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Murcia da el último adiós a las 13 víctimas del incendio en las discotecas de Atalayas con una misa en la Catedral

  • A la ceremonia han asistido unas 300 personas, entre las que estaban autoridades políticas, militares y religiosas
  • El obispo ha nombrado a los fallecidos y ha entregado a sus allegados una rosa blanca por cada uno de ellos

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El obispo de la Diócesis de Cartagena entrega una flor a un familiar de los fallecidos
El obispo de la Diócesis de Cartagena entrega una flor a un familiar de los fallecidos

Familiares y allegados de las 13 personas que fallecieron el pasado 1 de octubre en el incendio que arrasó dos discotecas en Murcia han participado este miércoles, junto con numerosas autoridades políticas, militares y religiosas de la comunidad autónoma, en una misa funeral en la Catedral de la ciudad.

La misa ha sido oficiada por el obispo de la diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca, que ha estado acompañado por el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil, y por una quincena de sacerdotes.

En el templo han seguido la ceremonia unas 300 personas, entre las que destacan, además de los familiares de los fallecidos, la ministra de Política Territorial en funciones, Isabel Rodríguez; el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; el alcalde de Murcia, José Ballesta, y el de Caravaca de la Cruz, donde residían cuatro de las víctimas, José Francisco García, el delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Jiménez, y el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Asimismo, han participado en la celebración la presidenta de la Asamblea Regional de Murcia, Visitación Martínez, así como numerosos consejeros del Ejecutivo autonómico, diputados regionales del PSOE, y concejales de la corporación municipal, entre otras autoridades.

Una homilía con "respeto, cercanía y silencio"

En su homilía, el obispo ha trasladado su "respeto, cercanía y silencio" hacia las familias. De hecho, el silencio ha sido la idea principal de su discurso porque, ha subrayado, "cuando es difícil comprender un dolor tan grande (...) el silencio es más elocuente que el ruido de los discursos".

Por ello, ha apelado al "silencio del respeto por la conmoción interior" que aparece "cada vez que la muerte se hace presente sin llamar a la puerta". El obispo ha tenido también palabras de agradecimiento para los trabajadores y voluntarios de los servicios sociales, Cruz Roja y Protección Civil, que han acompañado a los familiares desde el día de la tragedia.

Durante la misa, el coro de la Catedral ha interpretado diversos cantos como Alleluya, de W.A. Mozart; Sanctus de la misa alemana, de F. Schubert; Agnus Dei de la misa brevis, de Sh. Potterfield; Lacrimosa, del Réquiem de Mozart; Pie Iesu, del Requiem de Webber; Cerca de ti, de L. Masson; y 'Señor me cansa la vida', de J.A. García. Durante la despedida ha sonado 'La muerte no es el final'.

El momento más emotivo ha tenido lugar al final de la celebración, cuando el obispo ha nombrado, uno por uno, a los 13 fallecidos, y ha entregado a sus allegados una rosa blanca por cada uno de ellos. Después, las autoridades se han acercado a dar el pésame a los familiares, aunque algunos de ellos han abandonado el templo antes de ese momento.

La celebración de esta eucaristía, que ha durado en torno a una hora y en la que se ha podido escuchar el órgano monumental, fue propuesta por el propio obispo y la diócesis ha contactado con todas las familias afectadas para invitarlas al acto.