El papa Francisco celebra la misa de Domingo de Ramos sin pronunciar la homilía y prefiere guardar un minuto de silencio

• Según la liturgia de la Iglesia católica pronunciar la homilía es facultativo durante el Domingo de Ramos
• Es la primera vez que el pontífice no pronuncia la homilía en fecha tan señalada, que marca el comienzo de la Semana Santa

El papa suspende la lectura de la homilía el Domingo de Ramos dando paso en su lugar a un silencio para la reflexión

El papa Francisco ha celebrado la misa de Domingo de Ramos ante más de 25.000 fieles que se han congregado en la plaza San Pedro en el Vaticano, pero ha preferido no pronunciar la homilía que tenía preparada para la ocasión.

En la apertura de la celebración eucarística que abre los ritos de la Semana Santa, el pontífice había mostrado una voz cansada y al final de la lectura del Evangelio, cuando se esperaba la homilía, siguió un prolongado silencio tras el cual se pasó directamente al credo.

La decisión del papa, que ha preferido no leer la homilía para que los fieles pudieran reflexionar sobre el Evangelio de la Pasión y Muerte de Cristo, fue totalmente inesperada, ya que estaba previsto que lo hiciese en el Domingo de Ramos y ha sorprendido a todos al no hacerlo.

Según la liturgia de la Iglesia católica pronunciar la homilía es facultativo durante el Domingo de Ramos, de hecho, si se pronuncia se pide a los sacerdotes que sea breve. Con todo, es la primera vez que el pontífice no pronuncia la homilía del Domingo de Ramos, que marca el comienzo de la Semana Santa para la Iglesia Católica.

Para encontrar en la historia de la Iglesia reciente otro momento en el que un papa no haya pronunciado la homilía en fecha tan señalada, hay que remontarse a marzo del 2005, cuando Juan Pablo II no pudo celebrar la misa del Domingo de Ramos por sus problemas de salud, si bien ese día se asomó a la ventana de su estudio en el Vaticano.

Tras padecer una gripe, el papa arrastra problemas respiratorios

De momento, la Oficina de Prensa del Vaticano no ha informado de las razones del pontífice por las que ha concelebrado la misa junto al cardenal Claudio Gugerotti, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

La plaza de San Pedro estaba engalanada con las ramas de olivo y palmas que los fieles, religiosas y miembros de la Curia habían portado en procesión antes de la misa, recordando la entrada triunfal en Jerusalén de Jesús de Nazaret. Después se trasladaron hasta el interior de la basílica en uno de los ritos más antiguos del catolicismo, que data del siglo IIII y en el que han participado 30 cardenales, 25 obispos y 350 sacerdotes. 

Hace más de tres semanas, el papa Francisco tuvo una gripe y desde entonces aunque ha seguido con su agenda no ha podido leer en muchas ocasiones ya que se cansa al leer largos discursos. El pasado miércoles, durante la audiencia general, el papa no leyó la catequesis preparada y en su lugar lo hizo un colaborador porque. "Todavía no puedo", dijo en referencia a los problemas respiratorios que arrastra.

El año pasado celebró la misa del Domingo de Ramos un día después de salir del hospital donde estuvo ingresado por una bronquitis.

El papa condena el "vil atentado terrorista" en Moscú

Durante el rezo del Ángelus posterior a la misa, el papa ha condenado el "vil atentado terrorista" del pasado viernes en Moscú, que causó al menos 133 muertos, y que ha calificado como "una acto inhumano que ofende a Dios".

"Aseguro mis oraciones por las víctimas del vil atentado terrorista perpetrado la otra noche en Moscú. Que el Señor las acoja en su paz y conforte a sus familias", ha dicho el pontífice, que también ha mostrado su esperanza de que "convierta los corazones de aquellos que protegen, que organizan y realizan estos actos inhumanos que ofenden a Dios, que ordenó 'No matarás'".

Según los últimos datos proporcionados por las autoridades esta mañana, el ataque terrorista ha causado al menos 133 muertos, entre ellos tres niños, y 152 heridos, la mayoría de los cuales siguen hospitalizados, casi medio centenar en estado grave.

Desde muy tempranas horas de la mañana los moscovitas llevan flores al lugar del atentado en la ciudad de Krasnogorsk, a unos 20 kilómetros del centro de Moscú y que ha sido reivindicado por el Estado Islámico.