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'Brexit'

El Parlamento asesta las primeras derrotas a May, que apela a la unidad para aprobar el 'Brexit'

  • La primera ministra británica ha pedido el apoyo y compromiso de los Comunes para salvar el Brexit
  • La acusación de desacato al Gobierno aprobado en el Parlamento refleja la profunda división de la Cámara

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La división del Parlamento británico marca el inicio del debate sobre el 'Brexit'

La primera ministra británica, Theresa May, ha apelado a la unidad nacional del Reino Unido en la primera jornada del debate parlamentario sobre el acuerdo con Bruselas para el Brexit. La líder conservadora lleva una semana haciendo campaña para salvar su acuerdo ante un Parlamento cada vez más en contra, un rechazo evidenciado este martes con tres derrotas en la Cámara.

En su intento por evitar un divorcio abrupto con Bruselas, May ha advertido de que "este solo será un momento de oportunidad si nosotros y esta Cámara encontramos una manera para entregar el Brexit que unifique el país".

Solo será un momento de oportunidad si encontramos una manera para entregar el Brexit que unifique el país

Más allá de su habitual defensa de los beneficios del "mejor acuerdo posible para el país", May ha reconocido la profunda división parlamentaria entre los partidarios de un Brexit duro, de un Brexit Suave o de permanecer en la Unión Europea, pero ha alertado de que celebrar "un segundo referéndum[una de las opciones posibles] agravaría las divisiones" y solo serviría para prolongar el debate durante años.

Los grupos políticos han recibido su mensaje con sorna y cierto escepticismo, sobre todo tras el dictamen de un abogado general europeo que ha abierto la puerta a que el Reino Unido pueda revocar el Brexit al revertir el artículo 50 del Tratado de Lisboa y después de que el Gobierno haya sido acusado de desacato por primera vez en la historia por no publicar el informe legal completo sobre las consecuencias del divorcio.

May pide reflexión y compromiso con los británicos

Aunque "respeta" todas las visiones, la líder conservadora ha pedido a los parlamentarios "compromiso" y reflexión acerca de las consecuencias sociales y políticas si no respetan e ignoran la opción votada por el 52% de los británicos en el referéndum de 2016, al tiempo que ha recordado que la elección es entre "este acuerdo, ningún acuerdo o ningún Brexit".

La Cámara de los Comunes votará el acuerdo el próximo 11 de diciembre y May busca los 320 votos necesarios para que el texto salga adelante, un escenario que parece poco probable por ahora por la oposición de laboristas, liberal demócratas, escoceses y norirlandeses, además del ala más euroescéptica del Partido Conservador y por las tres derrotas en las votaciones de la tarde.

Consciente, May ha presionado con la "inseguridad" que provocaría el rechazo y ha preferido centrarse en los beneficios de la nueva relación "sin precedentes" que tendrá el país con Europa. En este punto, la jefa del Gobierno ha anunciado que los diputados tendrán mayor responsabilidad en las negociaciones previstas para el el periodo de transición.

Los británicos deciden salir de la Unión Europea

Corbyn pide el voto en contra para forzar elecciones

Pero la oposición laborista rechaza de plano el futuro optimista dibujado por May, según ha dicho el líder del partido, Jeremy Corbyn. Después de enumerar lo que considera fracasos del Gobierno, los importantes "riesgos economía", y el "auge de la pobreza" si se "salta hacia la oscuridad", Corbyn ha tratado de agitar la Cámara para que rechace lo que considera un acuerdo desastroso.

Lo único que ha conseguido May es unir a conservadores y laboristas

Aunque el partido no quiere un divorcio duro, Corbyn asegura que podría renegociarse el acuerdo con Bruselas si hay un nuevo Gobierno tras forzar elecciones, a pesar de que la UE haya cerrado la puerta a esta opción. Precisamente por la baja probabilidad de este escenario, varios diputados le han reprochado que lo único que conseguirá así será que el Reino Unido pierda el acuerdo.

Haciendo gala de la ironía británica, Corbyn ha felicitado a May por haber unido a los conservadores y laboristas, en una referencia a los euroescépticos que rechazan el pacto, como el exministro de Exteriores, Boris Johnson, que considera que el texto es "una humillación" para el país.

El Parlamento acusa al Gobierno de desacato

La falta de apoyos del Gobierno de May ha quedado evidenciada en la primera jornada del debate histórico, que ha arrancado con una bronca sesión sobre la publicación de un informe legal sobre el Brexit y los pasos a seguir en caso de que la Cámara rechace el acuerdo.

Downing Street, acorralado por seis partidos de la oposición, ha sido acusado de desacato al Parlamento por no publicar el informe completo, con 311 votos a favor y 293 en contra, un hecho sin precedentes en la política británica.

La moción obliga a los conservadores a publicar el documento legal completo "de forma inmediata", tal y como fue aprobado en noviembre, y el Ejecutivo de May se ha comprometido a responder el miércoles. Los parlamentarios exigen conocer todas las cuestiones legales del documento antes de la votación final.

Una de las más polémicas es averiguar la letra pequeña sobre el tiempo en que el Reino Unido seguirá ligado a las leyes europeas para evitar una frontera física en Irlanda, una medida que será "temporal" según ha repetido May, que ha advertido de que sin esta solución "no hay acuerdo" posible.

La otra enmienda aprobada, por 321 votos a favor y 299 en contra, ha sido impulsada por el conservador Dominic Grieve, que ha conseguido que los parlamentarios puedan dictar los próximos pasos a seguir en caso de que se rechace el acuerdo.

Entretanto, el exlíder del ultraderechista UKIP, Nigel Farage, uno de los rostros de la campaña a favor del Brexit, ha anunciado su salida del partido al estar en desacuerdo con el nuevo rumbo desde 2016.