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Entrevista en RTVE

Stefania Maurizi, periodista de investigación: "El proceso contra Assange ha sido completamente ilegal"

  • La escritora italiana es autora del libro El poder secreto: por qué quieren destruir a Julian Assange y Wikileaks
  • "Por primera vez, EE.UU. ha metido en la cárcel a un periodista por revelar algo de interés público"

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La escritora Stefania Maurizi expone el "poder secreto" detrás de la persecución contra Julian Assange

Stefania Maurizi es una de las periodistas de investigación más importantes y reconocidas de Italia. Ha seguido el caso de Julian Assange desde el comienzo, porque ha estado en contacto y ha trabajado directamente con el fundador de Wikileaks y su organización desde el primer momento. Su libro El poder secreto: por qué quieren destruir a Julian Assange y Wikileaks (Akal, 2024) narra en detalle las contradicciones, trampas, traiciones y conspiraciones de Estado que han destrozado la vida y la libertad de Assange.

PREGUNTA: ¿Cree que Julian Assange va a ser extraditado y cómo se siente al respecto?

RESPUESTA: Creo que corre un gran riesgo. Hemos visto lo lejos que el Gobierno de Estados Unidos está dispuesto a ir para acabar con él durante los últimos 14 años. Sigo el caso desde el principio. La primera vez que me asocié con Wikileaks fue en 2009, incluso antes de que Assange y Wikileaks revelaran sus bombas informativas más conocidas, como "Asesinato colateral” o los papeles de Afganistán.

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En todo este tiempo, me he reunido Julian Assange como hombre libre en sólo dos ocasiones. La última vez fue en septiembre de 2010. Desde entonces, sólo he visto a Julian Assange bajo arresto domiciliario, dentro de la embajada de Ecuador, y ahora en Belmarsh, la prisión británica de alta seguridad.

Estados Unidos han hecho básicamente todo lo posible por destruir su vida, por lo que pienso que están decididos a conseguir su extradición. De lo contrario, el presidente Biden habría retirado los cargos. Lo tenía muy fácil. Podría haber dicho que era una persecución de Trump y que él no quería mandar a la cárcel a un periodista. Sin embargo, no lo ha hecho en estos cuatro años.

P: A Assange lo acusaban de paranoico por hablar de conspiraciones. Pero en su libro queda claramente demostrado que ha habido una conspiración contra él. ¿Quién está detrás, más allá de los gobiernos de Estados Unidos que le han perseguido?

R: Yo le llamo el poder secreto, lo que no es una teoría conspirativa, sino algo muy preciso. Es el complejo militar-industrial de los Estados Unidos y sus aliados. Aunque es importante subrayar que no sólo el complejo militar-industrial estadounidense odia a Julian Assange, Wikileaks y su trabajo. Es cada complejo militar-industrial, ya sea ruso o chino, el que odia que salgan a la luz sus trapos sucios, sus crímenes, su tortura. Podemos imaginar cualquier otro complejo militar-industrial persiguiendo a Julian Assange porque el poder secreto opera sin rendir cuentas en todas partes, no sólo en los Estados Unidos, el Reino Unido o Italia. Tenemos el mismo problema en todas partes

P: ¿Y concretamente en este caso?

R: Si nos centramos en este caso, no hay duda de que quienes quieren destruir a Julian Assange y a Wikileaks son el Pentágono, la CIA, la NSA, el complejo de inteligencia militar de los Estados Unidos, y sus aliados. Utilizan diferentes herramientas. Políticamente, empieza el presidente Obama. Es su Gobierno el que básicamente inicia la investigación contra Assange y Wikileaks por publicar "Asesinato colateral", los registros de la guerra de Afganistán, los de la guerra de Irak, los cables, los documentos sobre Guantánamo, etc. Sin embargo, a pesar de que Obama mantuvo abierta la investigación contra Julian Assange y Wikileaks durante ocho años, finalmente no presentaron ninguna acusación contra Assange. Podrían haberlo hecho en cualquier momento y no lo hicieron. Fue Trump quien terminó presentando cargos. Y sabemos lo que piensa el presidente Trump de la prensa, cómo odia la libertad de prensa.

