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Arte

Un paseo por la Galería de las Colecciones Reales en 12 piezas maestras

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Imagen de una de las salas donde se exhibe la "carroza negra" de 1670
Imagen de una de las salas donde se exhibe la "carroza negra" de 1670

Monumental sería la palabra exacta para definir la Galería de las Colecciones Reales de Madrid, que muestra sus joyas al público desde este jueves 29 de junio y con jornadas de puertas abiertas gratuitas los días 5, 6 y 7 de julio. La inauguración institucional a cargo de los reyes se producirá después de las elecciones generales.

Galería de las Colecciones Reales: una pequeña parte del Patrimonio Nacional

Tras una gestación de más de dos décadas y sucesivos retrasos, tenía que haber abierto en 2015, sumado a vaivenes políticos y una cascada de críticas, el "museo más grande de Europa", según sus responsables, echa a andar exhibiendo cifras mastodónticas en lo que supone uno de los acontecimientos culturales del año.

El espacio está ubicado en el conjunto histórico del Palacio Real de Madrid y en su interior, hallamos 40.000 metros cuadrados distribuidos en salas luminosas donde se diseminan más de 650 piezas dependientes de Patrimonio Nacional. Un gran cubo inmersivo proyectara en 360 espacios arquitectónicos y naturales de los Reales Sitios como El Escorial o Aranjuez.

Fachada de la Galería hacia el Campo del Moro de Madrid Galería Colecciones Reales

Aglutinan cinco siglos de historia, de 1516 a 1700, en una horquilla que abarca la monarquía absoluta en España, un recorrido por el arte decorativo fruto del afán coleccionista de la realeza en el que las obras "dialogan". Desde "los fastuosos tapices y armaduras" de Carlos V, el primer rey de la dinastía de los Austrias, a la explosión pictórica de Felipe IV con "caravaggios" y "riberas exquisitos", explica a RTVE.es Leticia Ruiz, directora de la Galería de las Colecciones Reales.

El edificio de líneas estilizadas de los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla acoge la colección, que será rotatoria. Nos adentramos en una galería que conduce a los vestigios de la ciudad en el siglo IX donde "ha aparecido la muralla fundacional de Madrid mandada construir por Muhammad I de Córdoba".

Acoge más de 650 piezas de las colecciones reales: tapices, armaduras, esculturas o pinturas Galería de las Colecciones Reales

Un coloso de cristal, granito y roble excavado en la roca, desde el Campo del Moro hasta la Plaza de la Almudena que cuenta con dos accesos: desde la cornisa de esa plaza, al nivel del Palacio Real, y desde la Cuesta de la Vega, en la cota más alta de los jardines del Campo del Moro asociado a unas "vistas únicas" del horizonte del centro de la capital.

La panorámica es otro de los alicientes, según Ruiz, que aconseja dividir la visita "en varias veces" para paladear la belleza "de forma sosegada" porque "lo que más va a sorprender es la variedad, los cambios de ritmo y lo ameno" de la distribución museográfica.

"Es una colección histórica muy potente que vertebra gran parte de la historia de España y alojada en un edificio súper moderno y muy premiado (Premio FAD de arquitectura 2017, entre otros), que es un poco a lo que aspiramos, a que estas obras sean vistas también en términos nuevos", afirma. A continuación una guía por doce piezas maestras para no perderse en este cúmulo de arte e historia que es la flamante Galería.

1-El arcangel San Miguel venciendo al demonio, Luisa Roldán, (1692)

'El Arcángel San Miguel venciendo al demonio'. Luisa Roldán, (1692) Galería de las Colecciones Reales

Esta escultura barroca es la obra maestra que abrió a Luisa Roldán, más conocida como "La Roldana", las puertas de la Corte de Carlos II y se convirtió en la primera mujer en recibir el título de Escultora Oficial de Cámara. Un hito a la altura de su talento y un reconocimiento al arte en femenino en una época en la que las mujeres ni siquiera podían firmar contratos.

La exhibición de esta pieza de extraordinaria hermosura (2,64 metros de altura y 157,5 kilos de peso), restaurada paso a paso para la Galería, es una muestra de la reivindicación viva de un nombre esencial.

"El San Miguel ofrece toda esa monumentalidad, ese gusto por la policromía muy viva que vincula mucho con la escuela andaluza de la que ella proviene y al mismo tiempo, esa humanización que impulsaba el arte que trajo el Concilio de Trento. Es una mujer muy de su época pero al mismo tiempo salta gracias a su calidad las barreras que a las artistas se les impuso", señala Leticia Ruiz.

2-Salomé con la cabeza del bautista, Michelangelo Merisi da Caravaggio (1609)

'Salomé con la cabeza del bautista' Caravaggio (1609) Galería de las Colecciones Reales

La obra llegó a través de Felipe IV y en ella, Caravaggio confronta la belleza con la brutalidad, entre el gesto de satisfacción de Salomé que mira al espectador y la cabeza degollada del Bautista, víctima inocente que sostiene la protagonista sobre una bandeja de plata. La iluminación refuerza la tensión dramática de la escena y resalta las dos cabezas femeninas de la obra, la de Salomé y la de su criada que contraponen la juventud y la vejez.

