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La era Trump

Trump aplaza el traslado de la embajada de EE.UU. a Jerusalén ante la "decepción" de Israel

  • El presidente de Estados Unidos se desmarca de otra promesa electoral
  • La Casa Blanca afirma que no se descarta, sino que se aplaza en favor de la paz
  • El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dice "decepcionado" por Trump
  • Los palestinos señalan que "refuerza las oportunidades de conseguir la paz"

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El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la semana pasada en Israel
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la semana pasada en Israel.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido aplazar el traslado de la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, una de sus principales promesas electorales, lo que ha suscitado la "decepción" del Gobierno israelí y la satisfacción de las autoridades palestinas, que ven un paso "importante" hacia la paz en la región.

De hecho, la necesidad de propiciar el entendimiento entre israelíes y palestinosa al anunciar la decisión, recalcando que no es definitiva, sino que se retrasa al menos otros seis meses.

La cuestión no es si ese movimiento sucederá, sino cuándo

"Nadie debería considerar este paso en ningún modo como una retirada en el fuerte apoyo del presidente a Israel. Como ha insistido de manera repetida sobre el traslado de la embajada, la cuestión no es si ese movimiento sucederá, sino cuándo", señala la Casa Blanca en un comunicado.

Una ley aprobada en el Congreso de Estados Unidos en noviembre de 1995, la Jerusalen Embassy Act, estipula que la representación diplomática de Washington en Israel debe ubicarse en Jerusalén, lo que implica reconocer de facto a esta ciudad como la capital israelí, pese a que la comunidad internacional no la reconoce como tal.

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Un cláusula para esquivar el traslado

Sin embargo, en estas dos últimas décadas se ha ido encadenando una cláusula de la ley que exime al Gobierno estadounidense de aplicarla en función "de los intereses nacionales": todos los presidentes que han pasado por la Casa Blanca desde finales de los años 90 han renovado esa cláusula cada seis meses. De este modo, Estados Unidos mantiene, como la mayoría del resto de potencias mundiales, su embajada en Tel Aviv.

La última vez que se renovó esa cláusula fue en diciembre de 2016 por orden de Barack Obama, un mes antes de ceder el cargo a Donald Trump, que en numerosas ocasiones ha prometido llevar la legación diplomática a Jerusalén.

Sin embargo, pese a que este viernes caducaba su vigencia, Trump ha decidido renovar esa disposición, obviando sus reiteradas promesas y pese a los intentos de la Casa Blanca por defender que no se trata de ninguna renuncia. ”El presidente ha tomado esta decisión para maximizar las oportunidades de negociar con éxito un acuerdo entre Israel y los palestinos”, reza el comunicado de este jueves.

En cualquier caso, la Administración estadounidense ya había enviado señales de que, por el momento, se evitaría el traslado de la embajada y, de hecho, el propio Trump se guardó de afrontar el asunto en su reciente visita a Israel, pese a que fue el primer presidente que, en el ejercicio del cargo, visitaba la ciudadela de Jerusalén Este.

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Decepción en el Gobierno israelí

Nada más conocer la decisión, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha dicho estar "decepcionado" por la postura que ha adoptado Trump, al que llamó "amigo" en su visita de la semana pasada y que parecía mucho más proclive a los postulados israelíes que sus antecesores.

"La posición consistente de Israel es que la embajada americana, como las embajadas de todos los países con los que tenemos relaciones diplomáticas, debe estar en Jerusalén, nuestra capital eterna", ha recalcado Netanyahu en un comunicado.

La presidencia palestina, por el contrario, ha destacado que se trata de "un paso importante y positivo" para estabilizar la región, que "refuerza las posibilidades de alcanzar la paz", según ha señalado el portavoz de Mahmud Abás, Nabil abu Rudeina.

Por su parte, el embajador palestino en Estados Unidos, Hossam Zomlot, se ha dicho "dispuesto a lanzar un proceso de consultas con la Administración estadounidense" para avanzar hacia la paz: "Nuestro compromiso con una paz justa y duradera es serio y sincero", ha recalcado.