Enlaces accesibilidad

Cannes se derrumba con el fugado iraní Mohammad Rasoulof y su excepcional drama sobre la rebelión de las mujeres

  • The seed of the sacred fig apunta a la Palma de Oro en el último día de competición
  • El cineasta está condenado a ocho años en Irán y se fugó del país hace unas semanas

Por
El director Mohammad Rasoulof conquista el festival de Cannes con un homenaje a su pueblo iraní

Todo lo que envolvía a la presencia de Mohammad Rasoulof en Cannes era una película en sí. El director iraní llegó ayer a la Costa Azul tan solo 16 días después de que se conociese su condena a ocho años de cárcel, latigazos y la confiscación de todas sus propiedades por un tribunal revolucionario por " la intención de cometer crímenes contra la seguridad del país”. Y solo seis después de que anunciase su huida del país, atravesando montañas a pie, y, en el último día de competición del festival, Cannes extiende su lujosa alfombra roja al cineasta. Una odisea milagrosa.

Llegó el primer pase y The seed of the sacred fig resulta ser además un drama excepcional sobre las revueltas y protestas de las mujeres en Irán. Rasoulof tenía asegurada la simpatía por su oposición al autoritario régimen teocrático, pero lo visto en pantalla ha superado las expectativas: los aplausos más largos, emotivos y sinceros del festival los ha arrancado su película, candidata indiscutible y una de las grandes favoritas a la Palma de Oro.

Rasoulof ha aparecido en la alfombra del Gran Teatro Lumière portando dos imágenes de sus dos actores protagonistas, Soheila Golestani y Missagh Zareh, que no han recibido el permiso de su país para acudir a Cannes. Aunque su condena se ratificó recientemente, al director se le comunicó en primera instancia mientras todavía rodaba la película: sabía que sería arrestado, pero mientras se resolvía la apelación pudo completar el rodaje y finalmente huir en un viaje que ha definido como “angustioso”.

En una entrevista para Deadline, ha detallado su escapada: “Tuve un par de horas para tomar la decisión. La película se editaba fuera de Irán y les dije a mis colaboradores que la terminasen si no obtenía respuesta. Con ayuda de un amigo, me refugié en un lugar seguro”.

La rebelión en Irán, en un microcosmos familar

The seed of the sacred fig se centra en una familia iraní acomodada. El padre, cuya aspiración profesional es lograr una plaza de juez, acaba de conseguir un ascenso como instructor. La madre, guardiana de las convenciones sociales, pide a sus dos hijas adolescentes más recato para no poner en peligro la carrera del padre. Se acabó la exposición en redes sociales y les pide cubrirse con el hiyab. Y, en ese momento, el país estalla: la muerte de Mahsa Amini, una joven detenida por no llevar el velo en septiembre de 2022 provoca un estallido social que tendrá su fuerte eco en el microcosmos de sus protagonistas.

Mohammad Rasoulof triunfa en Cannes con 'The seed of the sacred fig'

Mohammad Rasoulof triunfa en Cannes con 'The seed of the sacred fig'

Con un sólido guion, propio del mejor Farhadi, la trama se va retorciendo sobre la familia. Las hijas asisten por redes sociales a la brutal represión, mientras el padre comprende que su ascenso implica empezar a extender condenas de muerte que sabe injustas. La desaparición del arma reglamentaria que el padre guarda en su casa, hace explotar a la familia.

The seed of the sacred fig quedará como la ficción canónica de las revueltas en Irán, con imágenes indelebles como la extracción de proyectiles del rostro de una joven amiga de las hijas. Rasoulof utiliza la sencilla metáfora de la pistola, símbolo del poder represor y de la posible revolución, para firmar un alegato enardecedor en el fondo: la semilla es imparable.

Hasta ahora, las tres películas con más opciones para la Palma de Oro tenían un enfoque juguetón, original cada una a su modo: Anora, de Sean Baker; Emilia Pérez, de Jacques Audiard, y The Substance, de Coralie Fargeat.  The seed of the sacred pig se une con una bofetada de realidad contada desde una autoridad total sobre su fondo. El jurado, finalmente, tendrá trabajo en sus deliberaciones.