Creo que es importante resaltar que Obama podría haber retirado los cargos. Pero, por desgracia, pasará a la posteridad como uno de los presidentes demócratas que, junto con el presidente Trump, ha encarcelado de por vida a un periodista por primera vez en la historia de Estados Unidos. Nunca antes Estados Unidos había encarcelado a un periodista por revelar información veraz de interés público. Es realmente importante que la opinión pública mundial entienda que estamos viendo algo nunca antes visto en los Estados Unidos, que es un país en el que la libertad de prensa goza de protección constitucional.

Por primera vez, están metiendo en la cárcel a un periodista por revelar algo de interés público. Nunca antes había sucedido. Es realmente importante porque te dice hacia dónde va nuestra sociedad, si hacia el autoritarismo o hacia la libertad de prensa. Desafortunadamente, este caso nos está diciendo que nuestra sociedad, la democracia en la que la libertad de prensa goza de protecciones constitucionales, se está haciendo autoritaria.  

P: ¿El proceso contra Assange ha sido completamente legal o se han utilizado trampas?

R: Sin lugar a dudas, se ha hecho en contra de los procedimientos legales. El proceso legal ha sido totalmente forzado con el fin de destruir la libertad y la vida de un periodista por exponer crímenes de guerra. Hay tantas cosas completamente sin sentido en este caso. Por ejemplo, nosotros los periodistas publicamos los mismos documentos, hicimos las mismas revelaciones sobre la guerra de Afganistán, la guerra de Irak, sobre Guantánamo y la diplomacia de EE.UU., y sin embargo ninguno de nosotros ha sido encarcelado. Ninguno de nosotros ha sido interrogado. Ninguno de nosotros ha tenido problemas. ¿Cómo se puede explicar este doble rasero desde un punto de vista jurídico? Por eso precisamente el Gobierno de Obama se negó a acusar a Assange, porque no podían dar con una manera legalmente sensata para imputarlo a él y, al mismo tiempo, no acusarnos a nosotros los periodistas que publicamos lo que Wikileaks nos facilitaba. No tiene sentido.

Pero es que, además, había un el editor, John Young, el fundador de Cryptome, que publicó los mismos cables de Wikileaks, sin ningún tipo de edición, un día antes de que aparecieran online en 2011. Yo puedo asegurarte que ni siquiera eso fue una decisión de la Wikileaks de Julian Assange. Fue el resultado de la acción de terceros sobre los que Julian Assange no tenía ningún control. Julian Assange, Wikileaks y nosotros los periodistas habíamos pasado casi un año redactando cables. Entonces, ¿cuál era el objetivo de publicar después de casi un año, cables sin redactar? 

Sin embargo, este tipo, publicó materiales restringidos y secretos, toda la colección de cables, un día antes que Wikileaks. Y, sin embargo, las autoridades de Estados Unidos nunca lo han acusado, y él ni siquiera ha eliminado la documentación de su sitio web, que nunca ha tenido ningún problema, en absoluto. De nuevo, ¿cómo se puede justificar este doble rasero? John Young es un ciudadano estadounidense. Se supone que debe obedecer las leyes de este país, incluyendo la Ley de Espionaje, que es una ley terrible, pero él es un ciudadano de EE.UU., y como ciudadano de los EE.UU., se supone que debe cumplir con las leyes de este país. Y los Estados Unidos ni siquiera se preocuparon en llamarle para pedirle que retirara la documentación o de acusarle, como hicieron con un periodista australiano que se supone que no está sometido a las leyes estadounidenses. No hay manera de explicar este doble rasero.

P: Si hay esos problemas, ¿cómo es posible que se haya seguido adelante?

