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Radiografía del PP

Feijóo se lanza a completar el cambio de ciclo en España en medio de una difícil convivencia con Vox

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Elecciones Generales: Alberto Núñez Feijóo, candidato del Partido Popular
Alberto Núñez Feijóo en un acto en Madrid

El líder y candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha elegido este domingo la plaza de toros de Pontevedra, símbolo de sus cuatro mayorías absolutas en Galicia, para uno de los primeros mítines de esta campaña electoral con la que busca precisamente repetir otra de esas mayorías aplastantes de las que hizo gala en su tierra durante cuatro legislaturas y que ahora busca para llegar a La Moncloa "libre de ataduras". Esa atadura no es otra que Vox, partido con el que prefiere no gobernar, pero con el que el PP ya gobierna en tres comunidades (Castilla y León, Extremadura y Comunidad Valenciana), además de más de 140 ayuntamientos, y al que dará entrada en su Ejecutivo en el caso de necesitar su voto afirmativo para armar una mayoría.

La gran mayoría de encuestas le dan la victoria al PP, pero todas apuntan a una mayoría absoluta sumando con Vox. Y ahí los 'populares' se ven menos cómodos.

La precampaña del PP quedó completamente enterrada por sus pactos de gobierno y de investidura con la formación de Santiago Abascal. No se ha hablado prácticamente de otro asunto y ha servido de munición para que PSOE, Sumar y otras formaciones alerten sobre la "involución en derechos" que supone gobernar, a su juicio, con un partido que ha 'obligado' al PP a retirar de sus acuerdos el concepto de violencia de género, que elimina de instituciones públicas la bandera LGTBI y que defiende posturas negacionistas con el cambio climático.

El PP firma esos acuerdos, pero dice que la existencia de la violencia de género "no está en discusión" y pone negro sobre blanco en su programa electoral y como uno de sus principales objetivos la "erradicación" de la violencia machista, mientras que Vox también deja claro el suyo y promete la derogación de todas las leyes que denomina "de género" entre las que se encuentran la ley del aborto, la 'ley trans' y la ley contra la violencia de género. Difícil convivencia de ambas posturas.

El PP, que ha calificado el programa de Vox de "delirio", defiende que no es Vox y Feijóo insiste en que no es Abascal, que "nada tiene que ver" y busca rematar este 23J el buen resultado obtenido en las elecciones autonómicas y municipales del 28M. Sueña con una mayoría absoluta y con un Consejo de Ministros donde no tenga que sentar más que a titulares del PP y da una cifra de escaños- 150- a partir de los cuales él considera Vox le debería dejar gobernar en solitario.

"Si le tengo que pedir a Vox el sí, lo lógico es que forme parte de mi Gobierno", ha dicho Feijóo. Abascal repite cada minuto de campaña que no le va a dar al PP los votos "gratis".

Según el promedio de sondeos de DatosRTVE, calculado a partir de las encuestas publicadas en diferentes medios, el PP sería la formación más votada, con un 33% de los votos y 137 escaños. Son 48 diputados y 12 puntos más que en las elecciones generales de 2019, y con los 39 escaños que el promedio atribuye a Vox (actualmente tiene 52), ambos partidos sumarían 176 escaños, cifra exacta en la que se encuentra la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.

'Es el momento', el lema del PP, que apela al voto útil

Feijóo repite que ninguna encuesta auguró el aplastante triunfo del PP en mayo y cree que también se quedarán cortas este 23J y que podrá seguir el modelo que él prefiere, el de las mayorías amplias, y que el PP ha obtenido recientemente en plazas como Andalucía, la Comunidad de Madrid y La Rioja.

Para ello llama constantemente al voto útil en el espacio de la derecha, pero también se lanza incluso a por los socialistas "que no aceptan los pactos de Sánchez con Bildu". "Es el momento" es su lema y en cada acto repite: "¿de qué es el momento? es el momento de acabar con el sanchismo", mantra que repiten los 'populares' desde hace meses focalizando en la figura del presidente la diana hacia la que apuntar.

