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Jonás Trueba y 'Volveréis', la fiesta del fin de la pareja en Cannes: "Quería cuestionar el amor y reivindicarlo"

  • El director presenta en Cannes su película coescrita con sus actores, Itsaso Arana y Vito Sanz
  • La película, participada por RTVE, bien acogida en la Quincena de realizadores de Cannes

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Jonás Trueba presenta en el Festival de Cannes su nueva película 'Volveréis'

Vivir y rodar es indistinguible ya para Jonás Trueba y su equipo creativo. Tomando como premisa una boutade de su padre, Fernando Trueba, acerca del final de la pareja, a saber, que cualquier pareja tendría que celebrar una fiesta en el momento de la separación, ha levantado una comedia romántica única (o antirromántica según se mire) con esa combinación de ligereza y profundidad que solo habita en su cine. Cannes festeja Volveréis, único largometraje español del certamen bien acogido en la Quincena de realizadores.

Itsaso Arana, como una directora de cine, y Vito Sanz, como un actor que trabaja en sus películas, son esa pareja que, en el destemplado momento de decidir mutuamente su separación, acuerdan invitar a sus amigos íntimos y familiares para clausurar quince años de convivencia. “Nos vamos a separar, pero estamos bien”, es la frase introductoria antes de provocar el estupor de sus allegados, que les consideran poco menos que una referencia de estabilidad emocional.

La llegada a Cannes de Jonás Trueba era cuestión de tiempo. Primero, por su libertad y voluntad de cine de autor, y, segundo, por su reconocimiento en Francia: La virgen de Agosto fue nominada el Cesar a la mejor película extranjera y Quién lo impide elegida una de las 10 mejores películas de 2022 por la revista Cahiers du cinema.

Ni Trueba ni Arana habían pisado el festival nunca siquiera. “Nunca hemos venido al mercado porque las películas que hacemos son muy pequeñas, hechas a mano”, dice Trueba en una azotea de la Costa Azul. Aterrizaron unos días antes de la presentación, con tiempo de aprovechar pases. “Es una especie de esquizofrenia curiosa: un contraste entre el glamour de los diamantes y algunas películas radicales. Como un parque temático del cine”, añade Arana sentada a su lado.

P.: Lo de celebrar una fiesta de despedida del amor es una ocurrencia de tu padre Fernando. ¿También le pareció bien interpretar el personaje del padre del personaje de Itsaso rápidamente?

JONÁS TRUEBA: La idea es una ocurrencia suya, aunque lo pone en duda incluso.

ITSASO ARANA: Es una frase muy de tu padre, que es de muy de ocurrencias y de huir del dolor.

JONÁS TRUEBA: Y sí entró de golpe a interpretar. Se lo tomó con humor. Si algo tiene un enorme sentido del humor, básicamente viene de ahí: la comedia, el surrealismo, la chorrada. Y esta película habla de huir del dolor de una manera clarísima.

'Volveréis', de Jonás Trueba.

'Vito Sanz e Itsaso Arana, en 'Volveréis'.

P.: Hay una levedad experimental metacinematográfica extrema: la cineasta que interpreta Arana está montando dentro de la película una película que es la propia Volveréis. También aperecen Francesco Carril y Rodrigo Sorogoyen en el rodaje de la serie que ruedan actualmente

JONÁS TRUEBA: Estamos ya al borde de la locura o en la locura ya hace tiempo, pero somos conscientes y nos reímos de ello.

ITSASO ARANA: Es una escena muy divertida porque tiene que decidir cuándo corta un plano en el que aparece su pareja y algo de viejos conocidos que tienen que volver a amarse.

P.: La crisis de los 40. ¿Os ha cambiado su visión sobre el amor?

JONÁS TRUEBA: En esa crisis nos hallamos. Tiene que ver con muchas cosas de uno mismo: la profesión, el amor, la pareja, los amigos, la gente con la que trabajas. Con respecto al amor, me apetecía hacer una película que cuestiona el amor en pareja y al mismo tiempo diría que lo reivindica. No dar por hecho las cosas, porque entonces es cuando te despistas. Y si lo empiezas a cuestionar también de alguna forma lo pones en crisis. Esta película habla de eso: de cómo ellos se ponen en crisis de manera virtuosa.

ITSASO ARANA: También tenías reminiscencias de Todas las canciones hablan de mí, que es tu primera película y trata de una ruptura muy diferente.