R: Esa es la cuestión. Hay tantos problemas en este proceso legal que uno se pregunta cómo podemos seguir adelante de esta manera. Pero hay algo todavía más importante. Llevo quince años trabajando en este caso, e investigado mucho para conseguir la documentación de cuatro países: Estados Unidos, Reino Unido, Suecia y Australia. Porque sin documentos, sin hechos, sólo hay opiniones. Y se supone que el periodismo debe conseguir los documentos para descubrir y revelar los hechos, no sólo conjeturas o rumores… En fin, déjame decirte lo que he visto en esta década es que el proceso ha sido forzado para hacer que la persecución de Julian Assange parezca legal, cuando en realidad es completamente ilegal. En una sociedad autoritaria, Assange habría sido asesinado. Habrían enviado asesinos para matarlo. Pero en nuestras sociedades democráticas, las autoridades de EE.UU. o del Reino Unido no pueden enviar asesinos para matar al director de un periódico, a un periodista.

El mundo se moviliza a favor de Wikileaks

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Y eso que sabemos que, al menos una vez, la CIA llegó a idear un plan para hacerlo. Prepararon una acción de envenenamiento para secuestrarlo en mitad de la noche, como se habría hecho en una sociedad autoritaria. Pero, al final, siguieron el proceso legal. Y este procedimiento se utilizó precisamente para dar una cobertura de legalidad a lo que es completamente ilegal. La persecución de un periodista sólo por denunciar crímenes de guerra, sólo por denunciar torturas, es completamente ilegal. En una sociedad democrática debe ser legal y posible revelar crímenes de guerra y torturas. 

P: ¿Por qué Assange ha sido tan severamente perseguido?

R: Porque ellos, las autoridades de EE.UU. y el complejo de inteligencia militar no tratan sólo de destruir a Julian Assange, sino las revoluciones de Wikileaks, de manera que el próximo periodista, la próxima fuente que tenga en su mano, la próxima Chelsea Manning que tenga el siguiente "asesinato colateral", se lo piense tres o cuatro veces antes de filtrarlo. Para que tenga en mente que puede acabar como Julian Assange, pasándose siete años en una embajada sin salir a la calle, o cinco años en las prisiones más duras. Quieren que piense que sólo hay una vida, y que se pregunte por qué debería pasarla de esa manera. Han perseguido y destruido a Assange de esta manera tan brutal precisamente para deshacerse de él y de Wikileaks. Porque, además, Wikileaks ha dejado de publicar. No están publicando en la actualidad porque están completamente absorbidos y enfocados en salvar a Julian Assange. Básicamente los han enterrado bajo los casos legales de modo que, al final, han conseguido aniquilar su trabajo periodístico. 

P: Usted misma escribe en el libro: "¿Podía haber, sin embargo, un final feliz para quienes, como Manning, Snowden, Assange y los periodistas de WikiLeaks, revelan los abusos del poder secreto?". Se lo pregunto a usted: ¿puede haber un final feliz?

R: Eso espero. Es para lo que me he dedicado 15 años a investigar este caso. Y si no hubiera visto lo que pasó, no podría creerlo. Tal vez, me diría: hay algo que no sé. Pero como he estado ahí desde el principio, sé que todo lo que han hecho es recibir materiales de fuentes de cobertura excepcional, como Chelsea Manning, una de las fuentes periodísticas más importantes de la historia del periodismo. Necesitas un tremendo coraje para hacer esto. Y el coraje no fue sólo de Manning, que lo filtró, poniendo en riesgo su cabeza. También hubo mucho coraje por parte de Julian Assange y los periodistas de Wikileaks, porque no vale de nada tener las revelaciones más explosivas si, después, el periodista no tiene el valor de publicarlas. Se necesita un valor excepcional para publicar esos documentos.

Y si me pregunta, ¿espero un final feliz? Espero que sí. Porque si no hay final feliz significa que un periodista ha sido encarcelado para siempre por revelar detenciones extraordinarias, torturas y crímenes de guerra extremadamente brutales y cosas por el estilo; y, si no es posible publicar eso, ¿para qué sirve el periodismo en una democracia? Sabemos que en una dictadura no es posible: te meten en la cárcel de por vida, te matan, hacen este tipo de cosas. Pero en una democracia debe ser posible. Así que tenemos que ganar este caso, no sólo por la vida de Julian Assange, no sólo por los periodistas de Wikileaks, sino por nosotros.

