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Sánchez prescinde de Carmen Calvo, Ábalos, Celaá, González Laya, Duque, Campo, Uribes y Redondo

  • El presidente rejuvenece su Gabinete, cuenta con mujeres procedentes del municipalismo y prescinde de su núcleo duro político
  • La remodelación busca dar un nuevo impulso de cara a la recuperación económica y social en la recta final de la legislatura

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Sánchez prescinde de su núcleo duro y refuerza el papel de Calviño

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido prescindir de la actual vicepresidenta primera, Carmen Calvo; del ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos; de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya; de la de Educación, Isabel Celaá; del de Justicia, Juan Carlos Campo; así como de los titulares de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, y de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, en el marco de la remodelación del Ejecutivo para dar un nuevo impulso al final de la pandemia y de cara a la recuperación.

Fuentes de Unidas Podemos (UP) han confirmado que Sánchez ha negociado durante toda la semana con Yolanda Díaz posibles cambios en el sector 'morado' del Ejecutivo, pero la vicepresidenta tercera le trasladó la petición de que se mantuvieran los cinco ministros de la coalición. De esta manera, abandonan el Ejecutivo de coalición cuatro hombres y tres mujeres del 'ala socialista'.

También deja el Gobierno el actual jefe de Gabinete del presidente, Iván Redondo, que será sustituido por el presidente de Paradores, Óscar López, una persona muy próxima a Sánchez que ya formó parte de su equipo cuando fue nombrado secretario general del PSOE. La salida de Iván Redondo del Ejecutivo ha sido una de las más sorprendentes, ya que era una de las personas más cercanas al presidente. Sin embargo, ha sido el propio Redondo el que solicitó su marcha.

Pedro Sánchez ha agradecido "de forma sincera" a los ministros salientes su "implicación" personal y profesional ante la "situación extrema" que ha supuesto la pandemia. "No es un mero formalismo, sino un justo reconocimiento a hombres y mujeres que se han dejado la piel en el servicio público en circunstancias muy duras", ha señalado.

Estos serán los sustitutos

A Carmen Calvo le sustituirá Félix Bolaños, que será el nuevo ministro de Presidencia. La salida de Calvo implica, además, que la actual vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, pase a ocupar la Vicepresidencia Primera. Por su parte, el actual ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, pasará a liderar la cartera de Cultura y Deporte; mientras que ocupará el puesto de Juan Carlos Campo en Justicia la actual presidenta del Senado, Pilar Llop.

También entran a formar parte del Ejecutivo otros nombres menos conocidos: Isabel Rodríguez, alcaldesa de Puertollano, sustituirá a Iceta en el departamento de Política Territorial, pero además será la nueva portavoz del Gobierno, un puesto que ostentaba hasta el momento la actual titular de Hacienda, María Jesús Montero. Además, el departamento de Hacienda incorpora ahora la competencia de Función Pública.

Raquel Sánchez, alcaldesa de Gavà, será la nueva ministra de Transportes; Diana Morant, alcaldesa de Gandía, ocupará el puesto de ministra de Ciencia e Innovación; y la delegada del Gobierno en Aragón, Pilar Alegría, sustituirá a Isabel Celaá en el Ministerio de Educación. Por último, el actual embajador de España en Francia, José Manuel Albares, abandona este cargo para liderar el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Con estos cambios, Sánchez rejuvenece su Gabinete, introduce a varias mujeres procedentes del municipalismo, mantiene a los ministros de Unidas Podemos y prescinde de su núcleo duro político, tres de las personas de su mayor confianza en el Ejecutivo como Calvo, Ábalos y Redondo. Se trata, ha dicho el presidente del Gobierno, de un "rejuvenecimiento muy importante" que permitirá lanzar "la agenda de cambios" anunciada en su investidura y que, ha recordado, se vio truncada por la COVID-19.

Sánchez anuncia un "rejuvenecimiento del Gobierno" para "impulsar el crecimiento económico"

Calvo, Campo y la polémica con los indultos

La vicepresidenta primera se marcha a pocos días de ser aprobado el proyecto de ley de Memoria Democrática y tras la brecha abierta dentro del movimiento feminista del PSOE por las leyes trans y 'solo sí es sí'. También adquirió un papel protagonista en la negociación sobre los indultos a los líderes del 'procés' junto al ministro de Justicia, quien igualmente sale del Gobierno.

