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La era Trump | 'Impeachment'

Arrancan las audiencias públicas para determinar si se abre el 'impeachment' a Trump por la trama ucraniana

  • Las audiencias públicas comienzan este miércoles con la declaración de tres exfuncionarios de la Casa Blanca
  • El Congreso investiga si el presidente presionó a su homólogo ucraniano para investigar a un rival del Partido Demócrata

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El presidente de EE.UU., Donald Trump, en un acto de campaña el 8 de noviembre
El presidente de EE.UU., Donald Trump, en un acto de campaña el 8 de noviembre.

El Partido Demócrata abre este miércoles un nuevo capítulo en el proceso del impeachment (juicio político) al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con las primeras audiencias públicas de testigos clave para justificar la apertura de un juicio político que podría llegar tan pronto como diciembre. Los dos primeros en declarar son el exembajador en Ucrania, William Taylor, y uno de los asistentes en la Secretaría de Estado, George Kent. El viernes lo hará otra antigua embajadora en Ucrania, Marie Yoyanovitch, y la próxima semana será el turno de otros funcionarios de la Casa Blanca todavía por confirmar.

Los tres ya declararon en octubre a puerta cerrada y expresaron sus sospechas sobre la gestión del envío de ayuda a Ucrania d ela Administración Trump, la base del caso denunciado por los demócratas. Según la transcripción publicada por la Casa Blanca, el presidente instó a su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenskiy, a investigar a uno de los aspirantes a liderar a los demócratas en las presidenciales de 2020, el exvicepresidente Joe Biden, durante una llamada telefónica el pasado 25 de julio.

Los demócratas esperan que las audiencias en la Cámara de Representantes sirvan como "oportunidad para el pueblo americano para evaluar a los testigos", según ha declarado el jefe de las pesquisas en la Cámara baja, Adam Schiff. Su objetivo es probar que parte de la Administración Trump abusó de su poder para retrasar el envío de ayuda militar a Kiev y que el abogado personal del presidente, Rudy Giuliani, gestionó la trama para presionar a Zelenskiy. Los tres serán interrogados por Shiff y por el representante republicano en el comité, Devin Nunes.

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Tres testimonios clave para la estrategia demócrata

El Comité preguntará a los testigos por los aconticimientos previos y posteriores a la llamada telefónica en la que Trump pidió a Zelenskiy información sobre una falsa injerencia ucraniana en los servidores informáticos demócratas durante las elecciones de 2016 y la etapa del hijo de Biden, Hunter Biden, en la Junta de Burisma, una compañía de gas ucraniana investigada por corrupción.

También tratarán de demostrar que el presidente incurrió en un delito de obstrucción de la Justicia -que también cuenta con suficiente peso para el impeachment- al detallar cómo ha bloqueado las comparecencias de algunos testigos y su negativa a colaborar, acciones que la Casa Blanca justifica en la "inocencia" de Trump y en el "partidismo e ilegitimidad" del proceso. "¡Lean la transcripción!", ha escrito Trump por la mañana en Twitter.

El testimonio de Taylor será de los más claves, puesto que explicó que se escandalizó al comprobar que el envío de la ayuda y el encuentro entre Trump y Zelenskiy se retrasaban por motivos políticos. "Es de locos retener ayudas en materia de seguridad por una campaña política", escribió en un mensaje hecho público por los investigadores. Por su parte, Kent señaló en su comparecencia su preocupación por los esfuerzos de Giuliani y otros oficiales para presionar a Zelenskiy. Y Yovanovitch asegura que fue despedida en mayo por unas "falsas acusuaciones" tras un enfrentamiento con el abogado de Trump.

Los demócratas esperan poder argumentar un caso público a lo largo del mes de noviembre, con el fin de formalizar el juicio político en diciembre en base a las audiencias públicas y las declaraciones filtradas la pasada semana, en los que otros dos altos cargos diplomáticos daban cuenta de la trama ucranianaPero aunque se decanten por esta opción finalmente, el proceso podría quedar paralizado en el Senado: necesita el apoyo de dos tercios para salir adelante en una Cámara con mayoría republicana.

La Casa Blanca ha publicado este miércoles la transcripción de la conversación telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que muestra que el estadounidense pidió varias veces a Kiev que investigara al exvicepresidente Joe Biden.

El delator, as en la manga para los republicanos

La estrategia del Partido Republicano gira en torno a la defensa de la inocencia del presidente, que sostiene que el impeachment no es sino "otra caza de brujas" contra su mandato. De hecho, el presidente ha amenazado en los últimos días con publicar esta semana los detalles de la primera llamada con Zelenskiy, realizada el 12 de abril para felicitarle por su victoria en las elecciones. Pretenden que comparezcan Hunter Biden y el filtrador anónimo que denunció la llamada telefónica con Zelenskiy, a pesar de que algunos republicanos creen que su comparecencia pondría en riesgo su anonimato.

El delator, una figura supuestamente protegida por la ley en EE.UU..

En cualquier caso, es poco probable que los demócratas permitan estas audiencias, especialmente la del filtrador. Así que su estrategia estará basada en cuatro ejes, según adelantó el martes la cadena CNN. Así, argumentarán que la transcripción de la llamada del 25 de julio no mostró ninguna presión a Ucrania; que tanto Trump como Zelenskiy han asegurado que no hubo presiones; que Zelenskiy desconocía el 25 de julio que el envío de la ayuda había sido paralizado y que, finalmente, EE.UU. envió la ayuda a su socio en septiembre.

Una vez concluyan las audiencias, los tres comités que participan en el proceso enviarán su dictamen al Comité Judicial, que deberá decidir si tramita o no las acusaciones para el impeachment. Este comité llevará a cabo su propia investigación, en la que podrán participar el presidente y sus abogados. Cualquier acusación para abrir un juicio político a Trump deberá ser votada en el Congreso estadounidense.

Los estadounidenses han sido testigos de cuatro procesos de impeachment, el último en 1988 contra el entonces presidente, Bill Clinton. Ninguno prosperó, aunque el juicio a Richard Nixon llegó a forzar su dimisión por el escándalo del Watergate.