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Los sanitarios que atendieron al padre Pajares se someterán a tests de ébola durante 21 días

  • Sanidad desinfectará la zona del hospital que tuvo contacto con el ébola
  • El consejero de Sanidad dice que se hace así por protocolo
  • Los primeros análisis a los sanitarios han dado un resultado "negativo"

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Los sanitarios que atendieron al padre Pajares se someterán a tests de ébola durante 21 días

El consejero madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez, ha anunciado este miércoles que el personal sanitario que ha atendido a Miguel Pajares, el primer español fallecido a causa del ébola, se someterán a controles periódicos durante 21 días para descartar que se hayan contagiado con el virus. De momento, los primeros tests han dado "negativo".

Del mismo modo, se desinfectarán las instalaciones del hospital Carlos III de Madrid en las que hayan estado Miguel Pajares y Juliana Bonoha y se quemará todo el material utilizado con estos religiosos repatriados desde Liberia

En declaraciones a la prensa tras visitar el hospital La Princesa y antes de asistir al funeral que tendrá lugar este miércoles al mediodía en Madrid en memoria del religioso, el consejero ha explicado que está medida se realiza en virtud de dichos protocolos puesto que no hay "ninguna evidencia" de que tengan el virus.

En este sentido, este control responde a que el periodo de incubación es de dos o tres semanas. "Harán su vida normal" ha apostillado. Rodríguez ha dicho que las medidas de seguridad han garantizado la tranquilidad de la sociedad y que ha existido buena coordinación con el Ministerio de Sanidad.

Asimismo, ha añadido que se realizarán las labores de desinfección de la estancia en la que ha estado ingresado Pajares. También ha subrayado que se han cumplido todos los protocolos para garantizar la "máxima seguridad" tanto en el ingreso como en el traslado del paciente.

Rodríguez ha explicado que todas las instalaciones del Hospital Carlos III que, de una u otra forma, han estado en contacto con los dos religiosos serán "desinfectadas con lejía", un producto al que es "muy sensible" el ébola y que también se utilizarán bombonas de gas (hipoclorito sódico) para evitar cualquier riesgo de contagio.

La habitación en el Hospital Carlos III de Madrid donde estuvo ingresado el religioso Miguel Pajares, fallecido a causa del ébola, se está sometiendo a un procedimiento de limpieza. Sábanas y demás objetos que hayan estado en contacto con Miguel Pajares se queman. Los equipamientos se esterilizan con un procedimiento especial. La limpieza con lejía aniquila cualquier rastro del virus.

La descontaminación de la habitación que ocupó el sacerdote en el hospital, en la sexta planta, durará entre "cinco y seis horas", según la empresa encargada de esta tarea, Steris Ibérica, cuyos empleados recibirán un curso de formación especial en materia de seguridad.

Se trata de la última fase de los trabajos de acondicionamiento que permitirá su utilización de manera segura y garantizará que se ha limpiado cualquier vestigio que pudiera existir en ella del virus del Ébola.

Un tercer test a la monja española

En cuanto a la religiosa de origen guineano y pasaporte español Juliana Bonoha, quien fue repatriada junto al padre Miguel Pajares desde Liberia, fuentes del Hospital Carlos III ha anunciado que será sometida, previsiblemente este miércoles, a una tercera prueba para descartar un posible contagio del virus del Ébola.

Estas mismas fuentes han indicado a Efe que los médicos evaluarán nuevamente su estado de salud aunque "evoluciona favorablemente". De hecho, han recordado que el ingreso de Bonoha es de carácter "preventivo", ya que tiene que estar 21 días en periodo de observación, dado que éste es el tiempo de incubación de la enfermedad.

La hermana dio negativo en la primera prueba del ébola en Liberia y, cuando llegó a Madrid el pasado día 7, superó un segundo test, aunque se le diagnosticaron fiebres tifoideas.

Los médicos continúan asegurando que la monja presenta "muy buen estado general", pero seguirá en observación hasta que se confirme que no ha sido contagiada por el ébola.

El Carlos III se convertirá en centro de media y larga estancia

Por otro lado, el consejero madrileño de Sanidad ha afirmado que el futuro del hospital Carlos III "está perfectamente definido" y se convertirá en un centro de media y larga estancia. Así, ha subrayado que el ingreso del religioso Miguel Pajares por ébola en esta instalación no afecta a los planes de reconversión.

Rodríguez ha subrayado que en breve se adjudicarán las obras para su reconversión, como estaba contemplado en el plan de sostenibilidad, y la unidad de atención de enfermos infecciosos seguirá en La Paz.

El consejero ha detallado que el ingreso de Pajares en el Carlos III se decidió por "razones de evitar alarma social" ante el primer caso de ébola y porque las circunstancias propias del verano, con descenso de demanda asistencial, lo permitían.

El sindicato CSIF reclama que el Carlos III se rehabilite como centro de referencia para enfermedades infecciosas

En este sentido, ha asegurado que esta medida y el traslado de los pacientes del Carlos III a La Paz fue una "medida coyuntural" para tranquilizar a la población al entender que con ello se sentirían más seguros.

Sin embargo, y después de este uso coyuntural, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Madrid ha reclamado que el Hospital Carlos III vuelva a ser un centro de referencia para enfermedades infecciosas, ya que consideran que el caso del sacerdote Miguel Pajares "ha puesto de manifiesto la necesidad de que España cuente con un centro" de estas características.

CSIF ha denunciado que para acoger a Pajares "se volvió a montar de manera precipitada una UCI que había sido desmantelada, así como un laboratorio en una de las habitaciones de la sexta planta de este centro".