P: Y, sin embargo, como usted misma dice en el libro, este objetivo se enfrenta con la apatía de las sociedades, que tal vez ven este caso como un problema de periodistas, de un Assange cuya reputación ha sido destruida, como algo que es ajeno a los problemas corrientes de la sociedad. ¿Esa apatía juega también en contra de Assange y Wikileaks?

R: En primer lugar, quiero aclarar que después de que se publicara mi libro en Italia, mucha gente empezó a movilizarse. La gente, cuando conoce los hechos, reacciona, se da cuenta de que se está cometiendo una injusticia monstruosa. Y quieren saber lo que está pasando. En los últimos tres años, Italia se ha convertido en uno de los países más activos a la hora de protestar y pedir la libertad de Julian Assange. Esto es muy importante para nosotros como periodistas: cuando se educa al público, cuando se le dan hechos, la gente reacciona, hace algo.

Por otro lado, creo que tu pregunta es realmente importante. La gente piensa que, si son ciudadanos de a pie, si son profesoras o peluqueros, sus vidas nunca van a chocar con el poder secreto. Se dicen: "Yo soy profesora, ¿por qué debería preocuparme por los servicios secretos?”. “Soy peluquero. ¿por qué debería preocuparme por el complejo militar industrial?”. “Soy un ciudadano común, y mi vida nunca se va a cruzar con este nivel de poder. Soy un ciudadano normal con una vida ordinaria". Sin embargo, esto no es cierto en absoluto. Incluso si usted es un ciudadano con un trabajo humilde y normal, su vida también está afectada por este nivel de poder, el más alto nivel de poder, donde operan los servicios secretos y la diplomacia. En primer lugar, este poder decide si tu país se va a pasar veinte años en Afganistán haciendo la guerra, gastando miles de millones que luego no están disponibles para hospitales, escuelas o universidades. Por lo tanto, estas decisiones tienen un impacto en nuestras vidas. 

Pero no es sólo eso. Puedes ser un ciudadano como el vendedor alemán Khaled al Masri. Estaba de vacaciones y lo secuestraron agentes de la CIA. Fue torturado sólo por un error de identidad. Este hombre pudo recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos gracias a los documentos revelados por Wikileaks. Así que incluso si usted es vendedor, un humilde ciudadano con un trabajo ordinario, usted también necesita que este poder sea expuesto. Porque un día podría ser que tu vida lo necesite. Y, a menos que haya alguien que revele los crímenes de Estado, no hay manera de hacerlo. 

Yo estoy muy orgullosa porque nuestros jueces y fiscales en Italia fueron capaces de identificar a los agentes de la CIA responsables de la detención y entrega extraordinaria de un clérigo de Milán, Abu Omar. Y fuimos el único país del mundo que condenó a estos agentes de la CIA. Pero ninguno de ellos fue a la cárcel. ¿Por qué? Porque este nivel de poder consigue no rendir cuentas ante la ley. Están por encima de la ley. Incluso con los mejores fiscales, incluso con los jueces más independientes, no responden ante la ley. Así que la única manera de hacer que sean responsables es desenmascarándolos, exponiendo los trapos sucios y sus crímenes.

Julian Assange no reveló secretos sobre la seguridad de un aeropuerto. Esos son secretos legítimos. Los secretos que protegen la seguridad de los ciudadanos son absolutamente legítimos. Julian Assange y Wikileaks expusieron los secretos acerca de crímenes de Estado extremadamente graves, crímenes de guerra extremadamente graves, torturas extremadamente graves, ejecuciones extrajudiciales extremadamente graves. Tiene que haber alguien, y esa es la prensa, la que puede exponer los crímenes de este nivel de poder.