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Qué nos deparará 2022: entre la recuperación post-pandemia y la política del miedo

  • La recuperación económica y sanitaria debe despegar este año, pero lo hará de forma desigual
  • Cambio climático, crisis humanitarias y tensión geoestratégica serán algunas de las claves del año, según CIDOB

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Personal sanitario en un centro para enfermos de COVID-19 en Tamil Nadu, India. Foto: Arun SANKAR / AFP
Personal sanitario en un centro para enfermos de COVID-19 en Tamil Nadu, India.

¿Qué le espera al mundo en este 2022? Debería ser el año de la superación de la pandemia de coronavirus, que ha puesto de manifiesto la interconexión de la sociedad global y ha agudizado las desigualdades económicas y la vulnerabilidad de quienes ya eran vulnerables. Al mismo tiempo, mientras aumenta la tensión entre potencias como China y EE.UU. otras crisis globales, como la climática, se acercan a un punto de no retorno y requieren una actuación mundial urgente.

El Barcelona Center for International Affairs (CIDOB), junto con EsadeGeo, ha sintetizado los grandes temas del año que comienza en diez asuntos: las crisis sanitarias; la salud; la recuperación económica; el alza de precios; la tensión geopolítica; la emergencia climática; la movilidad; la innovación; los liderazgos y el miedo.

Incertidumbre en la recuperación pospandémica

El director del CIDOB, Pol Morillas, considera que la gestión pandemia ha coincidido con una "simultaneidad de transformaciones estructurales" y ha puesto de manifiesto el "fallo de la gobernanza global". "Ha habido un déficit de gobernanza internacional claro, un déficit democrático en muchos países y un déficit de liderazgo e iniciativa política", lamentaba Morillas en la presentación del informe,

Las políticas de salud continuarán siendo centrales este 2022, tanto a nivel local (resistencia de los sistemas sanitarios, adopción de medidas restrictivas y desconfianza de sectores de la población a las vacunas), como internacional, con el acaparamiento de dosis por los países más ricos. Hay que recordar que en África el nivel de vacunación no llega al 10% en la mayoría de países.

La crisis sanitaria ha provocado una caída de más del 4% del PIB en términos globales, pero que en algunos casos como el de España fue del 10,8% en 2020. La aparición de la variante ómicron supone un nubarrón sobre las esperanzas de recuperación, tanto sanitaria como económica.

Como ocurre con la vacunación, el virus ha agudizado aún más la desigualdad económicas, tanto entre clases sociales e individuos dentro de los países, como a nivel internacional. Mientras las mayores economías como Estados Unidos, China, India y la UE ya han recuperado los niveles anteriores de crecimiento, o están en camino, América del Sur y, sobre todo, África, se sitúan con cifras de crecimiento demasiado bajas para las necesidades económicas de una población creciente.

Otras incógnitas que deberán despejarse en los próximos meses son si el alza de precios es coyuntural y cuánto durará la crisis de suministros, provocada en parte por los problemas de transporte.

Además, la recuperación abrirá el debate a la retirada de estímulos estatales, la reducción de la deuda y las políticas fiscales.

La innovación, en campos como el de la computación cuántica, será clave para la recuperación y para saber qué países estarán en cabeza en el mundo post-pandemia.

Crisis climática, migraciones y crisis humanitarias

En 2022 aumentará la presión sobre la comunidad científica, los gobiernos y las empresas para abordar soluciones a la crisis climática. El cambio climático se acerca al límite de no retorno antes de 2030, con efectos "catastróficos" según la ONU.

Marie Vandendriessche, investigadora de EsadeGeo, cree que hay elementos para el optimismo. "Se han identificado los problemas", y al menos en la Unión Europea los fondos para la transición pueden ayudar a encontrar soluciones.

"El resultado de la COP 26 es claroscuro, desde el punto de vista de los objetivos políticos ha habido metas que se han conseguido, aunque comparado con las demandas de la calle, del activismo, no se han conseguido. El activismo va a ir a más en 2022 y va a poner sobre la mesa el tema de la justicia climática", asegura Vandendriessche.

El cambio climático es uno de los factores que influyen en las migraciones y las crisis humanitarias, junto con la pandemia y los conflictos armados. "Si continúa la tendencia actual, el número de desplazados forzosos podría llegar en los próximos años a los 100 millones de personas", advierte el informe del CIDOB.

La respuesta de los países más desarrollados, que suelen ser el destino de los migrantes, es el refuerzo de fronteras, como en el Espacio Schengen o en la divisoria entre Estados Unidos y México.

Según Naciones Unidas, entre 2020 y 2021 se ha pasado de 167 a 235 millones las personas necesitadas de ayuda humanitaria. Preocupa especialmente la inseguridad alimentaria y los focos de Afganistán, África Oriental y el Sahel, América central y el Caribe, Yemen, y las fronteras europeas como escenarios de crisis humanitarias en proceso o en ciernes que pueden tener consecuencias regionales o incluso globales.

La competición entre China y EE.UU. aumenta la tensión geopolítica

La competición entre Estados Unidos y China se ha vuelto más agresiva y hay quien afirma que estamos ante una nueva "guerra fría", cuyo frente se sitúa esta vez en el Pacífico. La firma del tratado AUKUS puso de manifiesto que Washington considera que la región Asia-Pacífico es su prioridad. Taiwan y las aguas del Mar de China Meridional serán posibles focos de conflicto.

Al mismo tiempo, la tensión con Rusia ha aumentado en la frontera de Ucrania y perviven roces regionales en el vecindario de la Unión Europea, como la relación con Turquía o la creciente rivalidad entre Marruecos y Argelia.

La cumbre de la OTAN en Madrid en junio será la oportunidad para conocer si la relación de Estados Unidos con sus socios europeos cambia como resultado de su apuesto por el Pacífico, y si la UE avanza hacia una mayor integración en defensa para alcanzar la llamada "autonomía estratégica".

Francia, que asume la presidencia de turno en el primer semestre, acogerá una cumbre de la defensa, y está previsto que la Unión asuma la "brújula estratégica" que promueve el alto representante para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell.

"Política del miedo" y renovación de líderes

La pandemia ha contribuido también a instalar el miedo en las sociedades. No solo miedo al virus, sino, como explica Carme Colomina, investigadora del CIDOB, el "miedo a la obsolescencia del trabajo" y a quedar "descolgados" de las transformaciones digitales o medioambientales.

"Son miedos legítimos - añade - Pero también hay una política y una economía del miedo, una instrumentalización para sacar beneficios. Lo veremos en 2022 con el auge del pensamiento reaccionario. La irrupción de Éric Zemmour en la campaña presidencial francesa es un ejemplo", pero también la aceleración del llamado "capitalismo de vigilancia". "Será importante ver el examen de estas tendencias en las urnas", concluye.

Efectivamente, este año son centenares de millones los ciudadanos de todo el mundo llamados a elecciones y varios los líderes que se juegan su continuidad. Además de Emmanuel Macron en Francia, Jair Bolsonaro en Brasil y Víctor Orban en Hungría buscan la reelección. Incluso el presidente chino, Xi Jinping, intentará obtener un tercer mandato y consolidar su estrategia en el congreso del Partido Comunista chino, que se celebrará en octubre.

En Alemania, el nuevo Ejecutivo de Olaf Scholz, un tripartito inédito, deberá demostrar que puede gobernar con estabilidad tras 16 años de liderazgo Angela Merkel.

Y en Estados Unidos, Joe Biden deberá pasar el examen de unas elecciones legislativas de mitad de mandato, en las que no es descartable un retorno del trumpismo.