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Riesgo de guerra comercial

China lleva a EE.UU. ante la OMC por la amenaza de aranceles

  • Pekín solicita consultas con EE.UU. en el Mecanismo de Resolución de Disputas
  • Alega que esas tarifas son incompatibles con las normas de comercio
  • Es el paso previo a establecer un panel de expertos que dirima la disputa

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Operarios mientras transportan bolsas de habas de soja en un puerto en Nantong (China)
Operarios mientras transportan bolsas de habas de soja en un puerto en Nantong (China)

China ha presentado este jueves formalmente ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) una queja contra EE.UU. por la amenaza de Washington de imponer aranceles por valor de 50.000 millones de dólares a un centenar de productos chinos.

Según ha señalado la organización internacional en un comunicado, "China ha solicitado consultas con EE.UU. bajo el Mecanismo de Resolución de Disputas de la OMC con respecto a las medidas arancelarias estadounidenses sobre ciertos bienes chinos".

El proceso de consultas es el paso previo a establecer un panel de expertos que dirima la disputa y su objetivo es abrir un proceso formal ante el Órgano de Solución de Controversias de la OMC sin llegar al litigio.

China alega que, de concretarse, la imposición de aranceles excedería de los tipos consolidados de Estados Unidos y son incompatibles con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GAAT).

Sus prácticas comerciales son "desleales"

El pasado martes, la Oficina del Representante de Comercio Exterior de EE.UU. (USTR, en sus siglas en ingles) publicó un listado que incluye 1.300 productos chinos a los que quiere imponer aranceles como respuesta a las prácticas comerciales que considera "desleales" de China.

Esta lista, que incluye aparatos de tecnología punta de las industrias aeroespacial y robótica, está ahora sujeta a un periodo de consulta pública de treinta días antes de que las tarifas proteccionistas entren en vigor.

Estados Unidos ha decidido imponer esos aranceles porque, según denuncia, las políticas de Pekín obligan a las empresas estadounidenses a transferir tecnología y propiedad intelectual a empresas chinas.

Además, Estados Unidos inició a finales de marzo un proceso de consultas con China en la OMC para afrontar sus supuestas "prácticas discriminatorias a la hora de otorgar licencias tecnológicas".

Escalada en la respuesta China

Por el momento, la Administración Trump sólo ha hecho realidad los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, que aunque no se formularon únicamente para China, han acabado enfocadas a las importaciones del gigante asiático.

Por parte de Pekín, se respondió con aranceles a 128 productos estadounidenses por valor de 3.000 millones de dólares, una batería diseñada -según los expertos- como advertencia del daño que se podría inflingir, ya que incluye productos muy concretos y seleccionados entre la producción agrícola estadounidense.

Sin embargo, tras el anuncio de Washington de que planea nuevas medidas arancelarias cuantificadas en 50.000 millones, el régimen chino endureció su respuesta y adelantó que, si la amenaza de EE.UU. se concreta, impondrá aranceles del 25% a 106 productos estadounidenses claves en el intercambio comercial entre ambas potencias, entre ellos, la soja, el maíz, la carne de vacuno congelada, el zumo de naranja, el tabaco, determinados automóviles y ciertos tipos de aviones.