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Mueren al menos 14 personas en Pakistán en un atentado suicida contra un centro de erradicación de la polio

  • Ha ocurrido en Quetta, capital de la provincia de Baluchistán
  • La mayoría de los muertos son policías que escoltaban a los sanitarios
  • Un grupo cercano a los talibanes afganos ha reivindicado el atentado
  • Los vacunadores son objetivos frecuentes de atentados

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Fuerzas de seguridad paquistaníes en el lugar del atentado cerca de un centro de vacunación contra la polio, en Quetta, Baluchistán, el 13 de enero de 2016. AFP PHOTO / BANARAS KHAN
Fuerzas de seguridad paquistaníes en el lugar del atentado cerca de un centro de vacunación contra la polio, en Quetta, Baluchistán, el 13 de enero de 2016. AFP PHOTO / BANARAS KHAN

Al menos 14 personas han muerto y 10 han resultado heridas en Pakistán en un atentado suicida cerca de un centro de erradicación de la poliomielitis en Quetta, capital de la provincia de Baluchistán.

12 de los fallecidos son policías, dos son civiles y otro un oficial de un cuerpo paramilitar y un civil.

La deflagración ha destrozado un furgón policial en el que viajaban los agentes destinados, precisamente, a proteger a los trabajadores sanitarios que distribuyen la vacuna por toda la ciudad, y que en el pasado han sido objetivos de atentados.

"Estos ataques están motivados por la frustración y una mentalidad cobarde - el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, en un comunicado - Continuaremos (...) hasta que eliminemos al último terrorista. Eliminaremos esta ideología extremista".

El grupo armado Jundullah, vinculado a los talibanes pakistaníes y que ha jurado fidelidad al Estado Islámico (EI), ha reivindicado el ataque.

Ataques contra los vacunadores de la polio

Este miércoles era el último día de una campaña de vacunación que había comenzado el lunes en Quetta y otros distritos de Baluchistán, con el objetivo inmunizar a unos 2,4 millones de niños, entre ellos 55.000 refugiados afganos, según el diario local Dawn.

Los ataques armados de grupos integristas contra vacunadores y sus escoltas son comunes en todo Pakistán y suponen el principal obstáculo para la lucha contra la polio en el país asiático, el único del mundo junto a Afganistán donde la enfermedad es todavía endémica, según la Iniciativa Global para la Erradicación de la enfermedad, en la que participa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque los talibanes no suelen reivindicar estas acciones, grupos afines a ellos y con base en el cinturón tribal fronterizo con Afganistán empezaron en 2012 a cometer ataques armados contra los trabajadores sanitarios que han causado cerca de un centenar de muertes.

Entre otros argumentos, los integristas alegan que la campaña contra la polio forma parte de un complot occidental para esterilizar a los musulmanes y que los vacunadores trabajan como espías para la CIA.