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La oposición ucraniana rechaza la amnistía condicionada aprobada por el Parlamento

  • Piden como condición que los manifestates se retiren de las sedes ocupadas
  • Líderes opositores consideran "inaceptable" que la amnistía tenga condiciones
  • Solo quedarán en prisión aquellos detenidos que hayan cometido delitos graves

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El Parlamento ucraniano aprueba una amnistía para los detenidos en las protestas y la oposición la rechaza porque pone condiciones

El Parlamento de Ucrania ha aprobado, tras una maratoniana sesión extraordinaria, una amnistía que dejará en libertad a casi todos los detenidos durante las multitudinarias protestas populares y disturbios de los últimos dos meses. Solo quedarán en prisión aquellos detenidos que hayan cometido delitos graves. Aunque el Parlamento ha pedido a cambio a la oposición que se comprometiese a abandonar las sedes administrativas tomadas por sus activistas durante las protestas, varios sectores opositores han considerado "inaceptable" el que la aministía tenga condiciones y ya han advertido que no lo cumplirán.

La amnistía entrará en vigor cuando los opositores desalojen todos los edificios administrativos, según han informado diversas agencias ucranianas. Esta medida llega un día después de la dimisión del primer ministro ucraniano Mykola Azarov y todo su gabinete.

Todos pueden presumir de no haber cedido en la negociación. El Parlamento ucraniano, la Rada Suprema, ha aprobado un proyecto de ley de amnistía por 232 votos, sin el pronunciamiento de la oposición, en el que el oficialista Partido de las Regiones y el presidente ucraniano, Víktor Yanukovich, pedía a la oposición la retirada de las administrativas ocupadas.

Los grupos opositores han logrado mantener sedes simbólicas bajo su poder como la Casa de los Sindicatos y el Palacio de Octubre, al tiempo que no tendrán que desmontar la ciudadela de tiendas de campaña instalada desde finales de noviembre la Plaza de la Independencia de de Kiev, como pretendía Yanukóvich y su partido.

La ayuda rusa, pendiente de un nuevo Gobierno

Por otro lado, el presidente ruso Vladimir Putin ha aumentado la presión sobre Ucrania al anunciar que esperará a que el país forme un nuevo Gobierno para implementar por completo el plan de cerca de 11 millones de euros acordado con Kiev en diciembre.

Putin ha reiterado su compromiso con la totalidad de lo prometido pero ha dejado la puerta abierta a los tiempos para el siguiente plazo de la ayuda y ha endurecido los controles fronterizos a las importaciones procedentes de Ucrania en lo que parece un recordatorio a Yanukovich para que no instale un Gobierno que incline la política del país hacia Europa.

Por su parte, el primer ministro interino ha prometido que intentará limitar los daños a la economía que están provocando las protestas y ha dicho que espera recibir 1,46 millones de euros de Rusia “muy pronto”.

El pueblo decidirá cuál será el siguiente paso

Desde las filas de la oposición, el líder de la ultranacionalista Svoboda, Oleg Tiagnibok, ha apuntado a la salida de la sesión parlamentaria que será el grupo de manifestantes pacíficos que se reúnen todos los días en la plaza de la Independencia de Kiev, la llamada Rada Popular, quién decida los próximos pasos de la oposición.

No obstante, Tiagnibok, ha asegurado que los manifestantes no abandonarán los edificios administrativos ocupados para que entre en vigor la ley de amnistía. "Desde luego que no", ha acomentado Tiagnibok a la pregunta de los periodistas de si los manifestantes estaban dispuesto a cumplir la condición impuesta por el Parlamento.

Por otra parte, grupos parlamentarios opositores que exigían la aprobación de una amnistía sin ningún tipo de condiciones, no han participado en la votación. "La oposición se siente engañada. Los manifestantes no abandonarán el Maidán (la plaza de la Independencia) ni los edificios administrativos", ha declarado el diputado del partido opositor Batkivshina (Patria) Andréi Porubi.

En medio de la tensión, el presidente Yanukóvich, se encuentra de baja médica,  debido a un resfriado con fiebre alta, según ha informado este jueves su gabinete de prensa.

Ante las crecientes manifestaciones opositoras en el centro de la capital, la mayoría parlamentaria oficialista aprobó el pasado día 16 una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles, lo que reprodujo las protestas multitudinarias.

Tres días después, la capital se convirtió en escenario de violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios que se cobraron varios muertos -seis, según la oposición; tres, de acuerdo con la versión oficial- y centenares de heridos. El 23 de enero, ante la gravedad de la situación, las autoridades y los líderes opositores acordaron una tregua e iniciaron un proceso de negociaciones.