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Elecciones en Reino Unido

La batalla por el 'Brexit' domina el último cara a cara electoral entre Johnson y Corbyn

  • El primer ministro y el líder laborista aprovechan el último acontecimiento televisivo de la campaña para consolidar sus promesas
  • Johnson apela a la indecisión de Corbyn con la vista puesta en la mayoría conservadora

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El 'Brexit' es el tema estrella del último cara a cara electoral entre Johnson y Corbyn

El Brexit ha vuelto a dominar el segundo y definitivo cara a cara de las elecciones en el Reino Unido entre el primer ministro británico, Boris Johnson y el líder laborista, Jeremy Corbyn, que han afilado sus armas en la última oportunidad televisiva para convencer a la audiencia para llevarles al número 10 de Downing Street.

A seis días de las elecciones, los dos rivales han vuelto a reprocharse mutuamente la gestión de la salida de la Unión. Un cómodo Johnson que lidera las encuestas sigue cuestionando la ambigüedad de Corbyn en torno al divorcio una y otra vez para evitar que le arrebate la llave del Gobierno. Y un laborista estancado en los sondeos se ha defendido con los supuestos documentos filtrados que aseguran que el primer ministro está negociando en secreto con Donald Trump un acuerdo comercial que incluiría la privatización de parte de la sanidad pública, una acusación que Johnson niega rotundamente.

Los líderes han utilizado el segundo cara a cara de la historia televisiva en el país para consolidar sus mensajes electorales -más de 6,7 millones de personas vieron el primero- en una noche sin sorpresas. Un centenar de espectadores les ha preguntado por los principales asuntos que dominan la agenda política en las últimas semanas: la crisis de la Sanidad, la economía, la educación, el racismo y, tras el atentado terrorista de Londres, la seguridad.

A vueltas con los futuros acuerdos comerciales

El líder conservador ha vuelto a recurrir a la estrategia utilizada en el debate en ITV de noviembre: atacar a Corbyn por el Brexit en cuanto la ocasión lo permitía. "La postura del líder de la oposición en este asunto es todo un misterio. [...] Nadie sabe qué persona misteriosa de su gabinete renegociará el acuerdo con la UE", ha aseverado Johnson.

Johnson quiere salir de una relación con la UE para no relacionarse con nadie

Corbyn ha explicado que pretende reabrir el Acuerdo de Retirada para garantizar que haya un acuerdo comercial con la UE ante la amenaza de que una mayoría conservadora precipite al país al abismo en diciembre de 2020 si no se ha acordado la nueva relación comercial. "Johnson quiere salir de una relación con la UE para no relacionarse con nadie. Me preocupa la falta de conocimiento sobre el funcionamiento de un acuerdo comercial. Con nosotros, ustedes sabrán lo que significa salir con un acuerdo comercial", ha dicho.

Pero precisamente la indecisión laborista respecto al Brexit supone toda una diana para Johnson, que apela a la incertidumbre que generaría el segundo referéndum que propone Corbyn. "Ya no se puede ser neutral en cuestiones como estas. No quiero volver a perder el tiempo el año que viene con más confusión" si hay una coalición con la líder escocesa, Nicola Sturgeon, ha aseverado Johnson.

Polémica por el cambio de nombre del Twitter del Partido Conservador durante un debate electoral.

El Brexitismo de Johnson frena la remontada laborista

Una moneda decidió que Corbyn abriera el debate con un minuto sin menciones a la cuestión estrella de estas elecciones. El laborista sigue centrado en apelar a la "ambición" de un Gobierno que apuesta por aumentar el gasto en políticas sociales y nacionalizar empresas de servicios y transportes. "Cuatro millones de niños viven en la pobreza, la gente no puede tener cita con el médico, las personas mayores no tienen los cuidados que necesitan", ha asegurado al inicio.

Brexit aparte, los dos líderes han sido preguntados por otros asuntos muy presentes en la campaña. Desde el déficit de enfermeros en la sanidad pública, al aumento de la inversión en seguridad para evitar atentados como el de la pasada semana, al racismo, Johnson recurría siempre al Brexit para desbloquear el país para contrarrestar el efecto de una remontada laborista.

Los laboristas han recortado distancias en las encuestas en los últimos días: los conservadores tienen el 43% de intención de voto frente al 34% de la oposición, que partía con un 21% cuando se convocaron las elecciones. Johnson aspira a lograr una mayoría absoluta que le permita gobernar holgadamente. Por eso, dice, "la única forma" de garantizar la economía es "consumar el Brexit y pasar página". Su estrategia parece haber funcionado, al menos de momento, en un país hastiado por el divorcio: el 52% de británicos le dan como el vencedor de una noche sin sorpresas, según un sondeo de YouGov.

El castigo a las mentiras

La anécdota de la noche en una semana delicada para la relación de los tories con la BBC ha tenido lugar cuando un hombre ha preguntado por la penalización que merecerían los políticos por mentir en campaña.

"Se les debería obligar a arrodillarse en la Cámara de los Comunes con las copias de los documentos que aseguran una cosa cuando es la contraria", ha respondido con una sonrisa el conservador. Es el único líder político que ha rechazado someterse a las incisivas preguntas de Andrew Neil.