahucio de Casa Orsola, ha explicado Collboni, el Ayuntamiento vio con "buenos ojos" el ofrecimiento "de mediación" con la propiedad que hizo el síndic de Greuges de Barcelona y, en este proceso es cuando surgió la oportunidad de hacer esta "compra social colaborativa" con Hàbitat3, fundación que se ofreció "formalmente" a comprar la finca con el consistorio.
Collboni ha explicado que se trasladó en el marco de la mediación esta propuesta a la propiedad y esta "ha aceptado" esta misma mañana.
Con esta operación, la Fundación Hàbitat3 asumirá "la parte mayoritaria de la finca, el 51,4%" y el "48,6% lo asumirá el Ayuntamiento". . Por tanto, en el corto plazo, "ya podremos disponer de nueve pisos que pondremos a disposición de la bolsa de alquiler asequible de la ciudad". La primera consecuencia de esta compra será que "se paran los procesos de desahucios" de los inquilinos y "convertiremos todo el edificio de la Casa Orsola en pisos de alquiler asequible".
No se renovarán los pisos turísticos en 2028
El alcalde de Barcelona puso en valor que con esta decisión la situación de la Casa Orsola "se ha resuelto", pero ha apuntado que no se trata de una solución "estructural, ni puede ser replicable miméticamente" en todos los casos similares que pueda haber en la ciudad condal, ya que "cada caso es cada caso y como tal se tiene que ir abordando".
Durante la rueda de prensa, el alcalde también ha insistido en "enviar un mensaje claro" de que trabajará para garantizar el derecho a la vivienda a través de nuevas formas de gestión. "Hay que cambiar las reglas del juego", ha continuado. Así, Collboni ha anunciado que la ciudad de Barcelona va a ejecutar la no renovación de pisos turísticos en 2028, lo que "supone eliminar los pisos turísticos para que vuelvan al mercado residencial".
Además, apostarán por la regulación del precio de los alquileres y para evitar el fraude de ley en los contratos de temporada, así como por el aumento del parque de vivienda pública y privada. Barcelona, ha continuado, también está centrada en "evitar en estos momentos el punto de fuga que tenemos, muchas veces por fraude de ley, con los pisos de alquiler de temporada". "Lo que se tiene que hacer es construir más pisos, aumentar la oferta del parque de vivienda público y también del parque de vivienda privado", agregó.
El Gobierno celebra la decisión
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, se ha hecho eco de la noticia en redes sociales, donde ha asegurado que "ha ganado el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad". "Celebro la decisión del alcalde Jaume Collboni de adquirir la Casa Orsola, resultado de las movilizaciones sociales, la mediación, el diálogo y el compromiso político", ha escrito.
Por su parte, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha considerado este viernes una "buena noticia" la compra de la Casa Orsola y ha celebrado que la movilización ciudadana haya servido para que el edificio acabe en manos públicas.
En una visita a Vilanova i la Geltrú (Barcelona), ha afirmado que la compra es "fruto" de la movilización ciudadana y del trabajo del Sindicat de Llogateres, a quienes ha felicitado. Sin embargo, Urtasun ha afirmado que problemáticas de acceso a la vivienda, como en el caso de Casa Orsola están demasiado extendidas en Cataluña y el resto de España, y ha visto necesaria una "auténtica" política pública de intervención en el mercado de la vivienda de alcance estatal.
Este edificio se ha convertido en un símbolo de la resistencia en Cataluña contra la especulación de la vivienda, después de que en 2021 la empresa Lioness Inversiones adquiriera sus dos fincas y anunciara que los vecinos que debían abandonar sus viviendas cuando finalizaran sus contratos.
La noticia encendió las alarmas entre la comunidad, que acusa a la nueva propiedad de "echar a inquilinos para crear alquileres de temporada por el triple de precio" y que lleva tres años visibilizando su situación junto con el Sindicato de Inquilinos.
La presencia de cientos de vecinos el pasado 31 de enero delante de la Casa Orsola hizo que se pospusiera el desalojo de Josep Torrent previsto para ese día hasta la madrugada del martes 4 de febrero, pero una nueva concentración volvió a aplazarlo hasta el 18 de febrero. Durante este paréntesis, el alcalde Collboni dio luz verde al Síndic de Greuges de Barcelona para actuar como mediador en las negociaciones para 'garantizar el derecho a la vivienda a los inquilinos de la Casa Orsola.
El PP llevará a la Fiscalía la compra de la Casa Orsola
El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha anunciado este viernes que su formación llevará a la Fiscalía la compra al considerar que la adquisición no tiene "ninguna razón de interés público" y es "absolutamente discrecional".
En una rueda de prensa, Sirera ha tildado la operación de "muy sospechosa" y ha señalado que en 2021 el consistorio, entonces liderado por Ada Colau y con Collboni como primer teniente de alcalde, tuvo la oportunidad de comprar el inmueble por seis millones de euros y lo rechazó "porque, según ellos, no era rentable por el coste de rehabilitación".
"Es un peligroso precedente porque incentiva a otros inquilinos a no cumplir los contratos de alquiler, a mantenerse atrincherados en los pisos y a dejar en una situación de absoluta indefensión a los propietarios", ha denunciado el edil, que ha lamentado que el consistorio haya "cedido al chantaje" del Sindicat de Llogateres.
Según Sirera, la compra podría implicar "hasta tres" delitos, que no ha querido especificar, aunque ha reiterado que la operación es "absolutamente discrecional" y "no hay ninguna razón de interés público que justifique la compra".
"El Ayuntamiento no nos ha dado toda la información, la pediremos. En cualquier caso, sí que nos parece muy sospechoso que una vivienda que se podría haber comprado hace seis años por una cantidad ahora se compre sin ninguna justificación por tres millones de euros más", ha indicado.
