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Reino Unido

Boris Johnson cede a la presión y acepta dimitir: "Tiene que haber un nuevo primer ministro. Nadie es indispensable"

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Johnson anuncia su dimisión: "Nadie es indispensable"

Boris Johnson ha anunciado su dimisión este jueves, pero se mantendrá como primer ministro hasta otoño. "Lamento no haber convencido a mis compañeros, lamento no poder seguir liderando, pero nadie es indispensable en la vida política", ha señalado ante el número 10 de Downing Street.

Finalmente, la presión, las críticas y el descrédito de sus compañeros que pedían su salida han acabado por forzar la renuncia de Johnson, que hasta hace unas horas defendía que lideraría el país. "La razón por la que he intentado seguir no es deseo personal, sino porque pensaba que era mi deber y obligación cumplir con lo prometido en 2019", ha dicho.

Y así, con un breve discurso en el que no se ha disculpado por los escándalos que han acabado por derrocarle, el hombre que llegó al Gobierno para unir y "sacar adelante" a los británicos en plena crisis por el el Brexit se ha despedido de la primera línea. "Me entristece mucho dejar este trabajo".

La renuncia de los ministros de Sanidad, Sajid Javid, y Economía, Rishi Sunak, dio paso a 59 cartas de dimisión en 48 horas para forzar la retirada de Johnson. Con el paso de las horas, los diputados conservadores, especialmente los miembros de su gabinete, fueron cambiando de lado, bien para salvar la reputación de un Partido Conservador en crisis desde 2016, bien para protegerse ante la carrera por el liderazgo de la derecha británica que empezará la próxima semana.

"Traté de convencer a mis compañeros"

Integridad, falta de confianza, gobierno, responsabilidad o sentido de nación han sido las palabras más repetidas entre los conservadores que han dado la espalda a Boris Johnson en los últimos dos días. A ellos se ha dirigido en su discurso: "El instinto de rebaño es muy poderoso, y cuando se mueve, se mueve".

Y aun con la confirmación de su dimisión como líder conservador, varios consideran que su salida de Downing Street debe ser inmediata.

A pesar de los escándalos, el primer ministro británico se había aferrado al cargo e insistía una y otra vez en que no se iría voluntariamente. "Sí, por supuesto", respondió este miércoles cuando fue preguntado si seguiría en el cargo este jueves.

Era mi deber cumplir y seguir con el trabajo

Johnson ha revelado que trató de convencer a sus compañeros de partido de que lo mejor era no dimitir por el interés nacional. "Intenté convencer a mis compañeros de que cambiar el Gobierno sería excéntrico cuando estamos haciendo tanto.(...) Era mi deber seguir con el trabajo", ha dicho, tras felicitarse de sus hitos como primer ministro: el Brexit, la "campaña de vacunación más rápida" y el apoyo a Ucrania en la guerra.

El mandatario defiende que no era el momento de sumir al Partido Conservador en una crisis por el liderazgo, pero pocos compañeros creen que Johnson pueda cumplir.

Ahora, la intención del primer ministro es mantenerse en el cargo hasta otoño, y ya ha nombrado a los nuevos ministros que sustituirán a los dimitidos. Sin embargo, varios conservadores creen que debería haber una figura interina en los próximos meses hasta que el partido escoja a un nuevo líder.

Boris Johnson dimite tras una cascada de dimisiones en 48 horas

Los escándalos que acabaron con Johnson

Hace un mes, Johnson sobrevivió a una moción de confianza interna planteada por su partido tras la publicación del informe sobre las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia. Pero ni el partygate ni el Brexit han sido los responsables de su salida, sino la falta de confianza de sus compañeros a lo largo de los últimos meses. La gestión de la renuncia de un alto funcionario acusado de abusos sexuales, Chris Pincher, fue la gota que colmó el vaso la pasada semana. Entonces, Johnson aseguró desconocer las denuncias contra Pincher, pero finalmente reconoció que se había "olvidado" del caso cuando le dio otro cargo.

Y es que el 'partygate' y el caso Pincher han dado paso al mayor número de dimisiones en el seno de un primer ministro desde el récord alcanzado durante el convulso mandato de Theresa May, según datos del Institute for Government.

Johnson ha estado al cargo del Partido Conservador casi tres años, después de la salida de May por el bloqueo del Brexit. En este tiempo, el primer ministro logró desbloquear el divorcio de la Unión Europea, pero también tuvo que hacer frente a la pandemia del coronavirus y, recientemente, a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.

Boris Johnson, un político políticamente incorrecto

Los laboristas amenazan con una moción de censura

La oposición británica también ha reclamado la cabeza de Johnson en los últimos meses, pero la inconveniencia de forzar un adelanto electoral le ha impedido forzar su salida. No obstante, todos han celebrado la renuncia de un rival al que no consideran adecuado para el cargo.

"Es una buena noticia para el país, pero hace tiempo que debería haber sucedido. Nunca fue adecuado para el cargo. Ha sido responsable de mentiras, escándalos y fraudes a una escala industrial", ha señalado el líder del Partido Laborista, Keir Starmer. Además, el laborista ha amenazado con presentar una moción de censura contra el Gobierno si Johnson se mantiene en el cargo en los próximos meses.

Una visión que comparte la ministra especial para Escocia, Nicola Sturgeon, que ha celebrado el "alivio" que se respirará "con el fin del caos de los últimos meses". Además, su principal preocupación ahora es el funcionamiento de un Gobierno del que han dimitido 59 personas: muchos no creen que sea sostenible sin una renovación plena.

Coser el Partido Conservador

Con la dimisión de Boris Johnson, la crisis del Partido Conservador está lejos de resolverse. Las divisiones a raíz de la victoria del Brexit en 2016, aireadas durante meses en el Parlamento británico bajo el liderazgo de Theresa May, sumieron a la clase política en la mayor crisis constitucional desde la Segunda Guerra Mundial, según los expertos.

Johnson llegó para unificar a los tories y así lo logró cuando consiguió una mayoría absoluta no vista desde la era de Margaret Thatcher. Sin embargo, los desacuerdos en torno a la economía, el Brexit y la gestión de los escándalos han acabado dividiendo más a un partido cada vez más caótico.

Así lo señaló el exministro de Sanidad, Sajid Javid, cuando explicó su renuncia el miércoles en el Parlamento. "Me preocupa profundamente cómo verá la próxima generación al Partido Conservador con nuestro actual ritmo. Nuestra reputación tras 12 años en el Gobierno depende de que recuperemos la confianza del público. No se trata solo de una cuestión personal", afirmó.

Y al final, Johnson no ha tenido otra opción que inaugurar la carrera por sucederle. "Deseo al nuevo líder y ocupante del número 10 todo lo mejor", ha dicho. No sin reconocer que, aunque haya "mucha gente aliviada y mucha decepcionada,", "las cosas son así".