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Economía

Lagarde lanza una revisión de la estrategia del BCE para luchar contra el estancamiento de los precios

  • Es la primera vez desde 2003 que el banco revisa sus herramientas para cumplir su mandato de estabilizar los precios
  • Entre otros aspectos, se modificará el objetivo de inflación, que ahora fija que esté cercana aunque por debajo del 2 %

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La presidenta del BCE, Chrintine Lagarde, en la rueda de prensa celebrada en Fráncfortº
La presidenta del BCE, Chrintine Lagarde, en la rueda de prensa celebrada en Fráncfort.

La segunda reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo bajo la dirección de Christine Lagarde ha vuelto a mantener inalterados los tipos de interés del euro, que permanecen en el 0 % desde 2016, aunque la nueva presidenta ha puesto en marcha la revisión de la estrategia de la autoridad monetaria europea, con el fin de evaluar y adaptar sus herramientas de política monetaria para adaptarlas a un contexto de baja inflación como el actual.

Durante diez años, la meta era combatir la inflación, pero ahora tenemos la situación inversa. No podemos operar como lo hacíamos en 2003

"La situación ha cambiado completamente desde 2003", ha señalado Lagarde en la rueda de prensa celebrada en la sede del BCE en Fráncfort, en alusión a la última revisión de la estrategia de política monetaria, de la que hace ya 17 años. "Durante diez años, la meta era combatir la inflación, pero ahora tenemos la situación inversa. No podemos operar como lo hacíamos en 2003, aunque eso no significa que tengamos que cambiar esto o lo otro", ha explicado Lagarde, reacia a confirmar si se va a modificar el objetivo de inflación del BCE,

Sin embargo, la propia nota de prensa publicada después por la institución deja pocas dudas al respecto: "La formulación cuantitativa de estabilidad de precios del BCE, junto con los enfoques e instrumentos para lograrla, serán elementos destacados de este ejercicio", reza la nota, que también recoge que "hacer frente a bajos niveles de inflación es distinto al reto histórico de hacer frente a niveles de inflación elevados".

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El mandato del BCE es mantener la estabilidad de precios, para lo que en su fundación se fijó un objetivo de inflación que iba del 0 % al 2 %, aunque se reveló insuficiente para contener las tendencias inflacionistas que acompañaron la puesta en circulación del euro, por lo que en 2003 se estableció un nuevo objetivo: los precios deben estar cerca, aunque por debajo, del 2 %.

Sin embargo, desde hace al menos siete años y a pesar de los estímulos monetarios introducidos durante y después de la Gran Depresión, la inflación de la zona euro se encuentra lejos de ese techo: el año pasado tocó mínimos desde 2016 en octubre, con un 0,7 %, aunque a finales de 2019 logró repuntar y en diciembre se situó en el 1,3 %.

Afinar el objetivo de inflación

La nota del BCE señala el núcleo del problema: "La tendencia a la baja del crecimiento, relacionada con el descenso de la productividad y el envejecimiento de la población, junto con el legado de la crisis financiera, han conducido a la bajada de los tipos de interés, reduciendo el margen del BCE y de otros bancos centrales para relajar la política monetaria empleando instrumentos convencionales", es decir, en un contexto de ralentización económica, precios bajos y tipos de interés reales negativos, apenas queda artillería, por lo que hay que encontrar nuevas herramientas.

Entre las opciones que se barajan, según diversos analistas, estaría establecer un objetivo simétrico, es decir, una banda de inflación que daría margen por encima y por debajo del 2 %, aunque también se especula con un objetivo inferior al actual, para hacerlo más asequible, la opción preferida por los halcones de los países que pretenden reducir los estímulos y poder subir cuánto antes los tipos de interés. En este sentido, la redefinición de esa meta de inflación y de las herramientas para alcanzalo puede ayudar a reducir las divergencias en el seno del Consejo de Gobierno.

Lagarde, en ese sentido, ha esquivado dar pistas, asegurando que el proceso de revisión estratégica, que se espera esté concluido en noviembre o diciembre de este año, se encuentra solo en el punto de partida: "Voy a contenerme con eso; sería injusto para la revisión de la estrategia que vamos a llevar a cabo. Tengo mis puntos de vista, todos los tenemos, pero hay que ponerlos en común y consensuarlos, para que sean tan consistentes como efectivos", ha recalcado.

Por lo demás, la presidenta del BCE ha asegurado que la revisión estratégica "no dejará ni una piedra sin levantar" en la institución, de forma que se abordará "toda una variedad de asuntos: cómo medimos la inflación, qué herramientas tenemos, cómo comunicamos...", ha enumerado.

Dentro de la nueva estrategia, además, Lagarde pretende también incluir la lucha contra la emergencia climática, una senda que ya se ha iniciado con medidas como la consideración de los riesgos climáticos en las pruebas de estrés de los bancos europeos: "El cambio climático es una amenaza para la estabilidad financiera", ha recalcado la presidenta del BCE, quien ha señalado que es imperativo evaluar cómo se incluyen los riesgos climáticos en toda las valoraciones de la autoridad monetaria y en su manejo de los activos, para ponerles el precio adecuado.