"En España solo tenemos cuatro o cinco piezas de Caravaggio que tiene una producción reducida. Esta es de la época de Felipe IV y tiene un pedigrí bien consolidado. Muestra muy bien todas las características del arte del italiano: el claroscuro, las composiciones ya asimétricas, la profundidad con ese negro velado de fondo que genera un misterio añadido a la violencia que la escena promueve. Creo que es la esencia misma de su pintura", añade Ruiz.

3.-Las columnas. Herrera el Mozo y Churriguera (1674 y 1678)

'Las columnas', Herrera el Mozo y José Churriguera (1674 y 1678) Galería de las Colecciones Reales

Una de las señas de identidad de la Galería de Colecciones Reales, ya que fueron restauradas in situ y la limpieza permitió "un redescubrimiento cromático vibrante y muy notable". "Establecen un diálogo único y sorprendente con la arquitectura de la sala, con ese movimiento sinuoso", describe la experta.

Cada una de la cuatro columnas salomónicas mide 5,65 metros de altura y pesa casi 600 kilos. Se realizaron entre 1674 y 1678 con madera de pino de ocho troncos ensamblados. Son elementos emblema en la representación del barroco español.

Decoraban el altar mayor de la iglesia del Hospital Virgen de Montserrat, en el barrio madrileño de Antón Martín. Forman parte de las Colecciones Reales desde 1678 cuando Carlos II consagró esta Iglesia como el lugar de representación oficial de la Corona de Aragón en la capital.

4- Silla de manos de Bárbara de Braganza. Corrado Giaquinto (1753-1758)

'Silla de manos de Bárbara de Braganza'. Corrado Giaquinto (Hacia 1753-1758) Galería de las Colecciones Reales

La responsable de la Galería de Colecciones Reales describe la silla como una "pieza redonda" porque "aúna todas las artes" como la ebanistería fina en la talla y el sobredorado del mundo rococó que enfila hacia un cambio de estilo o su decoración interior bordada en textiles de seda, otro de los "guiños a las artes fundamentales de la época".

La silla perteneció a Bárbara de Braganza y la usaba para desplazarse dentro de los Reales Sitios. Su decoración pictórica y el diseño se atribuyen a Corrado Giaquinto, primer pintor de cámara en la corte de Fernando VI.

La pintura evoca la paz y la armonía, con los pequeños ángeles recolectando frutos, cazando o entretenidos en juegos dionisíacos. Los instrumentos musicales que decoran la talla aluden a los gustos musicales de la reina, gran melómana: alumna de Domenico Scarlatti y patrona de Farinelli.

5. Retrato de Carlos IV de espaldas. Juan Bauzil (1818)

Retrato de Carlos IV de espaldas. Juan Bauzil (1818) Galería de las Colecciones Reales

Este retrato es la "estrella sorpresiva" de la colección-afirma Ruiz- por su "novedad y misterio" en una contemporaneidad que le asemeja a un "Botero" o al surrealista Magritte. Explica que cambia el paradigma del retrato real al pintar al monarca de espaldas, algo muy poco usual. El inventivo autor fue Juan Bauzil, un miniaturista francés que pasaría el resto de su vida en España y al que la reina tildaba de "pintor loco" por su atrevimiento.

Carlos IV, el rey que protagoniza este cuadro, destacó por su labor de mecenazgo especialmente en lo relativo a las artes decorativas. Su labor fue tan importante que su colección lo situó al nivel de los reyes europeos de su época.

6- La sagrada familia con San Juanito. Lavinia Fontana (1589)

'La sagrada familia con San Juanito'. Lavinia Fontana (1589) Galería de las Colecciones Reales

La historia de la boloñesa Lavinia Fontana es la de una "pintora con mayúsculas" que al igual que Luisa Roldán está descubriendo al público su talento. Llegó a regentar su propio taller, se convirtió en referente y fue miembro de la Academia de Roma. Su producción es la mayor de una mujer con anterioridad al siglo XVIII.

En este lienzo expresa su maestría para lo cotidiano, con el gesto universal que realiza San Juan: pide silencio para no despertar al Niño. Está firmado por ella en la esquina inferior izquierda, algo excepcional para su época, ya que las piezas hechas por mujeres se vendían por un precio inferior.

"Es una obra bien conocida que llega al Escorial tempranamente a finales del siglo XVI, y va a influir en otras realizaciones en España, copiando, replicando o con variaciones del tema", señala Leticia Ruiz que como experta del Museo del Prado, su anterior destino, comisarió la exposición pionera de Sofonisba Anguisola y Lavinia Fontana.

