Enlaces accesibilidad

El Consejo de Seguridad Nuclear no avala la construcción de la mina de uranio en Retortillo, Salamanca

  • La decisión se sustenta en las dudas técnicas sobre la seguridad del almacenamiento de residuos radioactivos
  • WWF celebra el fallo contra el "polémico y dañino proyecto" por su impacto en la salud de las personas y el medio ambiente

Por
Protesta convocada por la plataforma Stop Uranio en 2017 contra la mina de Retortillo
Protesta convocada por la plataforma Stop Uranio en 2017 contra la mina de Retortillo

El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dictaminado este lunes informar desfavorablemente la autorización para construir una planta de fabricación de concentrados de uranio de Retortillo, en Salamanca, según ha confirmado el organismo en un comunicado. La decisión se sustenta en las dudas técnicas sobre la seguridad del almacenamiento de residuos radioactivos.

El dictamen se había retrasado en dos ocasiones la semana pasada y supone ratificar la Propuesta de Dictamen Técnico, elaborada por la Dirección Técnica de Protección Radiológica, sobre la solicitud presentada por Berkeley Minera España (BME).

La votación ha salido adelante con cuatro votos favorables y uno en contra, correspondiente al consejero Javier Dies, quien emitirá un voto particular por escrito en las próximas 48 horas, de acuerdo al artículo 34 del Estatuto del CSN. Por su parte, el dictamen técnico será remitido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), a quien corresponde la decisión final.

La organización WWF ha celebrado la decisión del CSN contra el "polémico y dañino proyecto" por su impacto en la salud de las personas y en el medio ambiente.

Deficiencias técnicas en el almacenamiento de los residuos radioactivos

El motivo de la decisión adoptada se basa en la escasa fiabilidad y en las elevadas incertidumbres de los análisis de seguridad de la instalación radiactiva en los aspectos geotécnicos e hidrogeológicos, de los que depende la verificación del comportamiento adecuado de diversos parámetros del proyecto.

Las deficiencias técnicas detectadas en la evaluación se refieren principalmente al almacenamiento definitivo de residuos radiactivos de muy baja actividad, que forma parte de la instalación radiactiva de primera categoría.

Desde un punto de vista regulador, la información aportada no permite acotar la capacidad efectiva de aislamiento de las barreras que la compañía BME propone para envolver los residuos, y consecuentemente tampoco la capacidad de minimizar las concentraciones esperadas de radionúclidos en las potenciales zonas de descarga.

Las evaluaciones realizadas sobre la documentación que acompaña a la solicitud de autorización de la instalación han detectado numerosas deficiencias a lo largo de la evaluación, lo que ha requerido el mantenimiento de muchas reuniones técnicas con el titular. También ha supuesto numerosas peticiones de información adicional, además de la elaboración de una gran cantidad de informes y notas de evaluación, y de la revisión completa de la documentación por parte del titular, con objeto de integrar y dar coherencia a la información generada sobre el proyecto.

La evaluación de los informes de la solicitud de autorización de construcción ha implicado a 11 áreas técnicas de ambas direcciones técnicas del CSN, que han abordado los temas de su competencia, que agrupan la protección contra incendios, ingeniería de sistemas, ingeniería mecánica y estructural, garantía de calidad, hidrogeología, sismología y meteorología, protección radiológica de los trabajadores, evaluación de impacto radiológico, vigilancia radiológica ambiental, residuos de baja y media actividad, además del área de instalaciones del ciclo y desmantelamiento y de la correspondiente jefatura del proyecto.

La compañía australiana llevaba casi diez años tratando de instalar la mina de uranio a cielo abierto, una cuestión que ha dividido a los vecinos de la zona. El presidente del CSN denunció presiones por parte de la empresa para que emitieran un veredicto, después de cuatro años de evaluaciones. BME recordó los más de 90 millones de euros que ya invertidos en la zona y los 450 puestos de trabajo directos que creará. Además, aseguró que los residuos que generará apenas tendrán carga radiactiva.