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Día Internacional de la Niña

El día en que una niña colombiana conoció la paz

  • Hay 2,5 millones de niños víctimas del conflicto armado en Colombia
  • Yadis Xiomara es una líder juvenil defensora de los derechos de la infancia
  • Sus propuestas han llegado hasta la mesa de negociación del acuerdo de paz

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Más de 2 millones de niños víctimas han sido víctimas de la guerra civil en Colombia.
Más de 2 millones de niños víctimas han sido víctimas de la guerra civil en Colombia.

El primer destello de paz en Colombia llegó para Yadis Xiomara el día en que pudo caminar por su barrio sin temor a que estallara una mina antipersona. “Antes vivía atemorizada y no podía salir a explorar mi entorno. Muchas niñas habían muerto de camino a la escuela por esos artefactos explosivos”, afirma. “Por eso es tan importante la paz”.

La verdadera paz, una estable y duradera, llegará, dice, cuando las únicas armas que vea en la calle sean de juguete. Cuando los campesinos puedan volver a sus tierras. Cuando los hijos de los actores armados dejen de ser discriminados. Y ese momento, cree, está muy cerca. Ella y otras niñas luchan cada día por hacerlo posible.

Líder juvenil y embajadora de la paz

Yadis vive en el municipio de Buenos Aires, en el departamento de Cauca, al sur del país, una de las zonas más afectadas por el conflicto. “Muchos niños han perdido la vida en los combates. Hemos visto cómo los grupos armados han usado nuestros espacios de recreo para enfrentarse. El trauma ha sido muy grande para todos”, explica quien ha crecido en medio de uno de los conflictos más duraderos y sangrientos de América Latina.

A sus 15 años ha tenido el valor de mirar a la guerra de frente y el talento para destacarse como una adolescente líder para las niñas de su comunidad por defender los derechos de la infancia. Participa en el proyecto Usa tu poder para Construir, un foro donde los menores debaten iniciativas para poner fin al conflicto y participan en la toma de decisiones dentro de su espacio político. Sus propuestas han llegado hasta la mesa de negociación entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.

Yadis Xiomara sueña con ser ministra de Educación en Colombia para que ninguna niña se quede sin ir a la escuela.

Yadis Xiomara sueña con ser ministra de Educación en Colombia para que ninguna niña se quede sin ir a la escuela. Plan Internacional.

“Un grupo de niños y niñas dimos nuestros aportes para la construcción de paz y esos resultados viajaron hasta La Habana. Es muy lindo saber que nuestras opiniones fueron tenidas en cuenta. Sobre todo, las de las niñas, que somos las más pacíficas y las más sensibles y nunca se nos escucha lo suficiente”, explica a RTVE.es.

Entre las propuestas, Yadis afirma que la reparación a las víctimas del conflicto es fundamental. No te pueden pagar por un hijo muerto, pero sí compensar de alguna forma tanto sufrimiento y sobre todo pedir perdón y reconocer lo que hicieron”, asegura.

Hijos de la guerra colombiana

Los acuerdos de paz firmados entre la guerrilla y Bogotá firmados el pasado 27 de septiembre recogían que Cauca era una de las zonas priorizadas del posconflicto, esto es, que sería de las primeras en ser reconstruida. Allí la agricultura y la minería son las principales bases de la economía, pero la guerra ha destrozado ambos sectores. En la minería, además, confluyen diversos tipos de violencia hacia las mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes, ya que la actividad no solo ha afectado a su salud y alimentación, sino que a menudo son víctimas de agresiones sexuales y físicas en las zonas de explotación. Y producto de la violencia política, las mujeres son excluidas en la toma de decisiones por medio de amenazas, desaparición forzada y asesinatos.

“El rechazo del acuerdo en el referéndum es una muy mala noticia para todos nosotros, pero seguiremos luchando por la paz”, afirma Yadis. " Pero el Nobel de la Paz concedido al presidente Santos es un reconocimiento a todos los que participamos en la construcción de paz y un fuerte apoyo al proceso para que el país entienda internamente que hay que refrendar esos acuerdos", asegura.

Yadis acaba de llegar a España como embajadora de la ONG Plan Internacional con motivo del Día Internacional de la Niña que se celebra este martes 11 de octubre para dar testimonio de las secuelas de la guerra civil en los niños. Ella es la menor de cuatro hermanos y la que menos recuerda los años de plomo del conflicto, cuando los paramilitares tomaron su ciudad y se apropieron de sus vidas.

Mi padre estuvo amenazado; mataban a quienes no obedecían sus reglas

“Las autodefensas [paramilitares] llegaron a alojarse en nuestras casas. Los guerrilleros estaban en las montañas, pero ellos imponían sus reglas en los pueblos. Mis abuelos vivieron ese acoso. Mi padre estuvo amenazado. Mataban a quienes no obedecían sus reglas. Las puertas de todas las casas tenían que estar abiertas”, relata con el horror heredado reflejado en los ojos. “Abusaban de las mujeres. Muchas quedaron embarazadas y sus hijos sufren hoy por ser hijos de los actores armados. Muchos son discriminados”, cuenta.

De las ocho millones de víctimas que han dejado 52 años conflicto, más de dos millones son niños que vieron cómo los grupos armados torturaban a sus familiares o tuvieron que vivir sin sus padres porque la guerra se los había arrebatado. Otros fueron reclutados para combatir o sufrieron abusos sexuales. Una infancia perdida que Yadis esta dispuesta a recuperar.

Los niños creían que quien tenía un arma tenía el poder y dejaron de estudiar

“La guerra cambió la visión de los jóvenes. Los niños creían que quien tenía un arma tenía el poder y en lugar de estudiar se dedicaron a conseguir un arma”, asegura. “Hoy es distinto”.

El municipio de Buenos Aires, en el departamento de Cauca, está a 535 kilómetros asl sur de Bogotá y es uno de los más afectados por el conflicto.

El municipio de Buenos Aires, en el departamento de Cauca, está a 535 kilómetros asl sur de Bogotá y es uno de los más afectados por el conflicto. Plan Internacional

Futura ministra de Educación

Yadis es la presidenta de la Plataforma Juvenil de su municipio y participa en foros sobre los derechos de las mujeres y las niñas por todo el departamento. Su inspiración, dice, tiene nombre de virgen y acaba de cumplir 90 años.

“Mi abuela Guadalupe es un ejemplo de que las niñas sí pueden ser conseguir lo que se propongan”. Cuenta que iba al colegio, descalza, cuando los sueños de las mujeres no podían salir de las cuatro paredes del hogar. Estudió duro y consiguió una beca para ir a la universidad, pero su familia no le dejó. Siguió estudiando a escondidas y se convirtió en maestra. “Crió a sus seis hijos sola porque su marido murió joven. Se los llevaba a todos caminando varios kilómetros hasta la escuela. Y así crecieron”. Entre el olor inconfundible a tiza, libros gastados y libertad.

Yadis tiene claro que hará todo lo posible para que nadie secuestre el futuro de una generación que se merece poder estudiar y vivir en paz. Quiere ser ministra de Educación: “Nunca dejaré de luchar por nuestro derechos. Si mi abuela pudo hace 90 años, ¿cómo no lo voy a hacer yo?”.