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Elecciones Andalucía

La derecha encara el 19J con un PP en la ola de las encuestas, Cs en caída libre y Vox en ascenso

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Los candidatos del PP, Juanma Moreno; de Ciudadanos, Juan Marín; y de Vox, Macarena Olona.
Los candidatos del PP, Juanma Moreno; de Ciudadanos, Juan Marín; y de Vox, Macarena Olona.

Nadie hubiese imaginado en Andalucía hace cuatro años un escenario político semejante al actual. La derecha andaluza, a la sombra del PSOE durante casi 37 años, se postula como la gran favorita en las elecciones del próximo 19 de junio, frente a una izquierda cada vez más dividida y desmovilizada. El discurso de los partidos conservadores andaluces ha calado en el electorado: los sondeos otorgan una clara victoria al actual presidente y candidato del Partido Popular (PP), Juanma Moreno, que estaría obligado a entenderse con Vox tras una nueva debacle de Ciudadanos (Cs). Los de Abascal ya han advertido de su intención de entrar en el Gobierno; una situación de la que los 'populares' huyen, pero que sin embargo sería inevitable en el caso de querer consolidar el poder e iniciar un cambio de ciclo en España.

Sería la primera vez en la historia reciente de Andalucía que el bloque de la derecha ganaría en porcentaje de voto al de la izquierda: PP, Vox y Cs conseguirían el 55 % del total de votos frente al 49,6 % de PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía, según la última encuesta del CIS. La diferencia es tan significativa que solo los ‘populares’ tendrían más escaños que toda la izquierda junta (47 frente a 43 asientos), si bien aún se situarían lejos de la mayoría absoluta necesaria para gobernar en solitario (55).

Los expertos consultados por RTVE.es coinciden en que el electorado premiará con el voto a Moreno la gestión de estos cuatro años de la Junta de Andalucía, cuyo proyecto ha quedado mimetizado en su figura, en detrimento de Ciudadanos. Y, a su vez, que será el gran beneficiado por la debacle que los sondeos auguran a la formación 'naranja', que puede pasar de ser tercera fuerza a quedar fuera del Parlamento autonómico.

Sin embargo, el politólogo y profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Jean Baptiste Harguindeguy también apunta a razones “geopolíticas” en este vuelco del tablero político: “Hay una especie de traspaso del centro de equilibrio y el poder de Sevilla a Málaga, una ciudad que está creciendo mucho, captando empresas y de donde salen la mayoría de altos cargos del PP andaluz como Moreno”, explica. Precisamente, la llegada de Moreno a la Presidencia de la Junta hizo que, por primera en la historia de la democracia, la comunidad más grande del país no solo tenía un presidente no socialista, sino que tampoco era sevillano.

El PP, en busca de una mayoría absoluta

La gran baza de Moreno para seguir con esta tendencia, instalado en el palacio de San Telmo, pasa por acaparar el voto de los socialistas descontentos con el anterior Ejecutivo y satisfechos con la gestión de ‘populares’ y ‘naranjas’ en la Junta. Sin ir más lejos, el presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, afirmaba este fin de semana que "se puede ser socialista y votar a Juanma Moreno", pidiendo el voto a aquellos que creen que "ha sido un buen presidente". “Esto no es una sorpresa. En 2018 se vio una especie de rendimiento decreciente del PSOE, especialmente en las grandes urbes, en beneficio de los conservadores y es algo que ha ido cuajando en estos últimos años”, sostiene Harguindeguy, quien cree que poco a poco se va dejando atrás en Andalucía ese “tabú” sobre la derecha que tradicionalmente la izquierda esgrimía.

El fin último es lograr los votos suficientes que le permitan gobernar en solitario, consciente de que tendrá dificultades para sumar con su actual socio en el Ejecutivo. Para ello, apunta el politólogo, “el candidato del PP ha optado por un estilo muy centrista y moderado; de hecho, el poner al candidato por delante de la marca del partido ya es toda una declaración de intenciones”.

Lo cierto es que Moreno aterriza en la campaña andaluza en estado de gracia. Gana por goleada en todo al resto de candidatos, según el CIS, obteniendo la calificación más alta, un 6,28 sobre 10, y casi uno de cada dos encuestados considera que es el líder más capacitado para gobernar la región. “El éxito absoluto para Moreno sería conseguir una mayoría absoluta, pero mejorar los resultados ya lo es”, apunta el politólogo, quien ve como “única nota discordante” que tengan que llegar a pactos y que sean con Vox, como todo parece apuntar. Y es que, según advierte el experto, “un pacto PP-Vox podría tener consecuencias políticas a medio plazo”, pues “a Moreno le costaría mucho más mantener este discurso centrista del que hace gala el gobierno actual”.

