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Consejo Europeo

La UE a varias velocidades suscita resistencias en los países del Este y amenaza la unidad posterior al 'Brexit'

  • Merkel insiste en apostar por la "unidad en la diversidad" para el futuro
  • Países como Polonia y Hungría temen quedar relegados a una segunda fila
  • El presidente de la Comisión asegura que no será un nuevo "telón de acero"

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Los países del Este recelan de una Unión Europea a varias velocidades

La cumbre de primavera de la Unión Europea, en la que los líderes buscaban consolidar la unidad del club comunitario para afrontar la etapa posterior al Brexit, ha revelado las suspicacias que suscita en los países del Este la opción de avanzar en la integración a varias velocidades que defienden los cuatro grandes, lo que ha llevado al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, a defender que la idea no es crear un nuevo "telón de acero" en el continente.

"He notado, no sin sorpresa, que ciertos colegas lo ven como la introducción de una nueva línea divisoria, como un nuevo telón de acero entre el este y el Oeste. Esa no es la intención", ha subrayado Junckeren la rueda de prensa posterior a la reunión informal que ha cerrado la cumbre, en la que los líderes han perfilado la declaración para la cumbre de Roma del 25 de marzo, que conmemorará los 60 años de las comunidades europeas.

En esa reunión, en la que no ha participado la primera ministra británica, Theresa May, puesto que tiene previsto notificar la salida de su país de la UE este mismo mes, los jefes de Estado y de Gobierno han tratado de cerrar una declaración que subraye la unidad de los Veintisiete socios que quedarán bajo el paraguas comunitario una vez Reino Unido abandone el barco.

Sin embargo, la mención en el texto a una posible integración a varias velocidades -esto es, que los países que quieran puedan cooperar más en un determinado ámbito sin esperar a los reticentes- ha provocado el rechazo de los países del Este, que temen que esa "cooperación reforzada" acabe relegándoles en la toma de decisiones y les convierta en "países de segunda zona" en la futura Unión Europea.

Los 'cuatro grandes' de la UE defienden una Europa unida pero a varias velocidades

Juncker trata de calmar al Este

Frente a esos temores, Juncker ha asegurado que se trata de incentivar una integración más profunda, sin dejar a nadie atrás: "No es un método de exclusión, sino de organizar el progreso de aquellos que quieren hacer más", ha remarcado.

El presidente del la Comisión ha avisado de que "la llamada 'Europa a varias velocidades' ya existe, y no solo en lo que respecta a la zona euro o al espacio Schengen", dos de los principales logros de la Unión Europea, en los que, sin embargo, no participan los Veintiocho países miembros.

Así, Juncker ha señalado que las "cooperaciones reforzadas" existen "incluso en el seno del Eurogrupo", al recordar que diez de los 19 países que utilizan la moneda única han acordado colaborar para imponer una tasa a las transacciones financieras.

No estamos intentando cambiar los tratados, los tratados de hoy serán los tratados de mañana

Con todo, ha recalcado que el objetivo es mantener el mismo marco legislativo: "No estamos intentando cambiar los tratados, los tratados de hoy serán los tratados de mañana".

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hacen una declaración a la prensa

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hacen una declaración a la prensa OLIVIER HOSLET

Polonia lidera la resistencia

Sin embargo, los antiguos países comunistas del Este, que han recuperado su plena soberanía hace poco más de dos décadas, recelan de esas "cooperaciones reforzadas" y albergan la sospecha de que sus socios del Oeste, más desarrollados, pretenden avanzar más deprisa y dejarles atrás en la construcción europea.

La diferencia de velocidades en el desarrollo abriría la puerta a construir clubes de élites y a dividir la UE

La resistencia está liderada por Polonia, el mayor de los países del Este: "La diferencia de velocidades en el desarrollo abriría la puerta a construir clubes de élites y a dividir la Unión Europea. La declaración de Roma debe expresar unidad", ha recalcado su primera ministra, Beata Szydlo, tras la reunión informal de los líderes.

Szydlo, que lidera un Gobierno marcadamente nacionalista, ha abogado reforzar el rol de los Estados miembros y de los parlamentos en la toma de decisiones como fórmula para "introducir reformas institucionales" en la UE, además de reclamar que la Declaración de Roma sea adoptada "por unanimidad" de todos los jefes de Estado y de Gobierno.

"El documento solo tendrá sentido si no se limita a celebrar el 60 aniversario del Tratado de Roma, sino que mira al futuro y es firmado por todos", ha añadido Szydlo, que este jueves fue la única gobernante de los Veintiocho que este jueves se opuso a la reelección del presidente del Consejo Europeo, su compatriota Donald Tusk.

Donald Tusk es reelegido como presidente del Consejo Europeo

Los cuatro grandes insisten en poder avanzar a diferentes velocidades

La divisa es que estamos unidos, pero unidos en la diversidad

Pese a esas reticencias de los socios del Este, que también incluyen a países como Hungría, Alemania y Francia ha insistido este viernes en que se pueda avanzar a distintas velocidades, sin que los países que pretenden profundizar en la integración se van lastrados por los que prefieren ir más despacio en la cesión de soberanía. "La divisa es que estamos unidos, pero unidos en la diversidad", ha recalcado la canciller alemana, Angela Merkel.

"No se trata de excluir a nadie", ha subrayado el presidente francés, François Hollande, si bien ha dejado claro que "tampoco podemos admitir que un país, el que sea, pueda impedir a los demás avanzar más rápido". "Tenemos que ser capaces de que algunos países puedan ir más rápido y más fuerte, sin perder la solidaridad conjunta y la cohesión a 27" , ha añadido Hollande.

Por su parte, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, ha defendido que la orientación a varias velocidades es "necesaria porque permite dar pasos adelante donde haya acuerdo entre los países y no impide avanzar solo porque un país esté en contra", aunque ha indicado que no se trata de "una Europa a la carta".

España también apoyó en la reciente cumbre de Versalles, que reunió a los líderes de los cuatro mayores países de la UE tras el Brexit, abrir la puerta a una integración a varias velocidades; este viernes, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha defendido que "la apuesta de futuro" española "siempre ha sido y seguirá siendo más integración europea".