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Declaración de independencia de Cataluña

El Gobierno confía en que Puigdemont confirme que no ha declarado la independencia para no aplicar el 155

  • Señalan fuentes del Gobierno en la recepción del 12 de octubre en el Palacio Real
  • Consideran que aún hay esperanza para que no se aplique el artículo 155

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El Gobierno cree que si Puigdemont declara que no proclamó la independencia se volvería a la legalidad

El Gobierno confía en que el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, dé marcha atrás en su desafío, responda al requerimiento del Ejecutivo que no ha declarado la independencia para no aplicar el artículo 155 de la Constitución y opte por convocar elecciones. La situación "es hoy mejor que ayer y peor que mañana" y Puigdemont tiene una última oportunidad de "dejar de jugar con todo el mundo", han señalado fuentes del Gobierno asistentes a la recepción del día de la Fiesta Nacional en conversaciones informales con los periodistas.

"La semana pasada fue clave" después del mensaje televisado del rey, con la "huida de empresas" catalanas, la manifestación del pasado domingo en Barcelona, la "huelga fallida" y el "cambio de visión de la prensa internacional", que supuso "un punto de inflexión" a juicio de estas fuentes del Gobierno.

Además, inciden en que aún hay esperanza para que el artículo 155 de la Constitución no se aplique y se pueda volver al “tablero de salida”, esto es, a la situación política previa a los días 6 y 7 de septiembre, cuando el Parlamento de Cataluña aprobó las denominadas ‘leyes de desconexión’ que posteriormente fueron suspendidas por el Tribunal Constitucional.

Cuatro días para una decisión que marcará el futuro

Es más, fuentes gubernamentales recogidas por Servimedia, piensan que el pasado martes no hubo una declaración unilateral de independencia (DUI) como tal, pero ante la confusión creada por las palabras del mandatario catalán prefieren que sea él mismo quien aclare este extremo y despeje cualquier atisbo de duda.

Para ello tiene de plazo hasta el próximo lunes, 16 de octubre, a las 10:00 horas y otros tres días adicionales, hasta el jueves 19 de octubre a las 10:00 horas, para retornar a la legalidad vigente, en el caso de que reconozca previamente haber declarado la independencia.

Si la respuesta no fuera satisfactoria, el Consejo de Ministros aprobaría las medidas pertinentes en virtud del artículo 155 de la Carta Magna que ya se ha activado. La respuesta de Puigdemont, destacan dichas fuentes, marcará el futuro de los acontecimientos y la posible aplicación parcial o total de este precepto constitucional.

Elecciones autonómicas anticipadas

Las fuentes consultadas creen que si Puigdemont finalmente admite que no declaró la independencia, se topará con un problema interno de tal magnitud en Cataluña que no va a tener otra salida para resolverlo que convocar a los ciudadanos a unas elecciones autonómicas que, además, podría vender como plebiscitarias.

Reconocer que su pulso secesionista no tiene futuro, razonan dichas fuentes, haría que Puigdemont se tambalease por los problemas que le generaría con la CUP, que le aprieta para no dar un paso atrás en el camino hacia la independencia. Así, podría convocar elecciones anticipadas antes de que sean sus socios en el Govern los que le fuercen a hacerlo.

Las mismas fuentes consideran que unas elecciones autonómicas anticipadas pueden ser una solución a la crisis que se vive en Cataluña, siempre y cuando no haya que propiciarlas a través del artículo 155 y las convoque Puigdemont.

Creen que sería “indeseable” que Rajoy tuviera que forzar las elecciones con este precepto constitucional -como reclama Albert Rivera al frente de Ciudadanos- porque supondría haber llegado a aplicar hasta el final las medidas que se están barajando.

Pasado este momento, en el Gobierno remarcan que es posible emprender un diálogo nuevamente siempre que sea dentro del marco constitucional y con los medios que ofrece el Estado de Derecho. Apuntan, incluso, a una posible “negociación política” en foros como la comisión de estudio para sobre el modelo territorial del Estado que ha impulsado el PSOE si se vuelve “al tablero inicial” de antes de septiembre.