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Las bibliotecas de Extremadura recuperan la actividad con la Fase 1

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Las bibliotecas de Extremadura recuperan la actividad con la Fase 1

Extremadura es una de las comunidades autónomas que este lunes entraron en la Fase 1. En ese escenario, según el BOE, las bibliotecas recuperan poco a poco su actividad, pero no toda. En Extremadura, los espacios dependientes de la Junta no reabrirán sus puertas hasta el próximo 25 de mayo, después de adaptar sus servicios a las nuevas directrices del Gobierno a lo largo de la próxima semana.

Las que sí van retomando tímidamente son las bibliotecas municipales, exclusivamente para préstamo y devolución de libros, información bibliográfica y bibliotecaria y lectura en sala. Eso sí, no se permite ocupar sus instalaciones para estudiar, el intercambio de obras entre bibliotecas, el uso de los ordenadores y los medios informáticos propios del centro ni el acceso a los catálogos que no estén excluidos del préstamo.

Desde este lunes, el acceso a las bibliotecas vuelve a ser libre, si bien se ha habilitado un servicio de cita previa para proteger a las personas de mayor edad y facilitar la atención personalizada, ya que, a partir de ahora, para evitar contagios por contacto, serán los trabajadores quienes proporcionen las obras a los usuarios.

Además, con el fin de asegurar el distanciamiento social, se limita el aforo de estos espacios al 30% de su capacidad, para lo que algunos centros en la región han señalizado diferentes itinerarios de entrada y salida para que quienes acudan a ellos lo tengan más fácil, y han limitado el uso de ascensores a personas con movilidad reducida.

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La higiene de los libros: el tiempo

Así las cosas, para acceder a una biblioteca los usuarios deben seguir las mismas indicaciones de seguridad e higiene que para el resto de actividades públicas: mantenerse a dos metros de distancia de otros usuarios y trabajadores, llevar puestos mascarilla y guantes, y utilizar los geles hidroalcohólicos dispuestos en las instalaciones.

En cuanto a los libros, pasarán 14 días en un lugar separado y apartado de las salas de consultas y espacios accesibles una vez sean consultados o devueltos. Es el tiempo que se ha estimado necesario para garantizar que no son portadores de coronavirus, si se diera el caso de que algún usuario hubiera podido contaminarlo.

Asimismo, los responsables de las bibliotecas deberán asegurar la limpieza y desinfección de las instalaciones, el mobiliario y todos los equipos de trabajo antes de su apertura y ubicar pantallas protectoras, marcas en el suelo y paneles informativos donde proceda para favorecer la distancia social.