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Bruselas consulta a los ciudadanos su opinión sobre el cambio de hora en verano para decidir si lo elimina

  • La recogida de opiniones estará abierta hasta el próximo 16 de agosto
  • El Parlamento Europeo pidió en febrero una evaluación del sistema y sus efectos

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El adelanto horario de comienzos del verano reflejado en un reloj
El adelanto de una hora al comienzo del verano está regulada en la UE desde los años 80.

La Comisión Europea ha abierto una consulta pública para que los ciudadanos de la UE opinen sobre el cambio de horario que se realiza al comienzo del verano para decidir si modifica el sistema o lo elimina. Esta iniciativa se produce después de varias peticiones presentadas por ciudadanos, Parlamento Europeo y varios Estados miembros de la Unión Europea.

La página web creada para recoger esas opiniones desde el 4 de julio al 16 de agosto (https://ec.europa.eu/info/consultations/2018-summertime-arrangements_es) ha estado colapsada durante varias horas después de anunciarse el jueves su apertura.

Desde la década de los 80, los relojes de la Unión Europea se adelantan una hora entre marzo y octubre con el argumento de un supuesto ahorro energético, ya que se busca aprovechar en lo posible la luz diurna. Pero la oposición a esta práctica ha cobrado fuerza en los últimos años. El pasado febrero, el Parlamento Europeo instó al Ejecutivo comunitario a realizar una evaluación de fondo y, en función de sus resultados, a presentar una propuesta para revisarla.

Finlandia -cuya capital es la que más al norte se encuentra del bloque- presentó en enero una solicitud para la eliminación de los cambios de hora impulsada por más de 70.000 firmas, y Lituania ha pedido revisar el sistema para tener en cuenta las diferencias regionales y geográficas.

Las disposiciones sobre la hora de verano en la UE están recogidas en la actualidad en la Directiva 2000/84/CE, que obliga a los Estados miembros a cambiar a la hora el último domingo de marzo y a volver al horario de invierno el último domingo de octubre.

Ventajas e inconvenientes

La legislación europea tiene como objetivo "unificar unos horarios de verano nacionales divergentes y garantizar con ello un enfoque armonizado del cambio de hora dentro del Mercado Único".

El Ejecutivo comunitario ha realizado numerosos estudios sobre el impacto del cambio de hora en distintas vertientes, cuyos resultados se resumen a continuación:

1. Mercado interior.- Permitir cambios horarios descoordinados entre los Estados miembros iría en detrimento del mercado interior como consecuencia del aumento de costes en el comercio transfronterizo, los inconvenientes para el transporte, las comunicaciones y los desplazamientos y la menor productividad.

2.- Energía.- El efecto global de ahorro de energía que se deriva de la hora de verano es marginal, a pesar de que ésta ha sido una de las principales justificaciones para su adopción. Los resultados de los estudios varían en función de factores como la localización geográfica.

3.- Salud.- Se considera que la hora de verano genera efectos positivos vinculados el incremento de las actividades de ocio al aire libre. Sin embargo, "los estudios cronobiológicos parecen indicar que su impacto en lo biorritmos humanos podría ser más importante de lo que se suponía".

4.- Seguridad vial.- Los datos son poco concluyentes con respecto a la relación entre la hora de verano y los accidentes de tráfico. En principio, la privación de sueño que conlleva el adelanto de la hora en primavera podría incrementar el riesgo de accidentes, sin embargo, se considera que el aumento de las horas de luz vespertina durante el verano tendría un efecto positivo en la seguridad vial.

5.- Agricultura.- La utilización de nuevos equipos, sistemas de iluminación artificial y tecnologías de automatización parece haber disipado la mayoría de los recelos que suscitaban la perturbación de los biorritmos animales y los cambios en las rutinas de ordeño. Una hora extra de luz durante el verano permite ampliar la jornada laboral para actividades de exterior.

Fuera de la UE, algunos países europeos han dejado de hacer los cambios de hora de verano e invierno, incluyendo Rusia, Turquía, Bielorrusia e Islandia.