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España creció un 0,5% en el segundo trimestre, una décima más de lo esperado

  • Destaca el impulso de la demanda interna y, en especial, el crecimiento del gasto de los hogares
  • Exportaciones e importaciones, por su parte, retroceden ante la difícil coyuntura de los socios comerciales

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España creció un 0,5% en el segundo trimestre, una décima más de lo esperado

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha mejorado en una décima el crecimiento de la economía española en el segundo trimestre, hasta el 0,5%, impulsada por la demanda interna y el empleo. El dato de este viernes confirma que la economía española siguió manteniendo el dinamismo de abril a junio, aunque con un empuje menor de lo esperado, tal como se apreció en el dato preliminar, por los envites de la inflación, la subida de tipos y la difícil coyuntura de nuestros socios comerciales.

Pese a la mejora, la actividad se ralentizó respecto al primer trimestre, cuando registró un repunte del 0,6%, al igual que la tasa interanual de crecimiento: de abril a junio el PIB finalmente avanzó al 2,2% frente al 4,2% anterior. No obstante, esta tasa es cuatro décimas superior a la avanzada previamente.

"Los datos de 2023 certifican que se mantiene el dinamismo, solidez y resiliencia de la economía española con un crecimiento superior al 2%, lo que es especialmente significativo en un contexto de elevada incertidumbre internacional y subida de tipos de interés", apuntan a RTVE fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos.

Entre otros motivos, Estadística destaca el empuje de la demanda nacional (consumo e inversión), que aportó 2,3 puntos al crecimiento interanual, un punto más que en el primer trimestre. Por su parte, la demanda externa (exportaciones e importaciones) se situó en negativo, restando 0,1 puntos a la cifra global, casi tres puntos menos que en el trimestre anterior.

El consumo tiró de la demanda nacional

La clave para esta revisión ha sido el consumo, con un comportamiento mejor que en los primeros tres meses del año, coincidiendo con el adelanto de la temporada de verano gracias al buen tiempo: el gasto de las familias creció un 0,9% entre abril y junio, seis décimas más que en el primer trimestre. De la misma forma, el gasto público registró un repunte del 1,6%, frente a la caída del 0,5% entre enero y marzo.

La inversión, por su parte, frenó su crecimiento, quedando en el 1,9% en el segundo trimestre del año, muy por debajo del 3,1% del trimestre precedente. No obstante, el dato positivo lo trae la vivienda, que creció de abril a junio un 3,6%, dos puntos más que en el periodo previo.

Por contra, la difícil coyuntura económica de los principales socios comerciales de España -el PIB de la eurozona se estancó en el segundo trimestre- contribuyó de forma negativa a la demanda externa: las importaciones cayeron un 2,1%, mientras que las exportaciones lo hicieron en un 3,2%, frente a los avances del 4,1% y del 4,6%, respectivamente, que registraron en el primer trimestre del ejercicio. Ni siquiera el empuje del turismo pudo compensar ese descenso.

Nuevo máximo trimestral del PIB a precios corrientes

Y, frente al repunte generalizado de todos los sectores en el primer trimestre, entre abril y junio tan solo registraron aumentos la construcción y los servicios, siendo del 0,9% en cada caso. Por contra, la agricultura bajó un 2,4% y la industria lo hizo un 1,2%.

De esta forma, el PIB a precios corrientes se situó en 362.400 millones de euros, registrando un nuevo máximo trimestral en la serie histórica tras sumar 859 millones respecto al primer trimestre. En lo que respecta a la tasa interanual, aumentó un 8,7% y se queda a 2,3 puntos de diferencia respecto a los meses previos.

Con ello, el deflactor implícito de la economía presenta una variación interanual del 6,4%, dos décimas inferior a la del trimestre anterior.

En lo que respecta al empleo, en términos de horas trabajadas, en el segundo trimestre se registró un crecimiento del 1,5% con respecto de enero a marzo. No obstante, en comparación con el mismo periodo del año anterior, se observó un freno en las mismas: las horas trabajadas crecieron un 1%, si bien la tasa es ocho décimas inferior a la del primer trimestre.

Por su parte, los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecieron un 0,5%, dos décimas más que de enero a marzo, lo que supone un incremento de 576.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.

España recuperó en 2022 los niveles prepandemia

Esta misma semana, Estadística también revisaba al alza los datos de Contabilidad Nacional correspondientes a 2021 y 2022, con un aumento de nueve y tres décimas, respectivamente. Según los datos, la economía española creció finalmente un 6,4% en 2021 y un 5,8% en 2022, lo que implica que la recuperación del PIB previo a la pandemia se adelantó varios trimestres.

De hecho, si se suman las revisiones de la serie anual, la trimestral de enero a marzo y la de este viernes, el PIB español es ahora un 1,5% superior al calculado inicialmente. De esta forma, España se encontraría ya muy por encima de los niveles previos a la irrupción de la COVID-19 y se habría alcanzado dicho umbral en 2022, frente al primer trimestre de 2023 como se estimó en un principio.

"España es la economía europea con mayor crecimiento y menores niveles de inflación durante el último año; este buen comportamiento diferencial se va a mantener en este 2023 según las previsiones más recientes", recalcan desde el departamento que dirige en funciones Nadia Calviño, en referencia a las proyecciones publicadas en los últimos días por diferentes organismos económicos como el Banco de España o la OCDE, que estiman un crecimiento en el entorno del 2,3% este ejercicio.