Enlaces accesibilidad
Guerra en Ucrania

El periodista español Pablo González cumple un año preso en Polonia acusado de espiar para Rusia

Por
Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - El periodista Pablo González cumple un año preso en Polonia

Este martes, 28 de febrero, el periodista español Pablo González cumplirá un año encarcelado en Polonia, acusado de espiar para Rusia.

González fue detenido en Przemysl, a 13 kilómetros de la frontera entre Polonia y Ucrania, dos días después de comenzar la invasión rusa. Fue arrestado cuando cubría la llegada de refugiados ucranianos como periodista independiente, y colaboraba con el diario Público, entre otros.

La Justicia polaca ha prorrogado varias veces la detención de González, la última vez hasta el próximo 24 de mayo.

Polonia acusa a González, nacido en Rusia y residente en Gernika con su esposa y sus tres hijos, de ser un agente de la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas Armadas rusas. Las autoridades polacas no han aportado de momento ninguna prueba, aparte de hacer mención a su doble nacionalidad.

Oihana Goiriena: "Es surrealista, como estar en una película"

La esposa de González, Oihana Goiriena, ha asegurado este martes en RNE que la última comunicación que tuvo con su marido "fue una carta que recibí el 2 de febrero, pero fechada el 21 de diciembre. Era antes de Navidades y estaba bastante desanimado. El 10 de febrero recibió una visita consular, y en ella el cónsul lo vio mejor, y ha recuperado algo de peso".

Goiriena niega que su marido trabaje para el espionaje ruso. "Es como estar metido en una película, es surrealista", ha comentado, y ha reiterado que la única relación que tiene con Rusia es familiar porque su padre está allí.

"No tengo contacto ninguno con el Gobierno español, solo con el cónsul, que no está intentando ayudar. Pero con el Gobierno no. Es lo que pido: al menos una llamada, para que nos cuenten cómo van las cosas con el gobierno polaco", ha declarado.

Organizaciones profesionales y ONG piden mejor trato y su liberación

Organizaciones de periodistas, ONG y la propia familia han mostrado preocupación por la situación de González y han pedido su liberación.

Este lunes, Amnistía Internacional alertaba del régimen de aislamiento que se le aplica. "Aunque González ya puede tener contacto regular con su abogado y ha sido visitado por el cónsul español en Polonia, no contó con asistencia letrada de oficio hasta 16 días después de su detención", explica la ONG en un comunicado.

"Tampoco tuvo un abogado de libre elección hasta dos meses después de la misma. Sin embargo, todavía hoy no se le permite tener un contacto directo y regular con su familia, ni siquiera por teléfono o videollamada. Solo se le ha permitido tener una visita de su esposa en noviembre de 2022".

Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) lamenta las prórrogas a la detención, cuando aún no se han presentado cargos concretos, y ha pedido que mejore su trato en prisión.

“Lamentamos que el tribunal polaco se haya negado a poner en libertad al periodista Pablo González mientras espera su juicio por espionaje. Su detención, una medida preventiva especialmente dura, debe terminar cuanto antes. Mientras tanto, las condiciones de su confinamiento deben mejorar significativamente", afirma el responsable del Área UE-Balcanes de RSF, Pavol Szalai.

RSF recuerda que Polonia se sitúa en el puesto 66 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa (España ocupa el puesto 32).

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la Federación Europea de Periodistas (FEP) han exigido al Gobierno polaco que retire los cargos y libere a González de inmediato.

"Es inaceptable que un Estado miembro de la Unión Europea detenga a un periodista de una forma tan arbitraria. Es un ataque a la libertad de prensa y a la democracia", afirman en un comunicado.

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, se ha dirigido también por escrito al Defensor del Pueblo polaco, Marcin Wiacek, para interesarse por la situación del informador.

Por su parte, el Gobierno español se ha limitado a pedir al polaco que se juzgue al periodista "lo antes posible" una vez que haya terminado la investigación judicial.