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La era Trump

Trump presume de liderazgo medioambiental a pesar de negar el cambio climático

  • El presidente asegura que su país tiene uno de los aires y aguas "más limpios" del planeta
  • Carga contra el Acuerdo de París "injusto, ineficaz y caro" dos años después de su retirada

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Donald Trump pronuncia un discurso sobre el medio ambiente en la Casa Blanca
Donald Trump pronuncia un discurso sobre el medio ambiente en la Casa Blanca.

El presidente de Estados UnidosDonald Trump, ha presumido este lunes de que, gracias a su política medioambiental, EE.UU. está "liderando la lucha contra la contaminación en el mundo a la vez que promueve los combustibles fósiles", un discurso que los grupos verdes del país han calificado de "fantasía".

Trump, todo un negacionista sobre el cambio climático que retiró al país del Acuerdo de París en su primer año en la Casa Blanca, ha dicho que EE.UU. lidera la producción de agua potable y se ha felicitado por conseguir la reducción de la emisión de carbono mientras impulsa la industria. "Una economía fuerte es vital para mantener un ambiente sano. Castigar a los americanos nunca será la manera para mejorar el medio ambiente o la economía. Hemos reducido este fallido enfoque y lo que vemos son grandes resultados", ha dicho en un discurso pronunciado en la Casa Blanca.

Le han acompañado el secretario de Interior David Bernhardt, el secretario de Energía Rick Perry, la consejera de Calidad Medioambiental Mary Neumayr y el administrador de la Agencia de Protección Medioambiental, Andrew Wheeler. Según este último, "los contaminantes han caido el 70% desde 1970, incluido bajo la vigilancia de Trump".

Aunque los datos de la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense certifican la reducción de la contaminación en las últimas décadas desde la entrada en vigor de la Ley de Aire Limpio y la Ley de Agua Limpia, lo cierto es que las emisiones de partículas finas como el hollín y el humo de la combustión del cobre y el petróleo han subido desde la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017, según datos.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado su intención retirar al país del Acuerdo de París para la lucha contra el cambio climático. De esta manera, EE.UU. se quedará solo junto a Nicaragua y Siria, los únicos dos países no firmantes de los compromisos adoptados en París por casi 200 naciones a finales de 2015. El mandatario norteamericano ha asegurado que intentará negociar un acuerdo climático "mejor" que el de París, ya que el tratado suscrito en la capital francesa es "ejemplo de un trato que es desventajoso para Estados Unidos". Una de las razones que ha esgrimido para justificar su decisión es que "necesita todas las formas de energía estadounidense disponible" o "estará en grave riesgo de caídas y apagones". Así lo ha manifestado mientras ha indicado que su Gobierno "cesará todas las implementaciones" de los compromisos climáticos alcanzados en París a finales de 2015.

Contra el Acuerdo de París

Trump anunció la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París a los seis meses de su primer mandato porque lo veía perjudicial para su país, pero lo cierto es que EE.UU. todavía no ha abandonado el pacto mundial contra el cambio climático y continúa ligado a sus normas. Se lo impide el artículo 28.1 del acuerdo, que indica que el presidente no podrá solicitar la salida hasta noviembre de este año, y la salida no se hará efectiva hasta noviembre de 2020, precisamente coincidiendo con las elecciones presidenciales.

Con todo, el presidente ha llegado a señalar en alguna ocasión que estaría abierto a volver a formar parte si se cambiaran las condiciones del pacto mundial.

Según el mandatario, Estados Unidos tiene ahora "uno de los aires y agua más limpios del planeta" y son, precisamente, el resto de países firmantes del Acuerdo de París los que están "por detrás de la reducción de las emisiones estadounidenses. ¿Quién se lo hubiera imaginado? Por eso retiré a EE.UU. en mi primer año del injusto, ineficaz y muy, muy caro Acuerdo de París", ha aseverado.

En 2018, Estados Unidos ocupaba el puesto 27 en el Índice de Rendimiento Medioambiental elaborado por las universidades de Yale y Columbia, un puesto más que durante la Administración del expresidente Barack Obama en la lista copada por Suiza, Francia y Dinamarca y en la que España ocupa el puesto 12.