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Con el fin de evitar este pacto con la extrema derecha, el presidente de la Junta no descartó incluso repetir los comicios en caso de que no obtener el apoyo de grueso de la Cámara. Una afirmación que, para la doctora en Ciencia Política y profesora de la Universidad de Jaén, Belén Blázquez, tiene pocos visos de ser cierta: “No creo que Moreno se arriesgue a convocar de nuevo elecciones después de haber conseguido un buen resultado que le permita seguir gobernando”, asegura la experta a RTVE.es, quien cree que con esta afirmación lo que evita es “posicionarse de la mano de Vox en un posible acuerdo de coalición a futuro, porque le puede restar votos”.

Vox, con la vista puesta en entrar en el Gobierno

La otra parte implicada, Vox, no ha tardado de responder a Moreno: "Si nuestros votos son necesarios, que se olviden de gobernar en solitario", expresó el presidente de la formación, Santiago Abascal. Según recordó, el mismo mensaje sostuvieron en los comicios de Castilla y León y su candidato, Juan García-Gallardo, ha acabado siendo vicepresidente de la Junta.

La formación lo fía todo a un escaño que pueda ser decisivo para el Partido Popular. “No aspira ni adelantar a otra formación, a quedar en segundo lugar, a aumentar el número de escaños... Su aspiración es ser decisivos, no tanto sacar más o menos escaños”, apunta a RTVE.es el analista político y director de la Escuela de Gobierno IMF Smart Education, Julio César Herrero. "Por lo que su éxito o fracaso será medido en términos de condicionamiento al PP", añade el experto.

Sin embargo, otra cosa muy diferente será lo que finalmente ocurra, sostiene Herrero: “Si bajan el número de escaños, aunque no quiera reconocer que eso es un fracaso, objetivamente lo es porque tendrás menos presencia en el Parlamento”. Vox cuenta actualmente con once diputados, después de que el presidente del partido en Andalucía y anterior cabeza de lista, Francisco Serrano, se diera de baja y pasara al grupo de no adscritos tras una querella contra él por un presunto fraude de subvenciones. Según las encuestas, si hoy se celebrasen las elecciones, la formación estaría en disposición de doblar sus resultados y ocupar hasta 20 asientos.

Bajo esta premisa trabajará su candidata, Macarena Olona. La polémica ha acompañado a esta abogada del Estado en diferentes momentos de su aún breve trayectoria política en el Congreso de los Diputados y no le ha abandonado en su llegada a la comunidad, tras un controvertido empadronamiento en la localidad granadina de Salobreña que finalmente ha sido avalado por la Junta Electoral.

Olona desembarca en Andalucía con la vista puesta en ampliar su electorado, pero los expertos consultados coinciden en que su estrategia podría no dar los frutos esperados a nivel autonómico. “Si llevas el rollo frentista muy interiorizado de Madrid, de estar muy a la gresca y la bronca, a lo mejor resulta que, si no salvas las distancias y no cambias de registro, el electorado andaluz te penalice”, sostiene Herrero. Y es que, si por algo destacan los principales líderes políticos en Andalucía, es por ese halo de moderación que nada tiene que ver con las intervenciones sarcásticas y provocadoras de Olona. “Porque una cosa es el Congreso de los Diputados y otra cosa es unas elecciones al Palacio San Telmo”, zanja el experto.

Ciudadanos, ante el reto de sobrevivir en las urnas

El tercer actor en el bloque de la derecha es Ciudadanos, en esta ocasión, muy lejos del PP y Vox en los sondeos. La formación ‘naranja’ estaría a un paso de desaparecer, como le ha ocurrido en otros parlamentos autonómicos como el de Madrid, pese a haber gobernado en coalición con el PP y haber compartido los mismos logros. A su candidato, Juan Marín, “le va a pasar factura la situación a la baja del partido en todo el país”, sostiene Blázquez, pues los ciudadanos podrían apostar por “el voto útil” al PP por el miedo a que la papeleta ‘naranja’ finalmente no consiga representación.

La politóloga cree que su gestión “no parece haber sido muy diferente a la del PP”; sin embargo, "el proyecto se ha fundido en uno solo, el de Juanma Moreno, y es probable que el electorado no diferencie entre partidos o entre consejeros: va a votar a la política que ha hecho el PP y a la imagen que han venido como un todo”, apunta.

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Según las encuestas, Ciudadanos no lograría ningún asiento el próximo 19J, por lo que su líder y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, podría quedarse fuera del Parlamento andaluz. Con 3,9 % del voto de media tiene muy difícil optar a representación, ya que se necesita como mínimo de un 3 % por circunscripción; y aunque las proyecciones han mejorado algo, las perspectivas son complicadas. Así, entre sus retos para esta campaña se encuentra “intentar salvar la dignidad” y “salir del infierno político en el que llevan instaurados varios años”, subrayan los expertos consultados.

A diferencia de sus adversarios políticos, el éxito para la formación que dirige Inés Arrimadas sería “mantenerse con representación”; mientras que un triunfo rotundo pasaría por “conseguir los escaños suficientes para volver a ser un socio del PP para una nueva legislatura”. “La cuestión está en si esos dos escenarios son factibles o va directo a una catástrofe”, sentencia Herrero.