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Elecciones Castilla y León

Alfonso Fernández Mañueco, un hombre de partido que dio la campanada electoral con el fin de gobernar en solitario

  • El líder ‘popular’ dejó a un lado esa imagen de hombre tranquilo para poner patas arriba la coalición y convocar elecciones

Por
Alfonso Fernández Mañueco, candidato del PP en las elecciones de Castilla y León 2022
Alfonso Fernández Mañueco, candidato del PP

BIOGRAFÍA

Lugar y fecha de nacimiento: Salamanca, 1965.

Formación: licenciado en Derecho y diplomado por la Escuela de Práctica Jurídica de Salamanca.

Años en política: presidente del Partido Popular de Castilla y León desde 2017. Concejal, diputado provincial y presidente de la diputación entre 1995 y 2001. Consejero regional entre 2001 y 2011. Procurador en las Cortes y alcalde de Salamanca entre 2011 y 2018.

Conocido dentro y fuera del partido como un hombre tranquilo y reacio a los cambios, Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 1965) dio la sorpresa en el mes de diciembre al convocar elecciones anticipadas en Castilla y León, a través de un tuit y sin previo aviso a sus socios de gobierno. Siguiendo la estela de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, e impulsado por la buena marcha de las encuestas, donde roza la mayoría absoluta, su objetivo a partir del 13-F es gobernar en solitario, aunque el hecho de no alcanzar la frontera de los 41 procuradores le podría hacer depender en última instancia de Vox, si Cs cae, como auguran los sondeos.

El primer candidato del PP que perdía unas elecciones en Castilla y León, feudo ‘popular’ por excelencia, consiguió resurgir de las cenizas del 26-M de 2019 tras el autoproclamado “matrimonio de conveniencia” con Ciudadanos -en palabras del líder ‘naranja’ en la región, Francisco Igea- que le ha servido para estar al frente de la comunidad esta legislatura y reforzar su liderazgo. Juntos hicieron frente a la pandemia y llegaron a superar una moción de censura la pasada primavera -una réplica del terremoto político con epicentro en Murcia-, aunque eso les costó la pérdida de la mayoría absoluta con la marcha de una procuradora ‘naranja’ al Grupo Mixto.

Desde entonces, el “matrimonio” comenzó a hacer aguas y se vio obligado a buscar otros apoyos en el Parlamento castellano y leonés, por ejemplo, el acuerdo para sacar adelante los Presupuestos de Cs con Por Ávila al margen del PP. Esta decisión llevó a Mañueco a dejar a un lado esa imagen de hombre prudente y “fuerza tranquila”, como le define el propio presidente del PP, Pablo Casado, para poner patas arriba la coalición y convocar elecciones. Ni siquiera lo comunicó a sus socios y dejó que se enteraran por las redes sociales. Tanto Cs como PSOE y Podemos achacan el adelanto al "complicado horizonte judicial" del PP regional con varias causas abiertas: la presunta financiación ilegal del presidente del PP de Salamanca, el caso 'Perla negra' y la trama eólica.

El candidato ‘popular’, cuya trayectoria profesional ha estado ligada a la política desde sus inicios, ha reiterado que aspira a un “gobierno en solitario”, que sirva para evitar que "el sanchismo campe a sus anchas" en esta comunidad. Para ello se valdrá de su dilatada experiencia en política, pues antes que presidente de la Junta estuvo al frente de la Diputación de Salamanca (1996-2001), fue consejero de la Presidencia (2001-2007), consejero de Justicia e Interior (2007-2011) y concejal y alcalde de Salamanca (2011-2018); pero también de políticas como la bajada de impuestos o la defensa de la tierra, de la que ha hecho su bandera tras las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las llamadas macrogranjas.

Sin embargo, los primeros sondeos apuntan que la llave del nuevo Gobierno en Castilla y León la tendría Vox y que Mañueco necesitaría a la formación que preside Santiago Abascal para gobernar. Lo mismo sucedió en la Comunidad de Madrid con Isabel Díaz Ayuso, a la que el líder ‘popular’ toma como referencia con lemas como "Más ganadería, menos comunismo". Ambos dirigentes plantaron a Cs para gobernar sin depender de otra formación y han tenido sus tira y afloja con Génova, aunque tras la convocatoria electoral la imagen de unidad se ha instaurado en las filas ‘populares’ y esa es el as que el PP se guarda bajo la manga para, primero, reeditar la presidencia de la Junta y, después, actuar como trampolín de Pablo Casado hacia La Moncloa.

Mañueco, en tres frases:

“Más ganadería, menos comunismo”.

“Quiero representar a las grandes capas moderadas fuera de radicalismos y demagogia, que no gustan en esta tierra”.

“Sánchez no nos va a castigar más. Por orgullo aquí no. Vamos a aprobar leyes en el parlamento o vamos a ir a los tribunales de justicia para defender nuestra autonomía fiscal”.

Expectativas electorales:

Los primeros sondeos, salvo el CIS, sitúan a Alfonso Fernández Mañueco como vencedor de las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León. El actual presidente de la Junta obtendría alrededor del 40 % de los votos y entre 38 y 39 procuradores, una cifra muy superior a los 29 conseguidos en 2019. Por su parte, el CIS le otorga la segunda posición, pisando los talones al PSOE, con el 29,8 % de los votos y entre 27-32 procuradores.

Las encuestas apuntan que el PP se vería ampliamente beneficiado del desplome de Ciudadanos, que lucha ahora por hacerse hueco en la Junta de Castilla y León. De ganar los comicios, el líder ‘popular’ se situaría a solo unos pocos escaños de lograr la mayoría absoluta necesaria (41) para gobernar en solitario. En este caso, el PP estaría obligado a llegar a un acuerdo con Vox, al menos para garantizar la investidura, ya que Ciudadanos ha descartado apoyar la candidatura de Mañueco.