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El Collar de la Orden de Carlos III, un galardón muy exclusivo para la mayoría de edad de Leonor

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La princesa Leonor recibirá el Collar de la Orden de Carlos III, la máxima distinción al mérito civil

La princesa Leonor jura este martes la Constitución española coincidiendo con su 18 cumpleaños en un acto cargado de simbolismo que "garantiza la continuidad de la Corona", según ha señalado el Gobierno. Además de la ceremonia solemne que tendrá lugar en el Congreso de los Diputados, habrá un acto posterior en el Palacio Real en el que Leonor recibirá -a propuesta del Ejecutivo- el Gran Collar de la Orden de Carlos III, al igual que lo hizo su padre, el rey Felipe VI, al alcanzar la mayoría de edad.

Esta será la segunda gran condecoración que reciba la princesa de Asturias, a quien en 2018 ya le fue impuesto el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, coincidiendo con el 50 cumpleaños del monarca.

A diferencia de aquella, que tiene un carácter más dinástico, la Orden de Carlos III es una distinción de carácer civil, la más alta que existe en nuestro país. Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el rey Carlos III la creó el 19 de septiembre de 1771 "con el fin de condecorar a individuos beneméritos" y bajo el lema "Virtuti et merito" ("a la virtud y el mérito"), reservándose el gran maestrazgo para sí mismo y para sus sucesores.

El motivo de la creación fue el nacimiento del primer hijo del príncipe de Asturias, lo que aseguraba la continuidad dinástica, aunque el infante nunca llegaría a reinar ya que murió tres años después, lo que no impidió que se mantuviera la orden, cuyos distintivos lucieron con orgullo españoles insignes de ambos lados del Atlántico.

El príncipe Felipe jura la Constitución (1986)

Suspendida durante la Segunda República

Aunque inicialmente surgió como una orden de caballería -y, por lo tanto, militar-, en 1847, durante el reinado de Isabel II, la Orden de Carlos III pasó a tener carácter exclusivamente civil, estableciéndose cuatro grados de la misma y determinándose que fuera el mérito -y no el servicio a la Corona- lo que propiciara la distinción.

La Orden de Carlos III fue suspendida brevemente durante la Primera República (1873-1874) y de nuevo desde inicios de la Segunda República (1931) hasta 1942, cuando fue restablecida por el general Franco, quien se reservó su jefatura a pesar de la oposición de los herederos de la Corona.

Con la muerte del dictador y la llegada de la democracia en 1975, el rey Juan Carlos I asumió el gran maestrazgo y facilitó la modernización de la institución, permitiéndose a partir de 1983 la incorporación de las mujeres, circunstancia que había estado vetada hasta la fecha.

En 2002, la Real y Distinguida Orden de Carlos III y sus condecoraciones pasaron a estar reguladas por un Real Decreto en el que establece que se trata de "la más alta distinción honorífica entre las órdenes civiles españolas" y cuyo objeto es "recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la nación".

También regula el cargo de Gran Maestre, que recae en el rey de España, y de Gran Canciller, que ostenta el presidente del Gobierno, quien al tomar posesión de su cargo "será investido con el grado de Caballero o Dama Gran Cruz de la misma".

Collar de la Real Orden de Carlos III

Imagen facilitada por Casa Real del Collar de la Real Orden de Carlos III. CASA REAL

Cuatro grados

El Real Decreto fija los cuatro grados de la orden -collar, gran cruz, encomienda de número y cruz- y establece que la principal distinción, el collar, podrá recaer en "los miembros de la familia real, los jefes de Estado y de Gobierno y en aquellos ciudadanos españoles que estén en posesión de la gran cruz con más de tres años de antigüedad", limitándose a 25 el número de ciudadanos españoles vivos a quienes se pueda conceder, sin incluir en esa cifra a los miembros de la Familia Real.

Además, se puede conceder esta insignia "a personas de nacionalidad extranjera, siempre que hayan prestado extraordinarios y meritorios servicios a España, o bien por cortesía y reciprocidad a altos dignatarios de otras naciones".

El Real Decreto regulador fija que el collar está compuesto por un total de 41 piezas a modo de eslabones, entre las que se encuentran "la cifra de oro del Monarca que da nombre a la Real Orden, orlada de palma y laurel de oro, esmaltados en verde y rojo", dos leones rampantes de oro, un castillo también de oro y un trofeo de guerra.

De la cifra pende la venera de la orden: una cruz de oro formada por cuatro brazos iguales, rematados por ocho esferas de oro, cuyo centro es de esmalte azul añil, contorneado por una franja de esmalte blanco. En cada antebrazo figura una flor de lis de oro pulido. En el anverso, la venera muestra una imagen de la Purísima Concepción en relieve y color y en el reverso, la cifra de Carlos III con el lema de la orden: Virtuti et merito.

La princesa Leonor vive su primer desfile como militar y su primera recepción junto a los reyes

Un club muy exclusivo

Con la imposición del Collar, la princesa Leonor pasa a formar parte de una reducida nómina de personalidades que ostentan esta insignia, ya que actualmente solo otras 13 personas vivas están en posesión de dicha distinción, incluyendo su padre, Felipe VI -que lo recibió en 1986- y su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I, a quien le fue otorgado en 1962.

Completan esa relación los expresidentes de Portugal Marcelo Rebelo de Sousa (2018) y António Ramalho (1979); el expresidente de México Enrique Peña Nieto (2015); la expresidenta chilena Michelle Bachelet (2014); Nicholás Sarkozy, expresidente de Francia (2009); Harald V, rey de Noruega (2006); Mohamed VI de Marruecos (2005), Enrique, gran duque de Luxemburgo (2001); el exemperador de Japón Ahikito; y los reyes de Dinamarca y Suecia, Margarita (1980) y Carlos XVI Gustavo (1979), respectivamente.

El Collar de la Orden de Carlos III también se ha concedido en ocasiones a título póstumo a personalidades relevantes como sucedió en 2014 y 2008 con los expresidentes del Gobierno Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo.