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El Banco de España pide no vincular los salarios a la inflación ni introducir cláusulas de salvaguardia

  • La entidad ve "importante" que el pacto de rentas contemple compromisos plurianuales sobre subidas salariales
  • Su gobernador, Pablo Hernández de Cos, sugiere que solamente las pensiones mínimas se revaloricen con la inflación

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El Banco de España pide no vincular los salarios a la inflación ni introducir cláusulas de salvaguardia
Una trabajadora en una fábrica de Barcelona.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha destacado este martes que un pacto de rentas entre trabajadores y empresarios permitiría "minimizar" la persistencia y los costes del actual shock inflacionista y ha abogado por evitar fórmulas de indiciación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguardia.

Así lo ha manifestado en Sevilla, durante una conferencia en el marco del 50 aniversario de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad hispalense.

Durante la ponencia, De Cos ha mantenido que "es necesario" un pacto de rentas en el marco del diálogo social para evitar que se desencadene una realimentación de incrementos y costes. Ha subrayado la importancia de que los costes se repartan entre todos los agentes implicados. "La información que disponemos sugiere que este reparto de costes entre empresas y trabajadores se estaría produciendo ya de forma tácita", ha asegurado.

"Una segunda consideración a la hora de determinar las características concretas del pacto de rentas ha de atender al impacto asimétrico de las perturbaciones actuales entre trabajadores, empresas y sectores", ha apostillado el gobernador, incidiendo en que "también sería deseable que se evitaran fórmulas de indiciación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguardia".

Compromisos plurianuales para subidas salariales

Ha subrayado la importancia de que el pacto de renta "contemplara compromisos plurianuales concernientes a los incrementos salariales y a la protección del empleo, ya que "aportaría certidumbres a hogares y empresas a la hora de tomar decisiones de gastos e inversión".

El gobernador ha explicado que antes de la guerra, la economía mundial se encontraba "en una senda de recuperación gradual", tras la fase "más aguda" de la pandemia, aunque su dinamismo "se había visto ralentizado a partir de la segunda mitad de 2021 por los cuellos de botella globales y el aumento de las presiones inflacionistas".

Ha recalcado que la recuperación presentaba "una elevada heterogeneidad" por áreas geográficas y ramas de actividad. Así, mientras que algunas economías ya habían alcanzado, e incluso rebasado, los niveles de actividad previos a la crisis sanitaria, en otras la recuperación todavía era incompleta, como en el caso de España. Ha añadido que la recuperación tiende a estar más retrasada en aquellos países en los que los servicios "muy dependientes" de la interacción personal, como los ligados al turismo, tienen "un peso elevado" en la economía.

Hernández de Cos ha detallado que los desarrollos económicos en España, como en las restantes áreas geográficas, han estado condicionados por "las sorpresas alcistas" de la inflación desde la segunda mitad de 2021, impulsadas por la energía y los alimentos. Ha remarcado que la persistencia e intensidad de las presiones inflacionistas "reflejan la confluencia de diversos factores de demanda y oferta", destacando, entre los factores de oferta, "el encarecimiento de la energía y las alteraciones en las cadenas globales de suministros".

Repercusiones "muy inciertas" sobre la economía española

Ha señalado que, al igual que ocurre a escala global, las repercusiones de la guerra sobre la economía española "son muy inciertas", ya que ha alterado el entorno económico y comportará consecuencias adversas en los próximos trimestres sobre la actividad económica y las presiones inflacionistas a través de diversos canales, destacando como canal más importante el que discurre a través de los mercados de materias primas.

En esta línea, el gobernador del Banco de España ha puesto de relieve que "el encarecimiento de los bienes energéticos tiene efectos importantes sobre el coste de la cesta de consumo de los hogares y sobre el coste de la producción de las empresas, por lo que las autoridades europeas "se han propuesto formalmente reducir la dependencia energética rusa con carácter estructural".

