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Caso Gabriel Cruz

El juez envía a Quezada a prisión por el asesinato de Gabriel mediante un "macabro plan criminal"

  • La investiga por asesinato, detención ilegal y un delito contra la integridad moral
  • El juez ve riesgo de fuga y destrucción de pruebas en la autora confesa del crimen
  • Le atribuye "una malvada voluntad" para llevar a cabo la comisión del crimen
  • Su abogado confía en que "velarán por su seguridad" en la cárcel El Acebuche

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El juez decreta prisión incondicional para Ana Julia Quezada por el presunto asesinato de Gabriel

El juez que instruye la muerte del niño Gabriel Cruz ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para la autora confesa del crimen, Ana Julia Quezada, a la que investiga por asesinato, detención ilegal y un delito contra la integridad moral, según ha informado este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Quezada, que declaraba este jueves por segunda vez ante el juez, ha sido trasladada por la tarde a la cárcel almeriense de El Acebuche.

El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, Rafael Soriano, la acusa de actuar guiada por "una malvada voluntad" para llevar a cabo su "macabro plan criminal" asfixiando a Gabriel "con sus propias manos hasta provocar su muerte", en el auto al que han tenido acceso Efe y Europa Press.

El juez instructor considera necesaria la medida de privación de libertad por la gravedad del delito, la posibilidad de eliminación de pruebas y el riesgo de fuga, ha detallado en una nota de prensa el TSJA, que explica que la causa que investiga la muerte del menor continúa bajo secreto de sumario.

El instructor ha tomado la decisión de mandarla a prisión después de que la Fiscalía solicitara esta medida cautelar para la detenida por asesinato con alevosía y detención ilegal, pero no por el tercer delito que le imputa el juez a mayores. Este delito contra la integridad moral estaría en relación a su comportamiento respecto a los padres de Gabriel -Ángel Cruz y Patricia Ramírez- durante los 12 días en los que el niño estuvo en paradero desconocido, según Europa Press.

El "macabro plan criminal" de Ana Julia Quezada

El juez asegura que resulta "incuestionable" la participación de la detenida en la muerte del menor, "por cuanto no solo es que ella misma haya reconocido tan luctuoso suceso, sino de que de las intervenciones acordadas judicialmente y pruebas recopiladas, se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen".

En este sentido, Soriano apunta que de las actuaciones judiciales se infiere, indiciariamente, que el 27 de febrero Ana Julia "aprovechó un momento temporal en el cual sabía que se iba a encontrar a solas con el niño, y que la abuela paterna no lo iba a controlar" para trasladarlo hasta la finca de su padre en Rodalquilar (Níjar, Almería) mediante engaños o la promesa de devolverlo pronto a jugar con sus primos.

Señala que se trata de un "lugar apartado y aislado, en el cual tranquilamente" podía llevar a cabo su "macabro plan criminal, asfixiándolo con sus propias manos hasta provocar su muerte".

El juez señala que había preparado un hoyo previamente

Añade que tras esto lo desnudó parcialmente y lo trasladó hasta el jardín, donde "previamente había hecho un hoyo con una pala, enterrándolo a continuación".

"Prosiguiendo con su plan se mantuvo en el cortijo de Rodalquilar haciendo unas tareas de pintura que le sirvieran de coartada, para posteriormente trasladarse a Las Hortichuelas Bajas", localidad de Níjar en la que se encuentra la casa de la abuela paterna del niño en la que ambos se encontraban antes de los hechos.

Una vez allí siguió sin "reconocer el crimen cometido, dar una falsa apariencia de preocupación por la desaparición y suerte del niño", de forma que este engaño se "mantuvo a lo largo de los días, aumentándolo hasta el punto de colocar ella misma una prenda del menor en el monte, para ser supuestamente encontrada por ella misma y así despistar a los agentes de la autoridad que practicaban la búsqueda".

Todo ello hasta que el domingo 11 de marzo, "con la finalidad de hacer desaparecer el cuerpo del menor y aprovechando un momento en que se había quedado sola", se trasladó de nuevo al cortijo de Rodalquilar, desenterró el cuerpo del niño y lo introdujo en el maletero de su coche.

Quería "deshacerse del cuerpo en un invernadero"

Según Soriano, la mujer ha expresado su intención de "deshacerse del cuerpo en un invernadero" además de manifestar "expresiones vejatorias que no hacen sino acrecentar la carga de las pruebas incriminatorias contra la detenida y que revelan, presuntamente, una falta de sentimientos y humanidad que ella misma ha calificado que, de ser ciertas sus palabras, serían de pura crueldad".

