Enlaces accesibilidad

Los votantes europeos quieren "empleo, crecimiento y prosperidad", afirma Mario Draghi

  • Una UE "más perfecta" necesita "políticas económicas diferentes"
  • Los gobiernos nacionales tienen que "dar más" y poner en marcha reformas

Por
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en Sintra (Portugal)
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en Sintra (Portugal).

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha interpretado el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo como una señal de que los votantes quieren "empleo, crecimiento y prosperidad".

"Hasta hace unos años hablábamos de proveer democracia, libertad. Sin embargo, la gente es la que decide lo que tiene que ser logrado, la gente cambia", ha argumentado Draghi durante su intervención en el foro sobre política monetaria organizado por el BCE y celebrado en Sintra (Portugal).

El máximo responsable del BCE ha incidido en que los gobiernos nacionales tienen que "dar más" y poner en marcha reformas, y ha reconocido que mientras algunos miembros han hecho "progresos sustanciales pese a las difíciles circunstancias", otros se están "quedando atrás" a la hora de aplicar cambios estructurales.

Draghi ha señalado que el ascenso de las fuerzas "euroescépticas" obliga a los líderes comunitarios a responder a las demandas de los electores, centradas ahora "en el empleo, el crecimiento y la prosperidad".

"Las perspectivas de tener un Parlamento que no funcionase no se materializaron, parece que será capaz de tener un papel constructivo", ha dicho Draghi.

Son necesarias "políticas económicas diferentes" en el continente

En su opinión, para una UE "más perfecta" son necesarias "políticas económicas diferentes" en el continente. En el centro del debate se encuentra actualmente el rol del BCE a la hora de facilitar el crecimiento actuando para subir la inflación, una petición que fue defendida en el transcurso de este mismo foro por académicos de prestigio, como Paul Krugman.

Sin embargo, existen otras voces radicalmente contrarias, como la del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, quien ha advertido de que algunos países podrían escudarse en la política monetaria para retrasar la aplicación de reformas.

El presidente del BCE ha reiterado su confianza en lograr "a medio plazo" que la tasa de inflación de la UE -que ahora ronda el 0,7%- se aproxime al 2%, y ha recalcado que la entidad cuenta con instrumentos suficientes para conseguirlo.

Draghi ha admitido ser "consciente del riesgo que conllevaría un período prolongado de baja inflación" y ha vuelto a dejar la puerta abierta a tomar medidas en breve para neutralizarlo.

No hay una amenaza inminente de caer en deflación

No obstante, ha insistido en que no observa una amenaza inminente de caer en deflación, al no percibirse un aplazamiento del consumo. También ha respondido a aquellas voces que reclaman al BCE mayor ambición para elevar su objetivo de inflación por encima del 2% y ha recordado que la UE es un escenario "muy heterogéneo" y esa meta sería una media entre todos sus miembros.

Preguntado sobre las altas tasas de desempleo juvenil en países como España, Grecia o Portugal, Draghi ha dicho que todos los países con este problema tienen en común haber flexibilizado su legislación laboral, pero sólo para los nuevos contratos, lo que provoca que los jóvenes "sean los primeros en ser despedidos".

Además, ha apuntado al sistema educativo de todos ellos como origen del conflicto por no "facilitarles las destrezas" que les facilitaría encontrar trabajo.