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Fin de ETA

Urkullu y Barkos creen abierta una "etapa de convivencia" y piden "adaptar" la política penitenciaria

  • El lehendakari y la presidenta navarra comparecen para un comunicado conjunto
  • Promoverán un grupo de trabajo sobre política penitenciaria con el Gobierno
  • Llaman a consolidar una "memoria compartida" y reparar a "todas las víctimas"

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Urkullu y Barkos lamentan que ETA no haya pedido perdón a todas las victimas

El lehendakari, Íñigo Urkullu, y la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, han acogido la disolución de ETA con "alegría", "esperanza" e "ilusión" y la han interpretado seguidamente como la palanca para un nuevo "compromiso" de construir la convivencia y trabajar conjuntamente para conseguir el acercamiento de los presos de la banda terrorista a cárceles vascas.

Los dos presidentes han celebrado este viernes un acto conjunto en el Palacio de Bertiz, en el norte de Navarra, donde han leído una declaración institucional en la que han destacado que el fin de ETA, "aunque llegue muy tarde, tiene carácter histórico porque permite empezar a cerrar definitivamente una etapa negra de nuestra historia".

Ambos dirigentes creen que "se dan las condiciones para acordar y dar los pasos que abran definitivamente una nueva etapa de convivencia en nuestra sociedad" en la que "la reparación integral a las víctimas constituya una tarea prioritaria".

También dirigen reproches a la banda terrorista por no haber sido capaz de hacer "una rectificación dirigida a todas las víctimas" en sus sucesivos comunicados de estos días. Urkullu ha afirmado que "ETA desaparece como amenaza, pero no como triste recuerdo. Queda la memoria de todo el injusto daño generadoEn su último comunicado, ETA no ha sido capaz de expresar una palabra de rectificación dirigida a todas las víctimas, pero la sociedad vasca y sus instituciones sí podemos hacer", ha indicado.

En el documento conjunto, ambos gobiernos asumen propuestas y compromisos para "consolidar la convivencia". Así, por un lado, a corto plazo proponen una "reflexión crítica global sobre el pasado que, incluyendo explícitamente la violencia de ETA, sea compartida por primera vez por todas las fuerzas políticas".

Trabajar para el acercamiento de los presos etarras

Asimismo, han abogado por alcanzar un consenso sobre "adaptación de la política penitenciaria al nuevo contexto" con la totalidad de los partidos políticos.

A medio plazo, llaman a la "consolidación de una memoria plural y compartida", al impulso de políticas públicas de reconocimiento y reparación de "todas las víctimas del terrorismo, la violencia y las violaciones de derechos humanos"; y a la promoción de una educación y una cultura para "la convivencia y los derechos humanos de vocación preventiva ante el futuro y sus retos emergentes".

De la misma manera, ambos gobiernos se comprometen a promover un grupo de trabajo sobre política penitenciaria entre el Gobierno de Navarra, el Gobierno Vasco y el Ejecutivo central. Como punto de partida se emplaza a los presos de ETA a "desarrollar las vías legales penitenciarias sobre la base de los principios de reconocimiento del daño causado y reinserción".

En este sentido, abogan por un proceso de acercamiento de los presos a cárceles "próximas a sus lugares de residencia", a aplicar "con criterio humanitario las posibilidades que ofrece el ordenamiento jurídico tanto para personas presas enfermas o con menores a su cargo, como septuagenarias", y a promover una "política de reinserción" con "itinerarios viables cuando el riesgo de reincidencia ha desaparecido fehacientemente y definitivamente".