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Jugando al Nobel de Literatura políticamente correcto

  • Murakami, Ngugi Wa Thiong'o y Svetlana Aleksijevitj encabezan las apuestas
  • El historial de premiados está escorado por sexos, lenguas y continentes
  • Sigue en directo el anuncio, el jueves 9 a las 13:00 h., en RTVE.es y el Canal 24h

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El japonés Haruki Murakami, el keniano Ngugi wa Thiong'o, y la bielorrusa Svetlana Alexijevich.
El japonés Haruki Murakami, el keniano Ngugi wa Thiong'o, y la bielorrusa Svetlana Alexijevich.

Olvidemos lo de siempre: que Churchill lo tiene y no Borges o Joyce. No todos caben en el Nobel de Literatura y, si no, repasen la lista de merecedores y recuerden que solo se otorga uno al año.

¿Cómo se elige? 18 académicos suecos proponen y recogen propuestas de otros ganadores y otras academias. Tras un primer corte, profesores ilustres y otros escritores reducen a 20 a la lista y, a finales de mayo, solo a 5. Durante el verano, los académicos estudian y elaboran un informe de los candidatos para debatirlo posteriormente. El sistema, por imperfecto, parcial, o escorado en su naturaleza escandinava que parezca, funciona en un punto vital: el hermetismo a prueba de filtraciones. De hecho, la lista de nominados de cada año no se publica hasta 50 años después.

Si las quinielas y rumores esconden algo de veracidad, los académicos suecos ya están hartos de releer a Haruki Murakami, que los últimos años siempre encabeza los pronósticos de las casas de apuestas de manera contumaz. El escritor japonés sería un Nobel ‘estrella’ en la línea de Vargas Llosa (2010) y en oposición a los más desconocidos como Tomas Tranströmer (2011), por citar algunos de los últimos ganadores.

Porque, aunque la Academia Sueca afirma que le importan únicamente los autores, parece que hay una regla no escrita, consciente o inconscientemente más acusada en los últimos años, de repartir juego. Solo se podría decir que repitieron nacionalidad con los premios a los estadounidenses T.S. Eliot (1948) y William Faulkner (1949), aunque el primero llevaba 20 años nacionalizado británico. Y solo cuatro veces han encadenado lenguas: el ejemplo ya citado (al que se suma el de Bertrand Russell en 1950); Winston Churchill y Ernest Hemingway (1953, 1954); Camilo José Cela y Octavio Paz (1989, 1990); y Nadine Gordimer, Derek Walcott y Toni Morrison (1991, 1992, 1993).

Así que, puestos a reparar agravios, estos son los mejores colocados:

Por sexo

Creados en 1901, los Nobel son un reflejo de un mundo centrado en los hombres. Solo 13 mujeres tienen el galardón, siete de ellas a partir de 1990. Hasta los 96 hombres que lo poseen queda camino por recorrer. Otro dato: entre los 18 miembros de la Academia sueca solo hay cuatro mujeres.

Aspirantes para el desagravio: La estadounidense Joyce Carol Oates lleva décadas como “eterna candidata” aunque, desde el año pasado, las quinielas apuntan a la bielorrusa Svetlana Aleksijevitj. La combativa argelina (y académica francesa) Assia Djebar, y la italiana Dacia Maraini también suenan.

Por lengua

Con 27 premios en lengua inglesa, 14 en alemana, 14 en francesa, 11 en española, y ¡7! en sueca, está claro que sobran lenguas en el mundo que pueden carraspear ‘ejem’. Especialmente, si lo relacionamos con el número de hablantes, el chino (1), el árabe (2) y el portugués (1).

Aspirantes para el desagravio: El poeta sirio Adonis es, Murakami aparte, el gran candidato recurrente. El portugués Antonio Lobo Antunes podría ser el segundo para su lengua (ningún brasileño lo ha ganado). Y el poeta chino Bei Dao parte con el hándicap el premio a Mo Yan en 2012. Otro clásico en las apuestas, el albanés Ismail Kadare, todavía espera sumar el Nobel al Booker y al Príncipe de Asturias.

Por género

Aunque la mayoría de escritores tocan varios o todos los palos, la novela predomina entre los ganadores. Los estadounidenses Philip Roth, Cormac McCarthy, Thomas Pynchon, o el francés Patrick Modiano, serían dignos sucesores de la tradición.

Aspirantes para el desagravio: El dramaturgo noruego Jon Fosse sería el heredero de Harold Pinter, el último nobel teatral (2005). La poesía todavía presenta ilustres candidatos, como el australiano Les Murray, antes de que el desplazamiento de su importancia en la literatura mundial deje huérfanos de poetas los nobeles del futuro. Si la idea es coronar la versatilidad, ahí está el austríaco Peter Handke, dramaturgo, novelista, poeta, ensayista, y hasta guionista y director de cine. Y si la idea es romper moldes, nada mejor que Bob Dylan para derribar tabúes de género y, de rebote, homenajear a Dylan Thomas.

Por países y continentes

Entre Francia, Estados Unidos y Reino Unido suman 24 nobeles de literatura, un premio además claramente inclinado al continente europeo. Tampoco faltan favoritos este año, como el húngaro Peter Nadas, los italianos Umberto Eco y Claudio Magris, el holandés Cees Nooteboom, o el checo el Milan Kundera.

Aspirantes para el desagravio: El keniano Ngugi Wa Thiong'o este año se paga al mismo precio que Murakami (el japonés acabará denominando la unidad de apuesta para el Nobel de Literatura). Es otro favorito habitual y, de alguna manera, simboliza el viaje histórico de África: comenzó escribiendo en inglés, su lengua colonial, y a partir de 1980 se pasó a la lengua kikuyo, hablada por seis millones de personas en Kenia.

Y si fuera español

Sería, según los inestables pronósticos, Javier Marías. Otros autores presentes otros años como Enrique Vila-Matas o Luis Goytisolo no aparecen en 2014. Marías, de 63 años, sería un Nobel ‘joven’. La pregunta entonces sería: ¿rechazaría el premio?