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El tiempo, la obsesión de la humanidad

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  • Actualmente, ordenadores ultrapotentes fabrican el tiempo, convertido en piedra angular de todas las aplicaciones digitales
  • Como cada primavera en Europa, este año adelantaremos la hora en la madrugada del sábado al domingo 26 de marzo
  • Este jueves, "La fábrica del tiempo", a partir de las 20:00 en RTVE Play y a las 23:55 estreno en La 2 de TVE

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Reloj con letras griegas
El ser humano ha querido desde siempre controlar el tiempo para dominar a las personas.

Medir el tiempo ha fascinado desde siempre a la humanidad. Conocerlo, entenderlo, controlarlo y dominarlo fue determinante para cada una de las civilizaciones.

Hoy, la medición ultraprecisa del tiempo se ha convertido en la base tecnológica de nuestra sociedad hiperconectada, digitalizada e inmediata. A lo largo de la historia, los inventores han aportado sus instrumentos para lograr fabricar el tiempo universal, convencional y sincronizado en el que vivimos.

Imagen de un reloj mecánico

Los relojes mecánicos marcaron el comienzo de la relojería.

De la gnomótica a los relojes de gran precisión

El tiempo ha sido desde el origen del ser humano una prioridad de observación y estudio. Nuestros ancestros vivían al ritmo que marcaban los fenómenos naturales.

"La medición del tiempo se inició con la matematización", relata el historiador y experto en medición del tiempo, Denis Savoie. Hace tres milenios, en lo que hoy es Irak, "los babilonios disponían de una astronomía muy elaborada que preveía la posición del sol, de la luna y de los planetas", revela Savoie.

Lo consiguieron con el gnomon, una simple vara clavada en el suelo que proyecta una sombra que muestra la rotación de la Tierra sobre sí misma y alrededor del Sol a la vez con un eje de inclinación. Con este descubrimiento los babilonios observaron los solsticios y los equinoccios que dividen el año en cuatro estaciones.

Los babilonios disponían de una astronomía muy elaborada que preveía la posición del sol, de la luna y de los planetas

En el siglo V a.C., los griegos controlaron el tiempo con la fabricación de máquinas prodigiosas como el reloj de Ctesibio, el primer reloj hidráulico, capaz de marcar la hora exacta con independencia de la duración del día y del momento del año. Todo un símbolo de poder de la hegemónica Atenas con el que todo el mundo podía ubicarse en el tiempo.

Herederos de los gnomones babilónicos y los inventos helénicos, los romanos, además de relojes de sol, aportaron el calendario juliano,con un año bisiesto cada cuatro años.

A finales del siglo XIII, el reloj de Jean Fusoris fue determinante para toda la humanidad. Este reloj mecánico, no solo marcaba las horas, sino que hacía sonar las campanas e indicaba los ciclos del sol y la luna.

La pregunta que se planteó Huygens fue qué hacer para que entre el “tic” y el “tac” hubiera siempre un segundo

"Este sistema marcó el comienzo de la relojería", advierte el historiador Savoie, "y se utilizó hasta el siglo XVII cuando Christiaan Huygens inventó el péndulo", concluye. "La pregunta que se planteó Huygens fue qué hacer para que entre el tic y el tac hubiera siempre un segundo", cuenta Meropi Morfouli, historiadora y filósofa de la Ciencia del Observatorio de París.

Reloj de péndulo del siglo XVII

Christiaan Huygens puso su conocimiento al servicio del Luis XIV, el Rey Sol.

La longitud y el meridiano de Greenwich

Los científicos consideran que con este sabio holandés se produjo una revolución tecnológica en el ámbito de la precisión. "Huygens estaba convencido de que podemos determinar nuestra posición longitudinal usando relojes precisos", relata Morfouli.

Meropi Morfouli, historiadora Observatorio París

Meropi Morfouli es historiadora y filósofa de la Ciencia del Observatorio de París.

Hasta entonces, el tiempo se había utilizado como marcador para organizar a la sociedad. Ahora, constituía un objetivo estratégico para las grandes potencias mundiales del momento. Los marinos no disponían de instrumento fiable alguno para orientarse en los océanos y poder hacerlo con precisión era decisivo para el éxito comercial y económico.

Huygens estaba convencido de que podemos determinar nuestra posición longitudinal usando relojes precisos

En 1675, se libra la batalla científica de la longitud desde el Observatorio de Greenwich y se traza el meridiano del mismo nombre que, dos siglos despues, en 1884, establecerá la hora GMT, cuando se elige como referente para la creación del sistema de husos horarios que empleamos hoy. Desde entonces, el tiempo transcurría igual para todos.

La sala RNT, la fábrica del tiempo

Resulta, cuanto menos curioso, que una vez que se consiguió armonizar un mismo tiempo para todos, "Einstein con la relatividad demostró que el tiempo absoluto y rígido no existe", explica el astrofísico Pacôme Delva. El célebre físico construyó algo nuevo, dio un salto conceptual sobre el tiempo antes nunca visto. Los físicos siguiendo su teoría replantearon las máquinas que usamos para fabricar el tiempo e inventaron la era de medición atómica del tiempo.

Observatorio de París

El Observatorio de París edificado en 1667 es el centro de investigación astronómica más antiguo del mundo.

En la actualidad, el reloj atómicoa partir de la vibración del átomo de cesio. "A partir de este átomo definimos el segundo", puntualiza Delva quien, junto a su equipo, supervisa el riguroso funcionamiento de este reloj en uno de los laboratorios más secretos del Observatorio de París.

Es en otra de sus salas ultraprotegida donde se fabrica el tiempo mundial, el llamado tiempo UTC Este lugar, desde donde se difunde la hora está conectado a otros relojes en el extranjero y en el espacio, a bordo de satélites.

Ordenadores ultrapotentes del Observatorio de París

Con este tipo de ordenadores ultrapotentes se fabrica nuestra hora convencional, sincronizada y precisa.

El tiempo fabricado mediante ordenadores superpotentes es ahora crucial para todo tipo de aplicaciones digitales con las que convivimos. Desde los desplazamientos dirigidos por satélite a transacciones bancarias donde cada microsegundo cuesta millones o telecomunicaciones conectadas a redes sincronizadas a través de datos, todo lo que hemos alcanzado con esta nueva normativa temporal se lo debemos a los sabios que nos han precedido.

Es sorprendente que, en la era del reloj atómico y el GPS, "olvidemos que somos herederos de todos esos astrónomos y que nuestra división actual del tiempo viene de las observaciones y las teorías matemáticas", recuerda el historiador Denis Savoie.