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Elecciones Hungría

Los observadores electorales critican que la oposición no pudo competir en igualdad de condiciones con Orbán

  • Dicen que su campaña estuvo marcada por una "retórica intimidatoria y xenófoba"
  • Su victoria complica las relaciones con la UE en la gestión de los flujos migratorios

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Seguidores del partido conservador Fidesz celebran la victoria de Orbán con casi un 50% de los apoyos
Seguidores del partido conservador Fidesz celebran la victoria de Orbán con casi un 50% de los apoyos

Las elecciones parlamentarias de este domingo en Hungría no ofrecieron a la oposición igualdad de condiciones frente a la formación ganadora, el partido conservador Fidesz, del primer ministro nacionalista Viktor Orbán, han indicado este lunes los observadores electorales de la OSCE. Su victoria complica las relaciones dentro de una Unión Europea (UE) en vías de refundación, en particular en relación con la gestión de los flujos migratorios.

Según ha declarado en rueda de prensa Douglas Wake, director de la misión internacional de observación, "el gasto excesivo del Gobierno en anuncios que amplificaron el mensaje de la campaña de la coalición gobernante socavó la capacidad de los participantes para competir en pie de igualdad".

La delegación de la OSCE también ha criticado que la campaña electoral estuvo marcada por una "retórica intimidatoria y xenófoba", en clara alusión a los mensajes del Gobierno de Orbán sobre el peligro que supone la llegada de emigrantes y refugiados al país centroeuropeo.

"Los votantes tuvieron una amplia gama de opciones políticas, pero la retórica intimidatoria y xenófoba, la imparcialidad de los medios y la financiación opaca de la campaña restringieron el espacio para un auténtico debate político, lo que obstaculizó la capacidad de los votantes de tomar una decisión plenamente informada", han afirmado los observadores en su informe.

"Los derechos y libertades fundamentales fueron respetados en general, pero se ejercitaron en un clima adverso", han agregado.

Su victoria complica las relaciones en la UE

Orbán, que en 2015 construyó una valla en la frontera húngara para impedir la entrada de demandantes de asilo, ha construido su nuevo éxito electoral alrededor de un discurso alarmista contra la inmigración.

Este discurso ha recabado el aplauso de los principales líderes eurófobos europeos, como el holandés Geert Wilders, el británico Nigel Farage o la francesa Marine Le Pen, quien ve en la victoria reforzada del líder húngaro un empuje con vistas a las elecciones a la Eurocámara de 2019. Orbán también ha recibido la enhorabuena del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo (PPE), en el que está inscrito su formación, Fidesz, si bien su pertenencia genera debate dentro de los conservadores europeos.

Por ello, su victoria complica las relaciones dentro de la Unión Europea, en particular en relación con la gestión de los flujos migratorios. Al ser preguntado por el impacto de los comicios húngaros en las políticas migratorias de la UE, el portavoz jefe de la Comisión Europea (CE), Margaritis Schinas, ha afirmado que "haber gestionado la crisis de refugiados no es lo mismo que encontrar el conjunto de medidas (...) que nos permita hacer frente a las dificultades migratorias sobre una base permanente".

Schinas ha señalado que la Unión Europea necesita "un acuerdo rápido, preferiblemente en torno al Consejo Europeo de junio" y, en cualquier caso, antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2019, y ha adelantado que el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, escribirá este lunes a Orbán y le telefoneará este martes.

Orbán obtuvo un apoyo de casi el 50%

El domingo Orbán logró su tercer mandato consecutivo, con un amplio apoyo de casi el 50%, lo que se traducirá en una mayoría de dos tercios en el Parlamento que le permite hacer en solitario reformas constitucionales.

La Oficina Nacional Electoral de Hungría ha confirmado este lunes, tras el escrutinio del 98% de los votos, el triunfo del Fidesz con el 48,9% de los sufragios.

En segundo lugar quedó el ultraderechista Jobbik, con el 20%, seguido de la coalición izquierdista liderada por Gergely Karácsony y formada por los socialdemócratas y el partido Diálogo, con el 12%.

"Aunque los medios de comunicación públicos ofrecieron posibilidad de manifestarse a los actores políticos, sus noticieros transmitían la opinión del Gobierno", ha criticado director de la OSCE ante los periodistas.