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Rusia traslada al líder opositor Alexéi Navalny a un centro penitenciario

  • El traslado puede durar días, semanas e incluso meses y no se conocerá su destino final hasta que llegue
  • Rusia también ha arrestado a la número 2 de Navalny y la mantiene en arresto domiciliario

Por
Alexei Navalny
Alexei Navalny asiste a una audiencia para considerar una apelación contra una decisión judicial anterior de cambiar su sentencia suspendida a una pena de prisión real, en Moscú, Rusia, el 20 de febrero de 2021.

El líder opositor ruso, Alexéi Navalny, ha sido trasladado este jueves desde la prisión preventiva en que se encontraba desde mediados de enero a un centro penitenciario general, según ha informado su abogado, Vadim Kobzev.

"Navalny ha sido trasladado por etapas (etapirovan) desde la prisión preventiva número uno" de Moscú, ha informado Kobzev en su cuenta de Twitter. El traslado tiene lugar después de que la Justicia rusa rechazara el pasado 20 de febrero el recurso presentado por los abogados de Navalny contra la pena de 3 años y medio de cárcel dictada contra el opositor por un antiguo caso penal de fraude y lavado de dinero.

Como es tradición, el preso, al igual que su familia y sus abogados, no conocerá su nuevo destino hasta que concluya su traslado. Los condenados en este país suelen ser trasladados durante días o semanas en vagones especiales, proceso conocido como "etapirovanie" y que es muy criticado por los defensores de derechos humanos por su falta de humanidad.

El traslado puede prolongarse durante semanas o incluso meses, ya que las distancias en Rusia pueden ser de miles de kilómetros, por lo que los presos realizan parada y posta en prisiones preventivas especiales repartidas por toda la geografía penitenciaria nacional.

No se conoce dónde va a ser trasladado

Durante este proceso, los internos permanecen incomunicados, mientras la ley no obliga a las autoridades a notificar a las familias sobre su paradero hasta que estos lleguen a su nuevo destino.

En su momento, la líder del grupo punk Pussy Riot, Nadezhda Tolokónnikova, permaneció 26 días incomunicada de camino a la región siberiana de Krasnoyarsk.

Como estuvo en prisión preventiva desde que fuera detenido a su regreso de Alemania el 17 de enero pasado y también cumplió diez meses de arresto domiciliario, el opositor deberá cumplir poco más de dos años y medio de cárcel.

La condena de cárcel provocó a finales de enero multitudinarias protestas en todo el país, en las que fueron detenidas miles de personas.

La Unión Europea ha anunciado esta semana que adoptará nuevas sanciones contra Rusia por la condena de Navalny, que fue envenenado el agosto de 2020 en Siberia con el agente químico Novichok, tras lo que estuvo en coma dos semanas y media en una clínica alemana.

Razón por la cual Navalny acusa al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) que lo asesinaran.

La número dos de Navalny también ha sido arrestado

Un tribunal moscovita ha mantenido este jueves bajo arresto domiciliario hasta el próximo 23 de marzo a la abogada del Fondo de Lucha contra la Corrupción y "número dos" del líder opositor ruso Alexéi Navalny, Liubov Sóbol.

"El Tribunal Municipal de Moscú confirmó la decisión del Tribunal de Distrito de Tverskói sobre la medida preventiva en forma de arresto domiciliario impuesta a L.E. Sóbol hasta el 23 de marzo de 2021", ha señalado el servicio de prensa del tribunal en Telegram.

La Justicia rusa ha condenado en enero a dos meses de arresto domiciliario a Sóbol y otros aliados de Navalny por su participación en las protestas para pedir la liberación del opositor, en prisión desde que fue detenido nada más regresar a Rusia desde Alemania, donde se recuperó del envenenamiento que sufrió en 2020.

También se encuentran en arresto domiciliario por haber violado "las normas sanitarias" durante las multitudinarias protestas del 23 de enero el hermano de Navalny, Oleg, la médica del líder opositor, Anastasia Vasíleva, su portavoz, Kira Yarmysh, una de las fundadoras de Pussy Riot, María Aliójina, y varios empleados del Fondo de Lucha contra la Corrupción.