7 y 8- Carlos IV y María Luisa de Parma. Francisco de Goya (1799-1800)

Carlos IV y María Luisa de Parma, Goya. (1799-1800) Galería de las Colecciones Reales

Tanto este retrato como el de su esposa, María Luisa de Parma, son un tributo a la genialidad de Goya como artista y su relación con la realeza. "Ocupan un lugar excepcional en la Galería. El pintor fue un retratista de la Corte muy prolífico y excepcional, también le vamos a ver en la colección porque realizaba cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Tiene tanta calidad que poco a poco afronta otras realidades artísticas".

El rey aparece vistiendo el uniforme de coronel de Guardia de Corps. Además, lleva la banda de la orden de Carlos III, el collar del Toisón de Oro y la banda roja de la orden de San Genaro.

Goya era el pintor predilecto de la reina María Luisa de Parma y éste en concreto, su retrato preferido. Le gustaba particularmente la manera que tenía de representar sus brazos. Según Morales y Marín, es posible que este lienzo y el de su esposo fueran encargados para enviar a Napoleón, pero la intención quedó frustrada debido a la invasión francesa.

9- Políptico de Isabel La Católica. Juan de Flandes (1496-1504)

 Políptico de Isabel la Católica. Juan de Flandes (1496)

El políptico de Isabel la Católica es un conjunto de obras sobre tabla de pequeño tamaño que contiene escenas tipo miniatura de la vida de Cristo. Desde el museo nos cuentan que estarían seguramente destinadas a un uso devocional de carácter privado de la reina, por lo que posiblemente nunca debieron estar montadas como retablo. En algunas de las tablas aparecen representados Isabel y Fernando de Aragón.

"Esas pequeñas dimensiones eran en un reinado que no tenía una corte estable que estaba por toda la península en un momento de dominación, primero de la aristocracia, para tener un dominio pleno de sus reinados y luego para la reconquista de la España musulmana. Realmente lo que hacían era viajar con obras de pequeño formato", aclara la especialista.

10- Caballo Blanco. Diego Velázquez (1635)

'Caballo blanco'. Diego Velázquez (1635) Galería de las Colecciones Reales

Una de las suposiciones de por qué Velázquez dejó pintado el caballo sin nadie sobre él es porque estaría esperando a un momento en el que le pidieran con urgencia un jinete en concreto. La ausencia de una persona encima del caballo hace que el cuadro se vea envuelto en un halo de misterio y ha sido ubicado en una sala con una iluminación "muy cuidada" para incrementar el enigma, explican desde la Galería.

La minuciosidad en la pintura también es una muestra de la previsión de Velázquez. "Hablaba Felipe IV de la flema de su pintor a la hora de hacer retratos porque es un ejemplo de alguien que piensa mucho las cosas por eso su producción es bastante escasa, pero el cuadro del caballo es bellísimo y es Velázquez. Son palabras mayores".

11- Carroza negra. Taller francés, austríaco o flamenco (1670-1680)

Carroza negra. (Hacia 1670-1680) Galería de las Colecciones Reales

La carroza negra es uno de los carruajes más antiguos conservados de lo que se conoce por grande carosse, un tipo de carroza que se impuso desde Francia como paradigma de lujo reservada a los monarcas. Su decoración sigue la moda de aquella época de teñir la madera de negro para imitar el muy apreciado ébano.

Presenta una delicada talla de elementos vegetales, máscaras y angelotes, del gusto barroco, así como divinidades de la mitología clásica y símbolos de las cuatro partes del mundo conocido.

"Es una pieza muy muy importante, sabemos que perteneció a Carlos II y que también usó su madre. Realmente muy requerida por las monarquías y por las grandes colecciones de la época. Técnicamente estaba muy pensada para el movimiento completo de los ejes para poder rotar de manera bastante completa. Es excepcional", desarrolla la especialista.

12- El triunfo del tiempo (1504)

'El triunfo del tiempo' (1504) Galería Colecciones Reales

La escena representa una pieza del poema I Trionfi del Cancionere de Francesco Petrarca. La poesía inspiró una serie de tapices Hamada Los triunfos de Petrarca. En la actualidad solo se conoce otro ejemplar, El triunfo de la fama, que está en el The Metropolitan Museum of Art de New York.

Además, el tapiz posee una enorme importancia histórica, ya que probablemente estuvo vinculado con la Colección de la reina Isabel la Católica. El Ministerio de Cultura y Deporte adquirió esta pieza ex profeso para ser expuesta en la Galería.

"La colección de tapices de Patrimonio Nacional es la más rica del mundo por número de obras y por la calidad de los mismas porque está hecha por las mejores manufacturas que en la época son del siglo XVI y XVII. Son las manufacturas flamencas, y ya luego en el siglo XVIII es una colección muy notable que ya está hecha en España. En la Real Fábrica y sobre todo en la fábrica de Santa Bárbara", concluye la directora de la Galería de Colecciones Reales.