Con su marcha, Sánchez pretende cerrar así el capítulo de los indultos a los líderes independentistas catalanes. Además, con la sustitución de Calvo por Calviño como vicepresidenta primera, el presidente dará un mayor impulso a la tarea económica, coincidiendo con el inicio de la recuperación y la llegada de los fondos europeos.

Iván Redondo, su hombre de confianza

Más sorprendente ha sido la salida de Iván Redondo, considerado el ideólogo de la moción de censura contra Mariano Rajoy que llevó a Pedro Sánchez al Palacio de la Moncloa y, durante los tres años que ha ejercido de director del Gabinete del jefe del Ejecutivo, ha sido su principal estratega en la sombra. El propio Redondo hace poco más de un mes aseguraba que estaba dispuesto a "tirarse por un barranco" por su presidente. "Lo hago aquí, ahora y mañana. Y ahí voy a estar con él hasta el final", garantizó. Sin embargo, ha decidido abandonar el Gobierno a petición propia, según han señalado fuentes cercanas, después de haberlo solicitado también en 2019.

Cuando el Ejecutivo de coalición echó a andar, en enero de 2020, Sánchez decidió reforzar el papel de su jefe de Gabinete y ampliar sus funciones. Bajo su Comité de dirección en La Moncloa, Redondo concentró todos los departamentos de asistencia al Presidente, como asuntos nacionales, institucionales, internacionales, económicos o el Departamento de Seguridad Nacional. Su sustituto a partir de hora será un hombre muy ligado al PSOE y amigo del jefe del Ejecutivo que hasta ahora estaba al mando de Paradores, Óscar López.

Ábalos y la Ley de Vivienda

El hasta ahora ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana abandona el Ministerio sin haber podido sacar adelante la Ley de Vivienda por la falta de consenso con Unidas Podemos sobre la forma más conveniente de limitar los precios del alquiler. También han marcado estos dos años el llamado Delcygate y el rescate de la aerolínea Plus Ultra, ambos relacionados con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.

Fuentes cercanas a Ábalos aseguran a RTVE que fue el propio ministro quien solicitó su marcha y que en esta semana decidirá si continúa como secretario de organización del PSOE.

Iceta y la reforma de los interinos

Miquel Iceta, que asumió la cartera de Política Territorial y Función Pública hace menos de medio año, ha sido elegido por el presidente del Gobierno para dirigir Cultura y Deportes. En este tiempo, el ministro se propuso llevar a cabo una profunda reforma para acabar con la temporalidad en el sector público, una norma que ha acaparado las críticas de las organizaciones de este colectivo.

El exlíder del PSC llegó en enero al Gobierno para ocupar el puesto de Salvador Illa, que dejó el Ministerio de Sanidad para ser el candidato socialista para las elecciones catalanas del 14F. Ahora Iceta asumirá la cartera de Cultura y Deporte en sustitución de José Manuel Rodríguez Uribes.

Laya y la crisis de Marruecos

También deja el Gobierno la ministra de Asuntos Exteriores, tras la crisis diplomática con Marruecos. Laya fue cuestionada por la decisión de atender al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España, enfermo de coronavirus, en un hospital de Logroño, que desató posteriormente una oleada de migración en Ceuta.

Celaá y la reforma educativa

La que diera nombre a la última reforma educativa, la denominada 'Ley Celaá' -pese a llamarse LOMLOE-, abandona el Ejecutivo con la principal tarea que se había propuesto resuelta, pero también con otras pendientes como la reforma de la FP, el desarrollo de los currículos educativos o la carrera docente, unas misiones que tendrá que rematar su sustituta, Pilar Alegría.

A Celaá, una de las ministras peor valoradas, los sindicatos le achacan poco diálogo social. También ha cosechado las críticas de la concertada y de la educación especial, así como de parte del profesorado, que achacaban a la ministra que la nueva ley implicaba una caída en el nivel educativo.