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Declaración de independencia de Cataluña

La CUP da un mes a Puigdemont para negociar con el Gobierno y no descarta abandonar el Parlament

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La CUP rechaza suspender la declaración de independencia y no renuncia a ella

El portavoz del Secretariat Nacional de la CUP, Quim Arrufat, ha exigido al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al haber quedado en suspenso la declaración de independencia, acotar en el tiempo los plazos para negociar con el Gobierno central: "Encontraríamos normal que fuera un límite de un mes más o menos".

En una rueda de prensa con el resto de miembros del Secretariat, Arrufat ha dejado claro que la CUP recela de la decisión de Puigdemont de no haber declarado la independencia y proclamado la república como "estaba acordado".

Ha advertido al presidente de que la confianza de la CUP en el Govern ha quedado "tocada" y ha avisado de que trasladará a sus órganos la decisión de continuar o no con su actividad en el Parlament mientras la declaración de independencia no tenga efectos.

"No ha sido el pleno en el que habíamos trabajado con el Govern y con JxSí y que entendíamos que correspondía después del referéndum y de la huelga general del 3 de octubre, pero una hora antes del pleno se han cambiado todos los guiones", según el portavoz del secretariado nacional de la CUP, que ha expresado la "decepción" y el "desconcierto" de su formación "y mucha gente de Cataluña" por el desarrollo del pleno.

Por eso, debido a su desacuerdo, y ante una posible tentación de JxSí de prolongar la legislatura sin haberse producido una declaración de independencia efectiva, Arrufat ha anunciado que trasladará al Consejo Político de la CUP que apruebe "la suspensión de la actividad parlamentaria ordinaria" por parte de su formación.

"Veníamos a hacer el referéndum y a proclamar la república, por lo que no queremos volver a realizar una actividad autonómica en este Parlament", ha explicado Arrufat.

La declaración firmada tiene "escasos efectos"

Aun así, ha puntualizado que intentarán que la legislatura acabe sin la declaración de independencia, si bien ha reconocido que la declaración firmada por la CUP y también por Puigdemont, la presidenta del Parlament, Carmen Forcadell y los miembros del Govern que son diputados, tiene "escasos" efectos. Por eso, ha pedido una "fecha límite" para que esa declaración vuelva al pleno y tenga "validez jurídica".

La declaración de Puigdemont ante el Parlament había suscitado los recelos de la CUP y también de ERC y Demòcrates, socios del PDeCAT en JxSí, porque a su juicio no representa una auténtica declaración de independencia, por lo que estos sectores han promovido un documento por escrito para dejar constancia, fuera del hemiciclo, de que la jornada del 1-O debe comportar la proclamación de la independencia.

La formación anticapitalista ha señalado en Twitter que firman un documento de declaración de independencia en el que, aseguran, no se menciona la suspensión.

En respaldo a esa declaración de independencia, Lluís Corominas, diputado de Junts pel Sí (PDeCAT y ERC) había manifestado en su intervención en el pleno del Parlament que asumen los resultados del 1 de octubre y los dan por válidos y después ha leído el artículo 4 de la la ley del referéndum que establece la declaración de independencia si hay más votos afirmativos en el referéndum. "Esto le tiene que quedar bien claro a todos", ha señalado.

"Tocaba proclamar la república catalana"

La suspensión de la declaración de independencia planteada por Carles Puigdemont, para abrir un diálogo, se ha topado con el rechazo frontal de la CUP, hasta ahora socio de Junts pel Sí en el Govern, y de la organización juvenil de izquierda radical Arran que ha acusado a Puigdemont, de incurrir en una "traición inadmisible".

La diputada de la CUP, Anna Gabriel, ha advertido en su intervención ante el Parlament de que "lo que tocaba hacer era proclamar solemnemente la república catalana" y que tal vez "se ha perdido una ocasión" porque "el único instrumento eficaz" y el "único medio de negociación posible con el Estado" es la República catalana.

Gabriel ha avisado de que inician "una nueva etapa política de lucha" porque ni ellos "ni muchas personas" piensan renunciar a esa república y porque "no se pueden suspender los efectos de la voluntad de más de 2 millones de personas", en referencia a los resultados del 1-O.

La reacción más rotunda al anuncio de Puigdemont de dejar en suspenso la declaración fue la de la organización juvenil Arran, que ha llegado a hablar de una "traición inadmisible": "Estamos asistiendo a una traición inadmisible. Hoy @KRLS (Carles Puigdemont) frena el mandato popular claro y rotundo del referéndum", publicaban en Twitter.

Mientras, en el exterior del Parlament, unos 30.000 independentistas congregados para escuchar la intervención de Puigdemont, han recibido con decepción sus palabras.

Diferencias hasta el último minuto

Puigdemont ha estado reunido antes del pleno con los diputados de su grupo (Junts pel Sí) y con representantes de la CUP, el portavoz nacional, Quim Arrufat, y las diputadas Mireia Boya y Eulàlia Reguant, y, según informa Servimedia, las reticencias del partido anticapitalista ante el texto presentado, han hecho que Puigdemont solicite que el pleno se retrase una hora.

El presidente de la Generalitat, según ha informado Lluis Falgas en el Canal 24h, se ha reunido con los diputados de su grupo hasta el inicio del pleno para abordar con su grupo algunas propuestas del ámbito internacional que le habrían llegado en las últimas horas. Mientras, tras reunirse con Puigdemont, los diputados de la CUP, mantenían otra reunión en paralelo en su despacho.

Minutos antes de comenzar la sesión, el partido anticapitalista acusaba a PP y Ciudadanos de querer boicotearlo al haber solicitado su suspensión, y llamaban a proclamar la República.