El impacto del aumento de costes energéticos es muy heterogéneo por grupos de agentes. Entre los hogares, afecta más a los de menores niveles de renta. Por ramas productivas, el impacto es mayor en aquellas con más consumo energético, según ha apuntado De Cos.

La invasión de Ucrania repercutirá sobre la economía española a través del canal comercial, cuyo impacto directo se presume moderado, ya que los flujos bilaterales con los países en guerra son relativamente reducidos. En 2019, último año antes de la pandemia, las exportaciones españolas de mercancías a Rusia y a Ucrania representaban un 1,6 % y un 0,3 % del total, respectivamente. Por su parte, el turismo ruso supuso ese año el 2,2 % del gasto total efectuado por turistas extranjeros.

Espera que la inflación llegue a su máximo en el segundo trimestre de 2022

Las últimas previsiones del Banco de España corroboran que la dinámica de recuperación paulatina de la actividad se ha visto alterada por la invasión de Ucrania, que ha provocado una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento del PIB y al alza de la inflación con respecto al anterior ejercicio de previsión, de diciembre de 2021.

En cuanto a las previsiones de la evolución de la inflación, se espera que las presiones alcistas del componente energético alcancen su nivel máximo en el segundo trimestre del año, para desacelerarse posteriormente.

Las presiones inflacionistas se verán amortiguadas parcialmente por las medidas contenidas en el Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania.

Revalorizar solamente las pensiones mínimas

Ds Cos ha abogado por incorporar a los pensionistas al denominado pacto de rentas, de manera que solo las pensiones mínimas se revaloricen conforme a la inflación en un contexto en el que los precios se han disparado a consecuencia de la guerra en Ucrania.

En una intervención en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Sevilla, el gobernador ha dicho que, para aliviar la presión que la subida de los precios de consumo supone para las rentas más bajas, se podría pensar en "permitir la indiciación (al IPC) de las pensiones mínimas, pero quizá no las del resto".

Ha explicado que las pensiones más altas deberían incorporarse "a ese reparto de la pérdida de renta que es el incremento de los precios energéticos". "Esta podría ser una idea para tratar de no dejar desprotegidos a los colectivos más vulnerables, en este caso a los colectivos más vulnerables, entre los que se encuentran algunos de los pensionistas", ha añadido.

A su juicio, un pacto de moderación de rentas debe incluir la desvinculación del IPC no solo de los salarios del sector privado, sino también de partidas de gasto público como son las pensiones.

Hernández de Cos ha considerado que, en el contexto actual, las negociaciones salariales deben plantearse para horizontes temporales de varios años y ligadas a la inflación subyacente (la que excluye energía y alimentos no elaborados) o a cláusulas de protección del empleo.

La acción conjunta a nivel europeo, el método más eficaz

La invasión de Ucrania es una perturbación "muy negativa", de carácter exógeno y común al conjunto de la UE, aunque con efectos asimétricos entre países, sectores y empresas. De Cos ha subrayado en esta línea la importancia de una acción europea contundente que permita a corto plazo paliar los efectos económicos.

Las Mañanas de RNE - Análisis Económico de BBVA: La economía en España sigue creciendo a pesar de la guerra - Escuchar ahora

A juicio del gobernador, "la acción conjunta europea vuelve a ser la vía más eficaz, idealmente a través de la mutualización de recursos presupuestarios, para facilitar la financiación del aumento resultante del gasto público. Esta respuesta común debería evitar un deterioro persistente de las perspectivas económicas, eliminando, en paralelo, una nueva fuente potencial de fragmentación financiera en Europa".

Ha remarcado que el conflicto subraya la necesidad de acelerar la integración de los países europeos. No obstante, ha explicado que las políticas económicas nacionales también han de desempeñar un papel "importante" en la coyuntura actual. Pero "el margen de actuación de la política fiscal está constreñido por los elevados niveles alcanzados de endeudamiento público y déficit público".

"Es importante que la política fiscal nacional haga uso de su capacidad para actuar de forma muy granular y focalizada hacia hogares, empresas y sectores más vulnerables", ha añadido.