Ana Julia Quezada, de 43 años, ha vuelto a comparecer este jueves en el juzgado después de que este miércoles el instructor prorrogará un día más su detención para realizar una nueva diligencia tras su primera declaración judicial.

En sus dos declaraciones ante el juez, la detenida ha ratificado "en esencia" la versión que ofreció del crimen a la Guardia Civil, según ha explicado Esteban Hernández Thiel, su abogado de oficio junto a Beatriz Gámez, a los medios a la salida de los juzgados.

Su letrado ha insistido en que Quezada está "colaborando", respondiendo a todas las preguntas del juez y el fiscal, y que "está muy afectada". Al ser preguntado expresamente por si está arrepentida, ha respondido que "las muestras constantes son de eso".

El martes, Quezada confesó a los agentes que mató a Gabriel el mismo día de su desaparición en la finca que tiene en Rodalquilar (Almería) la familia del padre, donde lo llevó en su coche. Sin embargo, sostuvo que lo hizo en el transcurso de una discusión y después de que el pequeño la agrediera primero, algo que no creen los investigadores del Instituto Armado, que han ofrecido este jueves una rueda de prensa sobre los detalles del caso Nemo.

Momento de uno de los registros de la finca de Rodalquilar con Ana Julia Quezada

Momento de uno de los registros de la finca de Rodalquilar con Ana Julia Quezada EFE

La presunta asesina explicó a la Guardia Civil que golpeó al niño con la parte roma de un hacha después de que él la atacara con este utensilio y que le asfixió al ponerse nerviosa, según la versión de su declaración que transcendió el martes. La autopsia concluyó que Gabriel, que tenía un golpe en la cabeza, murió por asfixia mecánica.

Sin embargo, fuentes de la investigación citadas por Europa Press, sostienen que el hacha, encontrada en el escenario del crimen, no tendría la relevancia que le atribuye la acusada. De hecho, la Guardia Civil ha obviado este extremo en la rueda de prensa, según señala esta misma agencia.

Indicios de asesinato aunque Quesada niega un plan

La detenida, de origen dominicano, ha sostenido en todo momento que actuó sola y sin un plan predeterminado. La Guardia Civil sí cree en que no hay más implicados en el crimen pero no en la teoría de la defensa propia.

La diferencia no es baladí porque la pena por asesinato -que implica premeditación- es mucho mayor que la de homicidio, pero de momento tanto la Guardia Civil como la Fiscalía y el juez instructor ven indicios de asesinato.

Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han descrito a Quezada este jueves como "una persona de máxima frialdad, posesiva y egocéntrica". Los agentes también han explicado que en todo momento pensaron en encontrar a Gabriel con vida por algunos comentarios que hacía la propia Ana Julia sobre que iba a aparecer.

La seguridad de Quezada en prisión

Ana Julia Quezada ha sido trasladada este jueves por la tarde en la prisión almeriense de El Acebuche. Pasará su primera noche en el módulo de ingresos y este viernes por la mañana ingresará en el módulo de mujeres de esta cárcel después de ser reconocida por el servicio médico y entrevistada por el equipo técnico formado por diferentes profesionales, como son educador, trabajador social o psicólogo, según las fuentes jurídicas citadas por Efe.

Preguntado por si le preocupa la seguridad de su defendida en prisión, su abogado ha señalado que esta prisión "cuenta con magníficos profesionales que velarán perfectamente por la seguridad" de ella como hacen con otros internos "siempre".

El pasado lunes Quezada sufrió un intento de agresión cuando la Guardia Civil la trasladó para hacer un registro en el piso de Vícar donde fue interceptada con el cuerpo de Gabriel antes de entrar en el garaje. Ante los juzgados también se han concentrado en los últimos días grupos de personas que la han insultado al grito de "asesina".

Un grupo de personas se ha concentrado estos días ante los juzgados para increpar a Quezada

Un grupo de personas se ha concentrado estos días ante los juzgados para increpar a Quezada EFE

El abogado Hernández Thiel dice entender la "reacción visceral" de estas personas ante la "gravedad de los hechos" que se imputan a Quezada, pero ha pedido a los medios de comunicación que cooperen para calmar los ánimos, en alusión al tratamiento informativo que está recibiendo el caso, algo también criticado por los padres del propio Gabriel.

"Estamos en el año 2018 y no en la Prehistoria ni en la Edad Media y las sociedades modernas se han dotado de un procedimiento penal" para garantizar un juicio justo que se lleva a cabo de manera "contrastada" con un juez, un fiscal y la asistencia letrada que consagra la Constitución, ha subrayado Hernández Thiel.