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Estados Unidos

Trece millones de personas siguen sin suministro de agua potable en Texas, tras el paso del temporal

  • El presidente, Joe Biden, declara un "desastre mayor" en Texas, lo que canalizará recursos federales a más de 70 condados
  • Es uno de los estados más golpeados por el temporal, que ha causado al menos 59 muertos en el país

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Casi la mitad de los habitantes de Texas se queda sin agua potable tras el paso de dos tormentas

El agua y la comida son bienes que escasean esta semana en Texas, que ha sufrido una histórica tormenta que ha cubierto de nieve y hielo su superficie.

De hecho, casi la mitad de los 29 millones de habitantes del estado han sufrido numerosas interrupciones del servicio de agua en los últimos días, porque más de 900 redes públicas en 164 condados se han visto afectadas por las tormentas, de acuerdo a datos de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas.

Además, centenares de supermercados de grandes cadenas han tenido que cerrar sus puertas por la escasez de alimentos y los que quedan abiertos lo hacen con sus estantes vacíos o con poca mercancía.

Esta situación ha llevado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a declarar un "desastre mayor" en Texas, uno de los estados más golpeados por el temporal que ha causado al menos 59 muertos en el país. De este modo, la Casa Blanca pone de inmediato a disposición de más de 70 condados recursos federales.

Las tormentas que han asolado a Texas en los últimos días dejaron a oscuras a millones de usuarios, aunque ya se ha ido restableciendo paulatinamente el suministro eléctrico, y colapsaron los sistemas públicos de agua en distintas zonas.

"La asistencia puede incluir subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de casas, préstamos de bajo costo para cubrir las pérdidas de propiedades no aseguradas y otros programas para ayudar a los individuos y a los propietarios de negocios a recuperarse de los efectos del desastre", ha señalado la Casa Blanca en un comunicado. Los recursos "también están disponibles para los gobiernos estatales y locales elegibles y ciertas organizaciones privadas sin fines de lucro sobre una base de costo compartido".

"Esto es un infierno, pero estamos sobreviviendo"

"Esto es un infierno, pero estamos sobreviviendo. No he tenido agua durante varios días y para mí lo más difícil ha sido encontrar comida porque todo a mi alrededor estaba completamente cerrado", ha relatado a Efe Nathan Jaworski, que vive en Round Rock, una ciudad al norte de Austin, la capital de Texas.

"Por lo menos", la casa de Jaworski nunca perdió la electricidad, por lo que pudo mantener su interior cálido mientras en el exterior se registraban mínimas de 13 grados centígrados negativos.

Menos suerte corrió su pareja, la mexicana María González, que vive a unos 20 minutos de trayecto en automóvil y que no ha tenido ni luz ni agua durante los últimos cuatro días. Además del "increíble frío", al que trataron de combatir con "el máximo número de capas de ropa y mantas posible", González y su compañera de apartamento también se quedaron sin comida. "Intenté conducir hasta una de las pocas tiendas que estaban abiertas para conseguir más suministros, pero era demasiado peligroso", ha dicho a Efe.

Este viernes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, informó que su prioridad "inmediata" es continuar en las tareas de restablecimiento de la energía eléctrica en los hogares, que aclaró ya no se debe a la falta de generación sino a la caída de líneas o a la necesidad de reconexión manual del servicio.

Otra de las tareas urgentes por acometer es restaurar el servicio de agua, para lo cual se han dispuesto laboratorios móviles de análisis del líquido, se han renovado las licencias de decenas de plomeros locales y se está coordinando la llegada de otros procedentes de zonas cercanas.

Abbott confirmó que han entregado más de 1,7 millones de botellas de agua a las comunidades, en muchas de las cuales permanece vigente la recomendación de hervir el agua que reciben por las tuberías.

Ted Cruz, senador republicano por el estado de Texas, cazado en Cancún en plena nevada

A raíz del temporal, Luisiana y Oklahoma también emitieron declaraciones federales de desastre, lo que facilita que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) traslade equipos y recursos a esas zonas.