JONÁS TRUEBA: Es diferente porque estaba más del lado del chico y simplemente en su egotrip de ‘estoy triste y soy muy desgraciado porque me he separado’.

ITSASO ARANA: También había algo de autoparodia con eso.

JONÁS TRUEBA: Totalmente, sí. Aquí hay una parodia de la pareja en sí, quiero pensar que de una manera más compleja.

P.: Aunque también eres directora (estrenó el año pasado Las chicas están bien) tu personaje interpreta a una cineasta, mientras que Vito Sanz es actor de sus películas. De alguna manera, intercambiáis sus roles biográficos reales. Por no hablar de que el padre de ella está interpretado por Fernando Trueba.

ITSASO ARANA: Sí, hay un buen lío freudiano ahí.

JONÁS TRUEBA:  Salió de manera natural, seguramente por ser testigo del proceso de creación de Las chicas están bien. Me pareció bonito de pronto que en esta película ella asumiera el rol de directora de cine que ya puede encarnar con todas las de ley. Luego hay otra cuestión, me gustaba que el personaje de ella estaba construído de una manera más masculina, más dura, y el personaje de él de una manera más suave, que se suele decir que es la femenina, aunque sea un error. Pero diría que hay algo de las energías cambiadas.

ITSASO ARANA: Creo que no es solo una directora: es una directora en posproducción, que es un estado muy particular donde te estás enfrentando a todos tus demonios, a tus aciertos, a tus errores. Y en la película, como está revisando la propia crisis, un momento de autoanálisis de la relación.

JONÁS TRUEBA: Antes decías una cosa muy bonita, que es como las últimas semanas de embarazo.

ITSASO ARANA: Sí, por ilusionada que puedas estar con el embarazo, en realidad te lo quieres quitar porque no lo soportas más. Tiene que ver con ese estado de desesperación e impaciencia.

Itsaso Arana y Vito Sanz, en 'Volveréis'.

Itsaso Arana y Vito Sanz, en 'Volveréis'.

 P.: Hay algo muy hermoso cuando ruedas planos de tu padre durante una comida, imágenes robadas y montadas con cariño que se convierten en un homenaje de un padre a un hijo.

JONÁS TRUEBA: Es que para mí fue muy emocionante. Ese momento trata de restituir algo que fue muy gozoso en el rodaje. Está justo en el centro de la película. Era una de las cosas que más deseaba hacer: plantar una cámara y grabar a mi padre. No sabía muy bien cómo, solo que sería de manera muy sencilla. Fue muy agradable, el rodaje ese día estaba muy tomado por la presencia de mi padre, era fuerte el hecho de que estuviese. La verdad que ese instante en la película…

ITSASO ARANA: Además, fue un momento entre tomas. De alguna forma convocado y robado a propósito. Había algo bueno de pura vida. Y creo además que el hábitat natural de tu padre es la conversación: hablar de filosofía después de comer.

P.: Hay otra secuencia graciosa en la que la pareja discute en la cocina sobre si 10, la mujer perfecta (Blake Edwards, 1979) se ha quedado obsoleta por el machismo de su protagonista, como piensa ella, o si esa comedia sigue siendo valiosa, como opina él.

JONÁS TRUEBA: Es algo que hemos discutido en el cine nosotros también, aunque entiendo las dos visiones y las comprendo.

ITSASO ARANA: Muchas veces cuando estábamos escribiendo eso nos volvíamos a enfadar (risas). La pareja a veces contradice tu herencia, tus gustos y tus limitaciones. Hay algo muy infantil en los gustos también, no quieres que la otra persona te los ponga en duda. Es un momento muy infantil, pero en el fondo hablan de otra cosa, de ellos mismos. En ese sentido, a mi personaje le ofende que él se sienta identificado con ese subnormal.

JONÁS TRUEBA: Insisto en que no es un subnormal (risas).

P.: Como sucedía en La virgen de agosto –en este caso con Itsaso- los actores colaboran en el guion.

JONÁS TRUEBA: Es algo beneficioso porque entienden la película a niveles más profundos.

ITSASO ARANA: Ya nos había dirigido a los dos juntos y por separado y una vida compartida hace que podamos llegar más lejos en atrevimiento, puedo de desarrollar frente a la cámara cosas que no podría en un lugar más industrial, cuestiones que son más radicales.