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Caso Epstein: la fiscalía acusa a Ghislaine Maxwell de "cómplice" y la tilda de "sofisticada depredadora"

  • Este lunes ha sido la última jornada del juicio contra la británica y el jurado ya se ha retirado a deliberar
  • La defensa ha insistido en que las supuestas víctimas "han cambiado sus relatos varias veces"

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Imagen de Ghislaine Maxwell durante el juicio
Imagen de Ghislaine Maxwell durante el juicio

El proceso contra la británica Ghislaine Maxwell ha vivido este lunes su última jornada, y la juez Alison Nathan ya ha dispuesto que el jurado se retire para deliberar sobre su culpabilidad o inocencia. Podrán comunicar esta decisión en cualquier momento a partir de este martes.

Maxwell, acusada en EE. UU. de reclutar adolescentes para el magnate pederasta Jeffrey Epstein, ha escuchado sin inmutarse las intervenciones de la Fiscalía que la ha tildado de "sofisticada depredadora que sabía muy bien lo que hacía".

"Ya es hora de que rinda cuentas", ha dicho la fiscal Alison Moe en su alegato final el último día de un juicio de tres semanas. Según la fiscal, la Sra. Maxwell fue "clave" en el esquema de Jeffrey Epstein para reclutar a niñas para el abuso sexual. "Llevaron a cabo sus crímenes juntos", ha señalado.

Desde el comienzo de las audiencias, el 29 de noviembre, los fiscales han tratado de presentar a la mujer británica -que también tiene la nacionalidad estadounidense y francesa- como cómplice entre 1994 y 2004 de Jeffrey Epstein, que se suicidó en prisión dos años antes, mientras esperaba su propio juicio.

Cuatro mujeres la acusan de ayudar a Epstein

Durante las semanas que ha durado el juicio, cuatro mujeres han declarado contra la hija del exmagnate de los medios de comunicación Robert Maxwell.

Dos de las testigos han testificado que no tenían más de 14 años cuando Ghislaine Maxwell las animó a dar masajes a Jeffrey Epstein, que acabaron en actos sexuales.

Una de ellas, conocida por el seudónimo de 'Jane', detalló cómo Ghislaine Maxwell la había reclutado en un campamento de verano y le había hecho sentir "especial". 'Jane' también describió cómo los encuentros y los actos sexuales con Jeffrey Epstein se convirtieron en una rutina, en la que a veces estaba presente Ghislaine Maxwell.

Otra testigo, 'Carolyn', dieclaró que normalmente le pagaban 300 dólares después de cada encuentro sexual con Jeffrey Epstein, y que Ghislaine Maxwell solía darle el dinero ella misma.

La defensa de la británica, presa desde hace un año y medio, trató en su último alegato, una vez más, de sembrar dudas sobre los testimonios de las cuatro mujeres que han pasado por el estrado para denunciar cómo en los años noventa y primera década del dos mil Maxwell las sedujo y las manipuló para entregarlas a Epstein.

La defensa considera que los recuerdos de las testigos están contaminados

La abogada de Maxwell, Laura Menninger, no ha negado en ningún momento que Epstein fuera una especie de depredador sexual, ni que las mujeres que acusan a Maxwell hubieran sido sus víctimas, pero ha insistido en que ellas "han cambiado sus relatos varias veces" -en sus distintos interrogatorios-, lo que por sí solo constituye una duda razonable que debería llevar al jurado a declarar su inocencia.

Estos cambios de testimonio los ha atribuido a las "falsos recuerdos" de las víctimas que, según ella, han caído en la autosugestión con el paso de los años, contaminadas de alguna manera por la profusión de información sobre el caso Epstein, además de "la influencia del alcohol y las drogas" en sus vidas.

Es más, ha hecho hincapié en que estos bandazos en sus testimonios se deben al dinero. Ha señalado que fue la creación de un Fondo de compensación para las víctimas de Epstein, creado por el Gobierno, lo que constituyó el punto de inflexión para unas mujeres que hasta entonces no habían mencionado a Maxwell como partícipe en los abusos o en su preparación.

Se ha referido a los pagos que Epstein hizo a Maxwell por más de 30 millones de dólares entre 1999 y 2007, insistiendo en que "eso no prueba nada", ni tampoco el hecho de que Maxwell usara la mitad de ese dinero para comprarse un helicóptero, una compra que atribuyó a algo "habitual entre gente pudiente".

La letrada ha sostenido que la Fiscalía está basando su acusación en una especie de "ella debía saber lo que pasaba", o en su "presencia cercana" a Epstein, basadas ambas en la demostrada intimidad que Maxwell y Epstein compartían, pero que, según ella, no constituye de ningún modo "una prueba más allá de la duda razonable".

Maxwell "no es Jeffrey Epstein, la están juzgando por haber estado con él, algo que constituye tal vez el error más grande de su vida", ha concluido.

La presencia constante de Maxwell en la vida del magnate

Durante buena parte de la mañana, la Fiscalía ha descrito la intimidad que Epstein y Maxwell compartían y la presencia constante de la británica en la vida del magnate.

La ayudante de la fiscal, Alison Moe, ha insistido en que Maxwell no solo atrajo a chicas "menores, bonitas y vulnerables" para "seducirlas con su estilo sofisticado" y entregarlas a Maxwell; más allá de eso, llegó incluso a tocar los pechos de tres de ellas en momentos previos a las sesiones sexuales con Epstein.

La fiscal Maurene Comey, que ha usado el último turno de réplica a los argumentos de la defensa, ha sido contundente: "A sus ojos (de Maxwell), esas chicas no eran más que basura, quién las iba a creer", ha dicho ante el jurado.

Y sobre las alusiones a que todas ellas cambiaron sus testimonios al saber que existía un Fondo -que las ha compensado con cantidades de entre 1 y 5 millones de dólares- Comey ha recordado que "el fondo está agotado y el dinero acabado", por lo que "no tienen nada que ganar exponiendo ante el mundo sus horribles experiencias".