La de Feijóo va a ser una campaña "muy pegada a la calle" con muchos mítines, prácticamente a diario por la mañana y por la tarde. Ironiza y dice que él sí puede salir a la calle, "no como Sánchez, que prefiere los platós de televisión".

La ruta de Feijóo está sujeta a cambios para apretar en los territorios más reñidos, e incluye tanto las autonomías gobernadas por Vox como puntos débiles para el PP como País Vasco o Cataluña. Barones y baronesas como Juanma Moreno e Isabel Díaz Ayuso y los expresidentes José María Aznar o Mariano Rajoy tendrán también protagonismo.

Feijóo rememora la mayoría aplastante de Mariano Rajoy en 2011, cuando alcanzó los 186 diputados, pero en esta década que ha pasado la política ha dado un giro absoluto y el multipartidismo convierte en casi imposible hablar de esos números.

El presidente del PP se resiste y no compra el relato del bibloquismo que se ha instalado este 23J y que alienta el PSOE. Los socialistas asumen y dan por hecho que si gobiernan será porque puedan sumar con Yolanda Díaz, pero el PP no quiere dar por hecho que él solo llegará de la mano de Vox a La Moncloa. Insiste en cada mitin y acto en que va a por la mayoría absoluta.

Ante la complejidad del mapa electoral y dándose ganador seguro de estos comicios, Feijóo mira además al PSOE, al que pide abstenerse para evitar que Vox entre en el Gobierno. También el PNV ha planteado este movimiento, que sin embargo Pedro Sánchez descarta por completo.

Feijóo presume de cumplir objetivos y "derogar el sanchismo" es el principal

Feijóo ha presumido en precampaña de ir cumpliendo los objetivos políticos que se ha ido marcando en su larga carrera política: unir Galicia fue el primero, unir el PP- tras la mayor crisis interna vivida en febrero de 2022 que derivó en la salida de Pablo Casado- fue el segundo y reconoce que lo hizo casi obligado ante la gravedad de la situación; y ahora va a por el tercer y definitivo fin: "unir a los españoles" y "derogar el sanchismo".

En las últimas semanas el 'popular' ha ido desgranando las leyes que quiere derogar, entre otras, la ley de Memoria Histórica, la ley de eutanasia, la ley de Educación y la 'ley trans'. También cree que Igualdad no debe ser una cartera ministerial, aunque sí ha dicho que será una competencia que recaiga directamente de Presidencia del Gobierno.

Finalmente el PP mantendrá la reforma laboral pactada por el Gobierno, la patronal y los sindicatos y los 'populares' han llegado a decir que votar en contra de la misma fue un "error".

¿Si no gobierna qué pasa con su liderazgo?

Del resultado del 23J dependerá el liderazgo de Feijóo al frente del PP. Un liderazgo sin discusión después de que el gallego dejase su tierra para ir a una Génova en llamas. Pero en el caso de no ganar o incluso de ganar pero no poder gobernar la situación puede cambiar.

Feijóo ha venido a decir que no tendrá más oportunidades para ser presidente de España porque si no lo logra este 23J no lo intentará más y en ese punto se puede abrir de nuevo el melón de la sucesión en el PP donde existen dos figuras en la mente de todos: Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno.

El 'popular' ha hecho malabares y equilibrios para conjugar las posiciones más moderadas de su partido, que ven con recelo a Vox, y las más duras, más cercanas a las tesis radicales de Abascal. El marcaje de Vox a la derecha es difícil de gestionar para el PP y más ahora que ve como el partido puede pedir ministerios con nombres y apellidos. Eso son palabras mayores y en el PP lo saben.

Todo el PP rema en la misma dirección camino del Gobierno de España. El objetivo: que las encuestas se conviertan en realidad.