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Coronavirus

Test de autodiagnóstico en farmacias: ¿Qué tipos hay, cómo funcionan y cuánto cuestan?

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Un joven se somete a un test de antígenos antes de asistir a un festival de música en Barcelona.
Un joven se somete a un test de antígenos antes de asistir a un festival de música en Barcelona.

El Ministerio de Sanidad ha autorizado la venta en farmacias de test de autodiagnóstico de la COVID-19 sin necesidad de prescripción médica, una medida que servirá "para diagnosticar de forma más rápida los casos positivos, e incluso los asintomáticos". El objetivo es reforzar la capacidad de diagnóstico del Sistema Nacional de Salud, y también aligerar su carga de trabajo, en un momento en el que el país afronta la quinta ola de contagios y la incidencia se encuentra desbocada, especialmente entre los más jóvenes.

A continuación, se intenta responder a las principales cuestiones que puede suscitar esta medida:

¿Qué tipos de test se van a encontrar en las farmacias?

Son, básicamente, dos: test de antígenos y test serológicos. El real decreto aprobado por el Gobierno la próxima semana incluye ambas modalidades, pero son los de antígenos los más importantes de cara a interrumpir las posibles cadenas de transmisión. En el mercado hay actualmente al menos tres marcas diferentes de pruebas de anticuerpos y cinco de antígenos.

¿Qué precio tienen?

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha asegurado que garantizarán que el precio de estos test sea “asequible”, aunque aún no ha concretado ninguna cifra base. Se calcula que estas pruebas se podrán comprar a un precio de entre cinco y diez euros en farmacias españolas.

¿En qué se diferencian unos de otros?

La principal diferencia es que, mientras el test de antígenos permite identificar infecciones activas, el serológico detecta anticuerpos -las proteínas producidas por el sistema inmunológico para atacar a virus y bacterias-, por lo que revela episodios que estuvieron en su momento activos pero ya no lo están.

Para evitar la propagación del virus, los más efectivos son los test de antígenos, ya que detectan a aquellas personas que están desarrollando la enfermedad y son potencialmente infectivas, por lo que pueden ser aisladas. La fiabilidad de esta prueba es muy alta sobre todo en los primeros cinco días desde el inicio del contagio.

Los test de autodiagnóstico de COVID podrán comprarse en farmacias sin receta médica por unos 10 euros

¿Cómo se presentan estos productos?

Los test de antígenos se presentan como pequeños dispositivos rectangulares, acompañados por un bastoncillo para extraer la muestra y por un líquido reactivo. Por su parte, los test serológicos se basan habitualmente en una tira que tiene ya el reactivo incorporado, aunque este también se puede añadir manualmente como en el caso de los antígenos.

¿Cómo funcionan?

El funcionamiento de los test de antígenos es muy sencillo: mediante un bastón o hisopo, se recoge la muestra del interior de la nariz -una toma nasofaríngea, igual que en las pruebas PCR-, aunque dependiendo del fabricante podría bastar con una muestra de saliva. A partir de esta muestra, se podrán detectar proteínas específicas, conocidas como antígenos, que se encuentran en la superficie del virus y son los que habitualmente despiertan la respuesta inmunitaria. En caso de que el reactivo, en contacto con la muestra, denote su presencia, estos antígenos actuarán como marcadores, e indicarán una infección activa.

Los test serológicos presentan aún menos complicación en su uso. Una gota de sangre que se extrae el propio paciente (mediante un pinchazo en el dedo, por ejemplo), se pone en contacto con la tira reactiva por medio de una pipeta, lo que sería suficiente para detectar los anticuerpos si el organismo los hubiese desarrollado por haber sufrido con anterioridad el ataque del SARS-CoV-2.

¿Cómo se conoce el resultado?

Si el resultado de la prueba de antígenos es positivo, aparecerán marcadas las líneas de test (T) y de control (C). Si es negativo, únicamente aparecerá marcada la línea de control (C). En cualquiera de los dos casos, el test debe tener marcada la línea de control (C) perfectamente visible. Si no aparece, significa que la prueba es defectuosa y por tanto inválida.

En el caso de los test serológicos, después de que el reactivo entre en contacto con la gota de sangre, el dispositivo indicará si existen las inmunoglobulinas IgG e IgM.

¿Cuánto tiempo tarda en conocerse el resultado?

Ambas pruebas, tanto la de antígenos como la serológica, se califican como "rápidas". En cualquiera de ellas, bastará un máximo de quince minutos para conocer el resultado.

¿Cómo hay que actuar si el resultado es positivo?

En caso de obtener un resultado positivo en un test de antígenos, es necesario autoaislarse inmediatamente e informar a los servicios sanitarios. Estas personas que den positivo tendrán que confirmar el resultado con una PCR, más precisa.

Si el resultado del test de antígenos es negativo pero existe la sospecha clínica de padecer la enfermedad COVID-19, se recomienda, adicionalmente, la realización de una prueba PCR convencional para salir de dudas. Tampoco hay que olvidar que la cuarentena de diez días sería necesaria igualmente si el test sale negativo pero hemos sido contacto estrecho de un contagiado.

¿Son pruebas fiables?

Los test de antígenos se caracterizan por un menor nivel de fiabilidad que las pruebas PCR, especialmente en casos asintomáticos. Se trata de una herramienta útil cuando se realiza en población con síntomas y se interpreta de manera adecuada, pero en ausencia de síntomas, la proporción de falsos negativos es más alta y por tanto un resultado negativo no descarta completamente la infección por COVID.

La prueba de antígenos es especialmente útil durante los siete primeros días de la infección o en los cinco primeros días desde que aparecen los síntomas, cuando hay una mayor carga viral.

Las pruebas rápidas de anticuerpos también han sido criticadas por su limitada fiabilidad, que se demuestra especialmente a la hora de reportar falsos negativos.

En todo caso, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recomienda el uso de aquellos test que tengan una especificidad del 97% y una sensibilidad del 90%. Además, deben contener el etiquetado CE. Las farmacias garantizarán la calidad mínima de estas pruebas.

¿Por qué se aprueba ahora?

Esta es una medida que el sector de la farmacia comunitaria llevaba meses reclamando, aunque Sanidad nunca había atendido a su petición. Si lo hace ahora, tal y como justifica Carolina Darias, es por la necesidad de aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud para los casos leves y para los asintomáticos, ya que "la mayoría” de los positivos de esta quinta ola se encuentran en el grupo de edad entre los 12 y 29 años, y no presentan síntomas o lo hacen de manera muy leve.

¿Por qué algunos expertos se han opuesto a esta medida?

Como se ha apuntado anteriormente, los test de antígenos presentan una menor sensibilidad que las pruebas PCR para detectar infecciones activas, especialmente en casos asintomáticos. Esta es una de las principales razones que han esgrimido los expertos en salud pública que se han opuesto a su venta en farmacias sin receta. También argumentan que pueden acarrear una descoordinación con la red de vigilancia epidemiológica, que podría tener dificultades para incluir los resultados positivos y su trazabilidad.

Finalmente, apuntan a que pueden ofrecer una falsa sensación de seguridad a aquellas personas que obtengan un resultado negativo, porque a pesar de ello pueden estar infectadas y transmitir el virus. Algo similar a lo que podría suceder en los test serológicos, en este caso si el resultado fuese positivo, ya que la presencia de anticuerpos tampoco garantiza la inmunidad, y esa persona podría reinfectarse.