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Elecciones Andalucía

Los candidatos buscan 'robar' votos y lanzan órdagos en la recta final de la campaña

  • Partidos tan diferentes como PP y Por Andalucía piden el voto a los socialistas desencantados
  • Ante un PP fuerte, según las encuestas, el PSOE pide no "dispersar" el voto y hacer frente a la derecha y la ultraderecha

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Un ciudadano se dispone a votar en un colegio electoral
Un ciudadano se dispone a votar en un colegio electoral

Todos los candidatos electorales siempre y en cualquier proceso se erigen como el voto útil. Es un clásico que se pida el voto para uno mismo llamando a lo eficiente, provechoso y resolutivo de esa acción porque votar al contrario siempre supone "tirar el voto". Todos coinciden en eso. Pero en la campaña de las elecciones andaluzas han sido constantes las llamadas a los electores de un signo u otro a cambiar su voto tradicional y natural, y casi todas esas llamadas tienen un elemento común: el miedo a que la ultraderecha pueda entrar por primera vez en la Junta de Andalucía.

Así, el PP lleva ya casi 15 días pidiendo a los votantes socialistas- poco movilizados según las encuestas- que voten a Juanma Moreno para evitar que el actual presidente y candidato 'popular' pueda verse amarrado a la formación de Macarena Olona. Y esto sí ha sido novedad en estas elecciones porque lo tradicional desde luego no es que en Andalucía el PP se haya atrevido a rascar voto del PSOE.

El propio candidato dice que se ha encontrado a socialistas por la calle que le han confesado que no han votado al PP "en su vida", pero lo harán para evitar un Gobierno con Vox. Moreno trata de 'robar' ese voto socialista con la máxima: si no quieres que tenga que sentarme con Vox, dame una mayoría suficiente. El fin justifica los medios, en definitiva, viene a decir. Y lo hace con el respaldo de las encuestas que, sin excepción, le dan como ganador del 19J.

El PP ha intensificado en los últimos días esta estrategia porque es consciente de que la mayoría absoluta que busca no puede venir solo con su voto tradicional y conservador de Andalucía.

El órdago lanzado por Olona el lunes en el debate de Canal Sur diciendo a la cara a Moreno que aunque necesite un único voto solo se lo dará con Vox dentro del gobierno, ha hecho que Moreno se lance a por otros votantes, además de los suyos, con mayor énfasis aún.

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Vox para mantener su órdago?

El partido de Santiago Abascal quiere poder y se nota. Cuando Isabel Díaz Ayuso rozó la mayoría absoluta en las elecciones de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio no planteó en ningún momento como moneda de cambio para facilitar su investidura formar un gobierno de coalición. La 'popular' se quedó a cuatro diputados de esa mayoría absoluta, pero eso no fue motivo para que Vox apretara e intentara entrar en el Ejecutivo. Se abstuvo y permitió su investidura. Ahora ya no les es suficiente pactar políticas con el PP.

El punto de inflexión se marcó este año en las elecciones de Castilla y León con un Alfonso Pérez Mañueco que ganó, pero se quedó a diez escaños de la mayoría absoluta. El resultado no fue el que el PP esperaba y terminó negociando para ser el artífice del primer gobierno de coalición PP- Vox de la democracia.

Elección tras elección Vox sube la apuesta y la exigencia porque ahora dice que a un solo escaño de la mayoría del PP, mantendría su órdago y le exigiría entrar en un Gobierno conjunto. E insisten en que así va a ser hasta el final. Olona se atreve a ofrecer el puesto de vicepresidente a Moreno si gana ella en ese juego de llevar al límite la presión. "Antes éramos ingenuos, ahora sabemos negociar", ha dicho Abascal.

Cierto es que los partidos hacen afirmaciones en campaña que luego se transforman, una vez pasa la cita con las urnas. Hay que esperar por tanto para ver si Moreno sigue con la intención de gobernar solo- lo repite cada día, pero no ha descartado en ningún momento un gobierno con Vox- o si estaría dispuesto a llevar a la comunidad a otras elecciones si no consigue su gobierno monocolor.

Y hay que ver también si Vox mantiene sus aspiraciones hasta el final y efectivamente impide una hipotética investidura del 'popular' con un amplio resultado e incluso rozando la mayoría absoluta, como apuntan los sondeos.

Preparando ya el terreno por si el partido de Abascal quiere llegar al límite, como parece, el PP ya se ha lanzado en masa a presionar al PSOE para que se abstenga en una posible investidura del 'popular' y saque a Vox de la jugada. El propio líder, Alberto Núñez Feijóo, lo hizo este martes.

Esta petición ya se hizo tras las elecciones de Castilla y León y el PSOE puso condiciones y lo hizo el propio Pedro Sánchez: hacía posible la abstención en esta comunidad si el PP rompía con Vox en toda España. No se dio y el PP se unió a Vox, argumentando, entre otras cuestiones, los pactos parlamentarios del PSOE con ERC y Bildu.

PSOE, Cs y Por Andalucía también quieren 'robar' votos

Pero la cadena del 'voto robado' sigue en esta campaña y el PSOE trata también de aumentar su base electoral pescando en los partidos más a su izquierda. Su candidato, Juan Espadas, ante un PP muy fuerte, según todas las encuestas, pide "no dispersar" el voto progresista y "concentrarlo" en el PSOE. De esta forma llama a los votantes de Por Andalucía y Adelante Andalucía a no reflejar en las urnas la fragmentación en la izquierda que los propios partidos han generado porque por ahí se escaparán escaños y eso puede suponer un Gobierno de coalición PP-Vox. Su mensaje también es claro: solo el PSOE fuerte puede frenar a un PP fuerte y evitar la entrada de Vox en la Junta.

Por Andalucía también pide el trasvase de votos y, consciente de que el electorado socialista andaluz no destaca por la movilización que durante décadas ha acompañado al PSOE, busca a ese indeciso que históricamente ha votado al PSOE y que sopesa quedarse en casa el próximo domingo y le dice: si no confías ahora en el PSOE, vota a Por Andalucía.

Por Andalucía además trata de captar a doble banda y busca el voto que pueda ir a Adelante Andalucía. Cree que Teresa Rodríguez busca hacer oposición y ellos se reivindican como partido de gobierno. Durante toda la campaña la candidata, Inma Nieto, saca pecho de lo que Unidas Podemos "ha conseguido" dentro del Gobierno de coalición con el PSOE.

Ciudadanos también se reivindica y pide el voto útil. En la recta final de la campaña ha asumido totalmente como vencedor del 19J a Juanma Moreno y solo plantea al ciudadano la disyuntiva de que será él quien gobierne pero con dos opciones de coalición: con Cs o con Vox. Así piden como garantía para que no entre Vox un resultado que les dé a ellos opciones de reeditar el gobierno Moreno-Marín. Opción esta última que ninguno de los dos rechaza. Moreno quiere repetir con Marín y Marín quiere repetir con Moreno.

Quedan 48 horas para que los partidos aparquen las caravanas electorales y muchos apelan al factor sorpresa. El PSOE se agarra a que las encuestas no siempre aciertan y los partidos echan el resto para conseguir hasta el último voto. En algo coinciden todos y eso es indiscutible: la única encuesta válida es la del 19J.